Sociedades fuera de equilibrio y las revoluciones sociales

George Washington no comenzó la revolución americana que llevó a la independencia de los Estados Unidos. Maximilien Roberspierre no comenzó la revolución francesa. Lenin no comenzó la revolución rusa. Mao Zedong no comenzó la revolución china. De hecho, las grandes revoluciones sociales han comenzado con manifestaciones públicas de personas en las bases y movimientos sociales con un profundo desencanto y que se encontraban hartas de ser excluidas de la concentración de poder, y de ser testigos de los grandes desbalances sociales, políticos y económicos. El problema, dice Henry Mintzberg, es que “con una revolución generalmente se reemplaza una forma de desequilibrio con otra”. 

Henry Mintzberg es profesor de estudios gerenciales de McGill University en Montreal, Canadá, fundador de CouchingOurselves y autor de numerosos artículos y 20 libros en las áreas de desarrollo gerencial, gestión de las creaciones y reequilibro de las sociedades.  En una entrevista a comienzos del año 2014, su colega, el profesor Karl Moore entrevistó a Mintzberg sobre su trabajo, quien enfatizando en el equilibrio requerido en las sociedades aseveró que “necesitamos que los gobiernos sean respetados, los mercados sean responsables, y las comunidades sean robustas”.  

Henry Mintzberg publicó en el año 2015 su obra “Rebalancing society: Radical renewal beyond left, right, and center”.  En este libro, que es de circulación digital libre y gratuita, Mintzberg analiza cómo y a razón de qué las sociedades actuales están desequilibradas. 

Para Mintzberg, los tres pilares que requieren estar en equilibrio son: (i) el sector privado: mercados y empresas; (ii) el sector público: gobierno y los mecanismos de control; y (iii) el sector plural: la comunidad.  De acuerdo con el pensamiento y obra de Mintzberg, las comunidades son clave para reequilibrar la sociedad. Él considera que en los dos últimos siglos hemos estado en una lineal y simplista dicotomía política de derecha e izquierda, y si solo nos quedamos en esa línea estamos condenados de ir de acá para allá de manera pendular sin resolver el desequilibrio. Es por esto que sugiere ver a la sociedad no como la dinámica lineal de un espectro de derecha a izquierda (y viceversa) sino cómo un circulo cuyos elementos son el sector público (esfera política), sector privado (esfera económica), y el sector plural de las comunidades (esfera social), del cual todos hacemos parte.  

¿Cómo recuperamos el equilibrio en nuestras sociedades?

En su libro de 2015 Mintzberg explica que algunas personas creen que la respuesta se encuentra en el sector privado, específicamente, con una mayor responsabilidad social empresarial. “Ciertamente necesitamos más de esto, pero cualquiera que crea que la responsabilidad social corporativa compensará la irresponsabilidad social corporativa está viviendo en un país maravilloso en el que todos ganan. Otras personas esperan que los gobiernos democráticos actúen vigorosamente. Esto deben hacerlo, pero no lo harán mientras los estados públicos continúen dominados por los derechos privados, nacionales y globales. Esto deja solo un sector, el plural, que no está formado por "ellos", sino por usted, por mí y por nosotros, actuando juntos. Tendremos que participar en muchos más movimientos e iniciativas sociales para desafiar las prácticas destructivas y reemplazarlas por otras constructivas. Necesitamos dejar de ser recursos humanos, al servicio del desequilibrio, y en cambio aprovechar nuestro ingenio como seres humanos, al servicio de nuestra progenie y nuestro planeta.”  (pág. xi).

¿Qué está ocurriendo en América Latina ad portas de comenzar la tercera década del siglo XXI y cómo podemos contribuir a equilibrar las sociedades?

Para responder a esta pregunta, el equipo de investigadores internacionales compuesto por Jorge Carneiro (FGV en Brasil), Carlos Rodríguez (Incae en Costa Rica), Guilherme Azevedo (Audencia en Francia), Gaston Juan Labadie (ORT en Uruguay), y mi persona (de la Universidad EAFIT en Colombia), estamos buscando identificar prácticas constructivas que nos ayuden a establecer cómo pueden las sociedades de Brasil, Colombia, Costa Rica y Uruguay avanzar hacia un mejor y más equilibrado escenario futuro. Para esto queremos entrevistar a líderes progresistas (empresarios, líderes cívicos, activistas sociales, y políticos) reconocidos por su poder transformacional.