JOSÉ MIGUEL SANTAMARIA

Sin infraestructura no hay futuro

Cada día es más claro que la economía colombiana debe buscar diferentes y diversos ingresos para dejar de depender tan fuertemente del petróleo y la minería, ingresos que terminan siendo muy volátiles por las cotizaciones de estos commodities en las bolsas mundiales.

José Miguel Santamaría, José Miguel Santamaría
26 de abril de 2019

Las tarifas tributarias vigentes hacen complicado que nos llegue esa anhelada inversión extranjera para crear industrias y empresas de servicios. Nuestros pares tienen muchas ventajas competitivas en legislación laboral.

La agroindustria es una buena opción: tenemos muy buenas tierras y gran diversidad para producir. El aguacate haas es un buen ejemplo de lo que se puede hacer. El problema que tiene este sector de la economía es el tamaño de los mercados: llegar a punta de productos agrícolas a cambiar nuestra dependencia petrolera no es fácil.

Muchos le están apostando a la bien llamada industria sin chimeneas, el turismo, que tiene diferentes variaciones: eco turismo, agro turismo, este ha crecido bastante en los últimos años. Tenemos muchos recursos naturales, sitios que despertarían la envidia de muchos otros países que tienen una gran industria turística.

Países como Francia, España y México tienen una industria turística muy importante, generan millones de empleos y divisas para cada país. Pero esto no ha sido gratis: han invertido muchos recursos en infraestructura y educación, factores que son nuestro talón de Aquiles en este negocio.

Le puede interesar: Trabajemos la sanción social

Aunque hemos crecido en turismo, este no es un turismo de calidad, el que gasta y deja divisas al país, tenemos más bien un turismo de baja calidad y de bajo costo, si queremos verdaderamente convertir el turismo en una fuente de ingresos y de empleo debemos mejorar el perfil de nuestros visitantes.

El tema de infraestructura es el problema más grande y no solo estoy pensando en carreteras, aeropuertos y puertos, o en hoteles, restaurantes y sitios de entretenimiento, el problema es que nos falta en muchas partes lo más esencial: muchos municipios con potencial turístico no tienen solucionado su problema de servicios públicos, no tienen agua potable y mucho menos sistemas de tratamiento de aguas residuales, ni que pensar de hospitales con lo mínimo necesario.

Mientras que la corrupción siga galopando al ritmo que lo hace en el país nunca serán suficientes los recursos para mejorar esos servicios básicos. No hay derecho que municipios de más 50.000 habitantes sigan teniendo infraestructura de la edad media.

Le recomendamos: La necesidad tiene cara de perro

Como todos los negocios entre más se invierte más se recibe, esa debe ser la consigna para aumentar nuestros ingresos en el que considero puede ser el negocio más importante de nuestro futuro.

Hoy en día es impensable que con la información que todos los ciudadanos tenemos a través de las comunicaciones sigamos eligiendo a personajes que siguen desangrando el erario público, yo invito a los colombianos que en las próximas elecciones regionales elijamos a los más competentes y mas honestos y que castiguemos a los corruptos que son los culpables en gran parte de nuestra pobreza y atraso. El votar por los corruptos es aceptar que lo sigan haciendo.

Lea también: Entre la teoría y la práctica