JULIANA SÁNCHEZ

¿Se puede innovar en una Pyme?

Sin importar el tamaño de una empresa todas están llamadas a innovar, identifique cómo lograrse cuando se es una Pyme.

Juliana Sánchez
11 de septiembre de 2019

La innovación se presenta hoy en día como la receta clave para crecer, diferenciarse, sobrevivir y mantenerse vigente, de hecho, Josepth Schumpeter planteó que las economías se refrescan a través de la introducción de nuevas tecnologías o compañías que generan procesos de destrucción creativa. ¿Pero será que este proceso aplica para todos de la misma manera? Sin duda puede ser más fácil innovar para una empresa naciente o startup, dado que su estructura puede ser más ligera, la toma de decisiones más rápida y los procesos más sencillos. Algunas de estas características permanecen en la pequeña y mediana empresa, sin embargo, con el crecimiento, se presentan nuevas dinámicas que complejizan los procesos de innovación. Aún así, la necesidad de transformación aplica por igual a todas las empresas sin importar su tamaño o su momento de vida.

Los principales retos de las pymes para innovar se presentan frente al tiempo y los recursos, lo que necesariamente lleva al dilema de si se elige innovar o se debe operar. La disyuntiva es real, incluso para las grandes empresas. Pues se ve a la innovación como algo aislado de la operación, cuando en realidad, puede convertirse en un apalancador o habilitador de la misma. El tema es que solo se puede ver de esta manera, cuando se tiene presente que innovar no necesariamente significa crear algo nuevo que nadie haya visto, sino que también se pueden generar victorias de corto plazo a través de la innovación incremental, enfocada a mejorar el core actual del negocio. El verdadero reto de la innovación se encuentra entonces en cómo generar suficientes iniciativas de explotación que aseguren la viabilidad actual, mientras se tienen en la mira desarrollos que aseguren la viabilidad futura.

¿Qué puede hacer entonces una pyme para innovar? Lo primero es buscar formas de reinventarse. En un periodo de 3 años, es común que 9 de 14 startups no logren sobrevivir. De hecho, el 90% de los emprendedores afirma que su negocio actual es diferente al negocio con el que empezaron. Por tanto, la pequeña y mediana empresa deben buscar nuevos horizontes de crecimientos, nuevas formas de obtener ingreso y diversos modelos de negocio que les permita permanecer vigentes.

Así mismo, deben diseñarse modelos de operación para la innovación. Es decir, tener bien sea personas dedicadas a la innovación, o equipos de proyectos especiales que saquen el tiempo que requiere el desarrollo de las nuevas iniciativas. Si esto no es posible, pueden buscarse opciones alternas como contratar a practicantes que se encarguen de sacar adelante las iniciativas, desarrollar proyectos de innovación abierta en donde puedan apalancarse los esfuerzos con universidades, Gobierno o incluso otras empresas, o incluso tercerizar los procesos de identificación de oportunidades, generación de ideas y construcción de modelos de negocio.

Finalmente, defina procesos de innovación enfocados a la generación de iteraciones rápidas y baratas que permitan tomar decisiones oportunas. Así mismo, asigne los recursos de forma paulatina, a medida que se van madurando las ideas generadas. Esto permitirá controlar el riesgo y desarrollar un portafolio que le apunte no solo a iniciativas de corto plazo, sino también a aquellas futuras que cambiarán por completo la dinámica del negocio.