CAMILO DÍAZ

Se descuadraron las cuentas

Cada dólar de caída del petróleo recude los ingresos del Estado en $429 mil millones descuadrando las cuentas y mostrando que la diversificación económica es necesaria.

Camilo Díaz, Camilo Díaz
14 de marzo de 2020

La severa contracción de precios que ha sufrido el Brent, pasando de US$66 comenzando enero a niveles de US$35 por barril de esta semana, además de reflejar a través de la tasa de cambio – que alcanzó $4.040 por dólar – las debilidades de la economía nacional, ya descuadró las cuentas del Gobierno para este año y el siguiente. De primera mano el plan financiero no se va a cumplir puesto que se proyectó con precios del Brent de US$65 para el promedio del año, y una recuperación de precios a esos niveles luce lejana por dos razones. 

La primera, es que los efectos del Coronavirus en la economía mundial van a afectar el crecimiento de las principales economías. China como segunda economía ya no va a crecer al 7,5% sino a una tasa del 4% o 4,5%, y Europa puede entrar en recesión de acuerdo como avance la extensión del virus en Italia y si el contagio logra afectar significativamente a Francia y Alemania frenando la producción en los principales centros industriales. Estados Unidos, aunque con menor impacto también se ha cancelado el tránsito de pasajeros con Europa, además la cadena de suministros esta igualmente afectada por que los despachos de componentes y el comercio internacional están duramente alterados golpeando la industria y manufactura americanas.

La segunda, es que la ruptura del pacto de la OPEP+ donde Rusia y Arabia Saudita eran los líderes no es fácil de recomponer. Las calidades de petróleo de Arabia y Rusia compiten por cuota de mercado en Asia donde Rusia desplazó a Arabia como principal proveedor de China. Mientras tanto la producción de Estados Unidos gracias al Shale Oil está en 12,7 mbpd, entonces Arabia y Rusia necesitan eliminar a los productores de Shale cuyos costos de producción bordean US$45 por barril para rebajar la oferta de petróleo sin sacrificar cuota de mercado. Así las cosas, en los próximos meses habrá abundancia de suministros de petróleo en un ambiente económico con disminución de la demanda a causa de la desaceleración global, ambos factores van a mantener los precios del petróleo deprimidos buena parte del año.     

Por cada dólar que caen los precios del petróleo los ingresos del Estado se reducen cerca de $429 mil millones; $217 mil millones por menos dividendos desde Ecopetrol, y otros $212 mil millones por menor recaudo tributario. Al subir los ingresos aumentan $261 mil millones; $116 mil millones por dividendos y $145 mil millones por recaudo. Por otra parte, el saldo en dólares de la deuda colombiana con la depreciación que sufrió el peso paso a encarecerse 10% elevando el servicio a la deuda. 

La diversificación de la economía colombiana ya no es una petición de voces caprichosas que piden que se ponga en marcha una política de desarrollo productivo. Esa acción ahora es una obligación de responsabilidad en el manejo de la economía, ya que depender de los ingresos provistos por un solo producto, es irresponsable en el ámbito fiscal, y demasiado arriesgado económicamente, mucho más como en el caso de Colombia que produce menos del 1% de la oferta mundial y es irrelevante en la formación de precios. 

El comportamiento del petróleo no es responsabilidad del Gobierno, tampoco el de los activos financieros. Lo que sí es su responsabilidad es tomar las decisiones adecuadas en el frente fiscal, y de política económica para garantizar la estabilidad de la deuda pública y disminuir las vulnerabilidades que carga el país fruto del déficit en cuenta corriente que se ha mantenido financiado con exportaciones de petroleras y deuda externa. Las calificadoras de riesgo han llamado la atención continuamente sobre ese aspecto; el BID también hizo recomendaciones en 2014 cuando ocurrió el choque de precios anterior; y ahora la realidad pasará la cuenta al bolsillo del Estado obligándolo a reconfigurar sus cuentas de este y el próximo año.