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Rol de padres de familia y calidad de la educación

La educación de un niño es un acontecimiento social que incluye a la familia, la escuela y la sociedad, sin embargo, en Colombia tendemos a creer que ese hermoso y delicado proceso es exclusiva responsabilidad de la escuela y de los maestros.

Ángel Pérez
11 de marzo de 2016

Algunos padres de familia añoran que su hijo cumpla 3 o 5 años para entregárselo a los colegios como si estos fueron cuidadores y no educadores, y lo más grave, de ahí en adelante, la sociedad de manera implícita acepta que la responsabilidad por la educación, los resultados del aprendizaje y la calidad de la educación de los niños, niñas y jóvenes es sólo del colegio o de sus maestros.

Miren ustedes titulares de los medios de comunicación donde se señala que los malos o buenos resultados de los estudiantes en las pruebas Saber, Pisa u otras son de los colegios o de los docentes, nunca de los padres de familia. Lo interesante de este tema es que existe evidencia en el mundo para afirmar que los sistemas educativos y los colegios exitosos son aquellos que logran vincular a los padres de familia con el proceso educativo de sus hijos. Lo anterior se cumple aún con madres o padres con bajo nivel educativo y con desventajas económicas.

Anotando que no podemos ocultar los efectos negativos que tienen las desventajas socioeconómicas en la participación de los padres de familia en la educación de sus hijos y en su aporte al desarrollo del sistema educativo. A continuación, enumero algunos muy especiales, que a veces se nos olvidan a quienes proponemos o elaboramos políticas educativas: 1) Las diferencias entre las condiciones económicas de las familias (Gini de 53.9); 2) la guerra (más de 50 años en conflicto interno); 3) el desplazamiento forzado (más de 5 millones de desplazados); el embarazo juvenil y los hijos no deseados (una de cada 5 mujeres, de 15 a 19 años, ya es madre o está embarazada); 4) la inserción de la mujer al aparato productivo (en las 3 últimas décadas la mujer en Colombia duplicó su tasa de participación laboral); y 5) Según la encuesta de calidad de vida del año 2014, realizada por el Dane, los hogares con jefatura femenina en Colombia alcanzan el 34.7%, de los cuales el 38.5% de estos hogares no tienen cónyuge y tienen hijos menores de 18 años.

Lo anterior ha contribuido de diversas maneras a fracturar la familia biparental y a que esta descuide sus responsabilidades frente a la educación de sus hijos. Maestros y rectores que los citan a padres o responsables a las aulas o a los colegios y éstos nunca aparecen. Al contrario, algunos padres maltratan o son el peor ejemplo para el niño. Así mismo producto de la desmotivación que genera la familia o el entorno social del estudiante, los docentes deben luchar para cambiar percepciones o imaginarios como: ¿para qué estudio?, o ¿para qué sirve el esfuerzo y la dedicación al estudio?, todo da igual, mi camino y mi vida son un fracaso.

Vincular a los padres, y en general a las familias de bajos ingresos y con escasa educación, a los colegios es todo un reto que debe ser asumido por el Estado, la sociedad, las instituciones escolares y los docentes. Lo anterior requiere innovación, reglas de juego claras, proyectos educativos y actividades curriculares que van más allá de las aulas y los colegios, para que se pueda afectar el entorno. Cambiar la forma como participan los padres de familia demanda con urgencia acabar las reuniones de entrega de informes académicos y sobre todo de comportamiento y disciplina. Los docentes deben entender que produce mejores resultados trabajar de manera personalizada con los padres de familia de acuerdo con las características de cada niño, a algunos habrá que dedicar más tiempo y esfuerzo.  

Además, es muy importante integrar a los padres de familia al trabajo en el aula, un estudio (Perry Preschool program) en Ypsilanti (Michigan) realizado en los años sesentas encontró que las madres, con los más bajos niveles educativos, reproducían en sus casas con sus hijos de preescolar los trabajos que efectuaron los maestros en el aula, mientras ellos asistían y colaboraban con los maestros. También se ha demostrado que el principal agente motivador para los estudiantes son los padres de familia, niños y jóvenes valoran más la educación, desertan menos y se esfuerzan más por mejorar resultados cuando se fortalece la alianza familia y educación. Por ello, para la calidad de la educación los padres de familias son fundamentales.

Termino para que entendamos la importancia de los padres de familia en el proceso educativo citando al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien en el discurso sobre El Estado de La Unión, en el año 2011, sostuvo que: “La cuestión es si todos nosotros - como ciudadanos y como padres- estamos dispuestos a hacer lo necesario para dar a cada niño la oportunidad de alcanzar el éxito. Esta responsabilidad no comienza en nuestras aulas, sino en nuestros hogares y comunidades”. Aclaro, en Colombia se requiere una pequeña ayuda para que los padres conviertan sus hogares en actividades y ejemplos que complementan el esfuerzo que realizan miles de maestros en la escuela, a pesar de las enormes dificultades que generan las especiales condiciones de las familias en Colombia.