Opinión On-line

¿Quién responde por el daño?

Un carro chocado lo reparan pero no la punta del chasis que también resultó afectada. Ahora ni siquiera el concesionario se lo recibe como parte de pago por uno nuevo. ¿Ford del Camino y Sura tienen algo para decir? Opinión de Luis Fernando Botero C.

Luis Fernando Botero C, Luis Fernando Botero C
19 de agosto de 2014

Cada día nos s0rprende más la industria automotriz puesto que su enfoque comercial se centra en la venta de carros, en el fortalecimiento de la imagen de la marca y en una “guerra” en las condiciones de venta, el cliente poco importa. Sus necesidades son ignoradas, los distribuidores se limitan a imponer sus criterios y a lograr que el cliente que llegue, saque la chequera y pague, después de la venta, ese cliente tendrá que soportar –como lo veremos en este caso- el maltrato y la falta de transparencia en sus acciones.

Wilson Puerta es un profesional agropecuario del Departamento Técnico de Colanta y su labor exige que a diario esté en fincas asesorando a los productores para ello requiere el vehículo Ford Ecosport que en febrero de 2014 compró en Ford del Camino, concesionario de vehículos de esta marca en Medellín. El 23 de abril, con solo dos meses de adquirido su vehículo, Wilson es víctima de un aparatoso accidente, un choque que casi destruye por completo su carro, es declarado libre de culpa, y de acuerdo con la evaluación del siniestro, la reparación cuesta casi $26.000.000, el 46% del valor asegurado, y por lo tanto será reconstruido. Comienza el martirio…

Debo recordarle a mis lectores que se trata de un carro indispensable para que Wilson pueda desempeñar su trabajo, y en consecuencia, la póliza de seguro correspondiente la asume el propio empleador –Colanta-, quien además corre con los gastos de mantenimiento del mismo, sin embargo, y a pesar de que el choque sucedió el 23 de abril, sólo el 13 de mayo -20 días después- Suramericana de Seguros autoriza la reparación del auto, pero hace una anotación en el documento correspondiente en la que explica que se trata de una reparación que se demorará mucho tiempo ya que, según lo expresa Juan Carlos Tobón de Sura: “Se trata de un golpe fuerte y se deberá esperar la llegada de los repuestos para poder iniciar labores, algunos de ellos por importación ya que se trata de repuestos de baja rotación”.(sic)

Pasan los meses y Wilson sigue sin su carro, aunque Ford del Camino y solo a partir del 9 de junio, le facilitó uno para que cumpliera, con algunas limitaciones, sus actividades laborales. De todas maneras, no deja de “taladrarle” en su mente el hecho de que aunque el carro apareciera como desbaratado e inservible, lo tendrá que aceptar reparado quién sabe en qué condiciones. Solicita a la compañía de seguros que revalúe la decisión de arreglarlo y lo considere pérdida total con el fin de que pueda tener un carro nuevo, su propuesta no es aceptada. Entre tanto desconoce si los repuestos necesarios para la reparación ya fueron pedidos a Brasil.

A principios de agosto, 100 días después del choque, Ford del Camino le informa que puede pasar por su carro reparado, el arreglo había costado más de $36.000.000, pero Wilson había tomado una decisión muy justificable, le pidió que avaluaran su carro como valor de retoma para la compra de uno nuevo. ¡Sorpresa! Los especialistas en avalúos de esta empresa concesionaria de Ford le informan que el valor de retoma no lo entregan porque el carro sufrió un golpe tan grande que afectó la punta del chasis y en consecuencia no les interesa la recompra, sin embargo, tienen el descaro de informarle que había un comprador que ofrecía $35.000.000, un valor inferior al costo del arreglo. Le parece increíble que:

• Parece increíble que quien hizo el avalúo para determinar si era reparación o declaración de pérdida total, no hubiera tenido en cuenta el estado del chasis al momento de pasar a la compañía de seguros el valor de la misma, lo que hubiera permitido tomar una decisión justa, correcta y transparente, la cual en estos momentos, Wilson considera no se tomó.

• ¿Cómo se atreve un taller, que cotizó para reparar un carro chocado, a entregarlo con un daño que lo inhibe para recibirlo como parte de pago por uno nuevo? ¿No se trata de un acto repudiable? Un carro reparado por un taller de un concesionario autorizado de una marca poderosa como Ford, tienen que garantizar que lo devuelven en perfecto estado y en este caso, no es así.

• Parece increíble que un taller que debe hacer cotización y avalúos de choques todos los días le entregue a Suramericana de Seguros el presupuesto de la reparación en $26.000.000 y al entregar el vehículo, la misma costó $36.000.000. Con la primera, el carro era reparable y con la segunda, hubiera sido declarado pérdida total. O existe mala fe o alguno de los técnicos hizo mal su trabajo y en consecuencia debería ser él quien pague por una gestión mal hecha, y no el cliente quien solo dos meses antes pagó casi $57.000.000 por el carro nuevo.

• ¿Dónde está el cliente en todo este caso tan oscuro? Más de 100 días para arreglar un carro y entregarlo reparado en un estado similar al que entró al taller, solo que con los repuestos de la carrocería nuevos pero el chasis con el mismo problema.

• ¿No debería Suramericana de Seguros tomar cartas en el asunto y exigirle al taller que reparó el vehículo que se lo entregue en perfecto estado, incluida la reparación de la punta del chasis? –Desconozco si ello es posible-. Pero si no lo exige, ¿cuál será el valor asegurado del carro de Wilson que ya en este momento ni siquiera el concesionario lo acepta como parte de pago por uno nuevo de la misma marca?

• Resulta inaudito, falto de seriedad y de responsabilidad con sus clientes que esta empresa Ford del Camino venda carros nuevos, cuyos repuestos en caso de un siniestro, no tienen disponibles, y como consecuencia, cualquier caso imprevisto como el de Wilson, se demorará meses en encontrar solución. Si al cliente que va a comprar le dijeran que debe cuidar mucho su carro porque en caso de un choque no le garantizan la disponibilidad de los repuestos, las decisiones de compra cambiarían fuertemente.

Este es un verdadero juego con el cliente, es un juego en el cual el único que pierde es él. Wilson esperaría que Suramericana de Seguros y su perito, quien debió evaluar la cotización del daño por el choque, le garantice que su carro nuevo asegurado y cuya reparación fue aprobada, se cumpla a cabalidad, y en consecuencia, Ford del Camino le entregue a su cliente el carro tal como estaba al momento de comprarlo y sin problemas para revenderlo porque ahora tiene afectada la punta del chasis por culpa del choque que ellos garantizaron que repararían bien.

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