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Reformas para estimular inversión en mercados emergentes

India, Turquía y Suráfrica tres de los más prometedores países para atraer inversión extranjera y con un creciente potencial de invertir en el exterior, tienen muchas cosas en común. Opinión de Maria Alejandra Gonzalez-Perez.

Dinero
3 de julio de 2012

Tienen entre muchas cosas en común, contar con objetivos de largo plazo, y haber tenido recientemente reformas institucionales drásticas para equilibrar la eficiencia del sector público, aumentar la productividad del sector privado, y empoderar la sociedad civil con el fin de incrementar la inversión y las actividades comerciales de estos países.

En el marco de la conferencia anual de la Academy of International Business (AIB), la asociación que reúne a los académicos bajo las disciplinas y campos de acción que afectan los negocios internacionales, la cual tuvo lugar en Washington del 30 de Junio al 3 de Julio 2012, los embajadores de India, Sudáfrica y Turquía en los Estados Unidos presentaron las perspectivas oficiales de estos países en cuanto a la necesidad de fortalecer las instituciones, y continuar la promoción de reformas interna e internacionalmente.

Tanto la India, como Turquía y Sudáfrica, han tenido una historia reciente de cambios estructurales en sus instituciones, con miradas firmes a promover inversiones extranjeras en sus países y propiciar inversiones fuera de ellos. Los tres representantes oficiales de estos tres países reconocen que las reformas radicales a los sistemas internos han implicado sacrificios, pero han compartido la convicción que los sacrificios que han implicado estas reformas van a ayudar a sus ciudadanos en el futuro.

Fortalecer las instituciones significa “definir las reglas del juego en una sociedad”. Los países de economías emergentes, debido a que su participación en mercados globales ha sido relativamente posterior a la de los países desarrollados, cuentan con una especial incertidumbre en cuanto a temas de inversión e internacionalización. Coinciden los presentantes de estos tres países, que robustecer las instituciones (regulatorias, políticas y económicas) es crucial para garantizar que se tomen provisiones con miras a beneficios en el largo plazo, y al mismo tiempo compensar en el corto plazo las deficiencias derivadas de la falta de experiencia internacional, y garantizar a los inversionistas extranjeros estabilidad.

En palabras de Arun K. Singh, embajador de la India en los Estados Unidos cuenta como “India antes del imperio británico representaba el 25% del producto interno bruto mundial, después de la independencia del Reino Unido en 1947 solo representaba el 2% mundial”. Sobreponerse a esta situación, supuso para la India comenzar un proceso de reformas, hasta lograr en el año 1990 la liberalización económica. Esta, implicó de manera enfática propiciar el mejoramiento de las cadenas de suministro, inversiones dramáticas en infraestructura, alianzas público-privadas para garantizar servicios públicos.

Las reformas en Sudáfrica que se hicieron inspiradas en Nelson Mandela, como lo expresa Ebrahim Rasool, embajador de este país en Washington, tuvieron sus cimientos en el principio de la metáfora “tocar el violín”. De acuerdo al embajador Rasool “las reformas que necesitaba Suráfrica suponían tener una mano izquierda firme, y la mano derecha creativa”. Esto se tradujo en buscar tener un gobierno regulador de los escenarios macro-económicos con el fin de evitar caer en medidas populistas, y en el diseño e implementación de políticas de privatización incluso de las mayores empresas estatales.

Namik Tan, Embajador de Turquía en los Estados Unidos desde el año 2010, describe como este país pese a depender de importar actualmente el 88% de su energía, atribuye su prosperidad actual, al haber aumentado el rol del sector privado, y haber fortalecido sus instituciones financieras. Dice el embajador Tan, “Estambul quiere convertirse en un centro financiero mundial, y para lograrlo aún más reformas están por llegar”.

Al preguntarles a los embajadores sobre lo que representan tener inversiones de países como China en sus países, el embajador Rasool de Sudáfrica respondió “tanto en las relaciones personales como en las relaciones comerciales, si tu no puedes estar con quien amarías estar, tienes que amar a con quien estas”. Haciendo referencia, que aunque tienen una política que no discrimina la nacionalidad de las empresas inversionistas, reconocen que habían deseado contar con inversiones de países Europeos, o de los Estados Unidos, más sin embargo es China quien ha invertido en ellos. Dice el embajador Singh de la India “el dinero de los Estados Unidos es capital ansioso de retornos expeditos, las inversiones de China son pacientes”.

PhD - Jefe del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT.