MANUEL RESTREPO

¿Qué puede hacer un país para ganar el Mundial?

El fútbol es uno de los deportes más apasionantes que existen y también uno de los más impredecibles. En la fiesta del Mundial de Fútbol observamos que países que no tienen los mejores estándares económicos, ni el mayor capital para invertir en el recurso humano del deporte, son los mejores en su desempeño.

Manuel Restrepo, Manuel Restrepo
18 de junio de 2018

Países como Brasil, Argentina, España, Uruguay y otros, han sido víctimas de crisis económicas e inflacionarias, además de experimentar largos déficits fiscales durante su historia que podrían corresponder a pocos recursos para capacitar a las generaciones en este deporte. Por otro lado, vemos países como EE.UU, Canadá y China, que tienen mayores recursos económicos e invierten en el talento humano, no obstante tienden a mostrar pobre desempeño a la hora de jugar.

¿Habrá acaso algunas razones que puedan explicar el desempeño de los jugadores de fútbol como consecuencia del entorno en el que ellos se desarrollan? En otras palabras, ¿hay algo que un país pueda hacer para preparar mejores jugadores para una selección sólida en su desempeño?

La respuesta es parcialmente afirmativa, según la revista británica The Economist. Tomando los datos de partidos ganados desde 1990 y los goles anotados, ellos han construido un modelo estadístico que trata de explicar varias variables que pueden ser relevantes para explicar la diferencia en desempeño entre un equipo y otro.

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Las variables que tienen en consideración son: 1) el PIB per cápita de un país, dado que los países más ricos tienden a ser más deportivos; 2) la población “futbolera”, medida por el número de clubes en las ligas oficiales normalizado por la población total del país, las búsquedas de fútbol en Google relativo a otros deportes, y como medida general de interés por deportes, las medallas olímpicas ganadas per cápita; 3) la ventaja regional, lo cual tiene en cuenta los goles anotados normalizado por la fuerza de sus opositores. En este caso, un gol de la selección Colombia vale más que un gol de la selección de México dada la mayor dificultad de los contrincantes de la Conmebol vs. La Concacaf.

El modelo de The Economist explica el 40% del diferencial en desempeño entre un equipo y otro. Es decir, el hecho de que un país sea más rico, con una población más interesada en el fútbol sobre otro deporte y tenga una constante competencia regional de alto nivel, explica parcialmente en dónde se puede cultivar una selección de fútbol victoriosa para un mundial.

De acuerdo a dichos resultados, son cuatro lecciones las que los hacedores de política deportiva pueden aprender de dicho modelo para incrementar el éxito futbolístico en su país. Primero, incentivar a los jóvenes a pensar creativamente. Por ejemplo, en Uruguay, Argentina y Brasil, el fútbol inició con el futsal, el cual requería una técnica exigente y creativa para manipular el balón, y que fue la rutina de aprendizaje de leyendas como Pelé, Maradona, Lionel Messi y Neymar. Caso similar aplica para el fútbol de calle o ballon sur bitume.

Segundo, evitar que los jóvenes talentosos caigan fuera del proceso de capacitación profesional. Esta es una de las razones por las cuales EE.UU no tiene un equipo de talla mundial y que a pesar de tener otros factores en el modelo que son muy a favor de un equipo sólido, el país todavía tiene un sistema pobre de preparación de jóvenes en las universidades, dado que el mayor interés por prepararlos está en otros deportes como baseball, basketball, fútbol americano, o incluso Hockey.

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Tercero, hacer que los jugadores logren un mayor nivel de competitividad. Para países que no tienen un nivel alto competitividad regional, esto se logra exportando jugadores a las ligas más competitivas a nivel global e importando entrenadores que logren una preparación de alta exigencia. México es uno de los ejemplos que carece de un nivel alto de exigencia profesional, dado que los salarios de jugadores en el país es relativamente alto, sus jugadores tienen una baja experiencia en clubes internacionales.

Por último, prepararse propiamente para el mundial, lo cual es el 60% restante que el modelo no explica. Al final un país puede preparase meticulosamente para ganar un mundial y por detalles inesperados, puede quedar fuera del campeonato. Es por eso que la preparación particular y la mitigación de errores que cuestan caro, será también un determinante relevante.