GREGORIO GANDINI

¿Qué nos dicen las ventas minoristas de noviembre?

Con la publicación del dato de comercio minorista para noviembre y la importancia del consumo de los hogares dentro del crecimiento económico, he decidido revisar su publicación, para analizarlo y ver qué pistas nos puede dar de crecimiento en el cuarto trimestre del año.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
22 de enero de 2020

En mi columna del pasado 11 de noviembre titulada ‘El consumo, echándose el crecimiento al hombro‘ hablaba de cómo el consumo de los hogares fue el gran motor que impulsó el crecimiento del tercer trimestre, ya que con 4.9% exhibió la mayor tasa anual en los dos últimos años, como puede verse en el gráfico 2 inyectó un importante dinamismo a la economía. Sin embargo, uno de los problemas de seguir el crecimiento económico a partir de las variaciones del producto interno bruto (PIB), es que la publicación de este indicador es trimestral y esta temporalidad puede ser muy larga en especial para adaptarse a cambios en las tendencias de sus principales componentes, por eso referente al consumo, un dato clave a tener en cuenta es el de las ventas al por menor.

Mi columna del 11 de noviembre.

Grafico 1. Elaboración propia. Datos Dane

Las ventas al por menor se usan como una variable de aproximación del grupo de gasto de consumo de los hogares en el PIB, lo que permite tener datos mensuales para tratar de predecir los cambios en sus tendencias. En el gráfico 1 se puede ver que en noviembre la tasa anual de las ventas al por menor es de 4.4%, una reducción del registro de octubre de 7.4%, siendo estos dos de los tres meses que comprenden el cuarto trimestre de 2019. Por eso creo que vale la pena ver en mayor detalle qué fuerzas llevaron a este cambio en la tendencia. 

Un elemento clave dentro de este indicador, calculado por el Dane, es que incluye la compra de vehículos y es precisamente ahí donde se presentó un descenso importante de -16% comparando noviembre de 2019 con el mismo del mes anterior, de esto se deriva que si revisamos el índice que excluye este grupo y combustibles, el dato es mayor en noviembre con 9.7% frente a octubre con 9.0%. Mientras el mayor crecimiento se dio por cuenta del grupo de alimentos (víveres en general) y bebidas no alcohólicas que marcó una tasa de 11.2% frente a 8.6% de octubre, esto representó 2.2 puntos porcentuales de la variación total de 4.4%. Además, si se revisa el comportamiento de las variaciones anuales por ciudades, vale la pena notar de las 5 ciudades revisadas, Bogotá es la única que registra un descenso con -3%, mientras Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Medellín muestran aumentos con 10.1%, 4.9%, 1.9% y 5.6% respectivamente. Es importante tener en cuenta que todo esto también puede estar afectado por el hecho coyuntural del paro nacional el 21 de noviembre y las marchas que le siguieron que afectaron el desarrollo normal del comercio.

Grafico 2. Elaboración propia. Datos Dane

¿Pero qué tanto permite seguir este dato predecir el componente del PIB de consumo? Precisamente, para responder esta pregunta, el gráfico 2 muestra una comparación de la variación del dato de consumo final de los hogares del PIB medido como su variación anual, contra el promedio móvil de tres meses de la tasa de anual de las ventas minoristas. Este promedio móvil quiere decir que cada dato equivale al promedio de las tasas de crecimiento de los tres meses anteriores lo que permite evaluar el comportamiento de la tendencia de las tasas.  

En el gráfico 2 se puede ver que, en 6 de 7 trimestres revisados de datos del consumo, la tendencia del promedio móvil predice su movimiento, por lo que si nos guiamos por esa misma lógica con dos de tres meses publicados sería de esperar que el consumo pierda dinamismo para el cierre de año, lo cual afectaría el crecimiento total para 2019. Mucho de esto dependerá de la fuerza que tengan las compras navideñas y si la actual tendencia decreciente se puede revertir, en especial en Bogotá, pero lo que parece ser es que las compras minoristas todavía tienen mucho que decir.