RÁUL ÁVILA FORERO

Profesor Pékerman, ¡gracias!

Después de casi 7 años, José Pékerman dejó la dirección técnica de la Selección Colombia de fútbol. Una noticia que llega con gran infortunio para muchos colombianos que aspirábamos a la renovación de su contrato e incluso, en varios jugadores que se formaron con él, se sintió una profunda desazón.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
10 de septiembre de 2018

El argentino que nos llevó a cuartos de final en Brasil 2014 y a octavos en Rusia 2018 dijo adiós. El pasado 4 de septiembre, Pékerman oficializó su decisión de no continuar en la dirección técnica de la Selección Colombia por motivos personales.

A pesar de la fe que se mantenía en la renovación de su contrato por las afirmaciones realizadas por Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, un mes antes de su retiro, el manto de dudas de la dirigencia, y el no alineamiento de intereses comunes, parece debilitó su salida del cargo, nada diferente con lo que puede pasar con un directivo, jefe o gerente en cualquier compañía.

Su salida no deja más que agradecimientos por parte de la mayoría de los colombianos que gozamos y sufrimos con la Selección Colombia que él transformó en un equipo fuerte mentalmente. Una selección que forjó con risas, lágrimas y sudor, un compromiso que muchas veces se interpuso en su vida personal y que, a pesar de eso, pudo sacar adelante superando claramente las expectativas que se tenían a inicios de 2012.

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Uno de los elementos más significativos, pero poco apreciados de la exitosa gestión de Pékerman al frente del combinado patrio, ha sido el impacto social y cultural que su dirección generó en los triunfos y hasta en las derrotas al interior del país.

No solo Colombia gozó como nunca con los triunfos de la Selección, sino que el ejemplo de personalidad, sus métodos, maneras y su forma de trabajar, dicho por los propios jugadores, terminarán siendo un gran aporte a nuestra sociedad.

Es más que seguro que la historia colombiana del fútbol lo recordará eternamente. Puede decirse que fue una grata sorpresa ver a una Selección Colombia que no se veía desde la gestión de Francisco Maturana/ Hernán Gómez en los años 80 y 90.

Con él, la tricolor sufrió un antes y un después que resalta el gran desempeño del exdirector técnico durante su acompañamiento a nuestra selección desde 2012.

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El nuevo liderazgo, el trabajo en equipo, el respeto por el otro y la planificación como estrategia para el éxito, son algunas de las lecciones que nos dejó en su legado, todas estas enseñanzas de fútbol, pero aplicadas al mundo de los negocios.

A mi gusto, el técnico Pékerman sabía liderar, tomar decisiones acertadas e inculcar respeto por el equipo, aunque no siempre forjó los plenos resultados esperados en el equipo, motivó y lideró cambios de mentalidad que catapultan a la gente exitosa.

Generó mensajes sobre lealtad y compromiso, dos aspectos que deben caracterizar a unas personas independientemente de su cargo y el momento o la circunstancia por la que esté pasando, donde apoyó a jugadores en momentos de bajo rendimiento en sus clubes, o no convocó a los de su confianza, a pesar de influencias y presiones externas.

También nos enseñó, sobre el poder de decisión que debe tener un líder en momentos cruciales para lograr el bien común, catapultando en su momento a James, Falcao, Ospina, (Yepes en su momento) o Sánchez como ejes  de su legado en la cancha y fuera de ella.

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Su liderazgo, cambió cifras negativas por positivas, lo que creó una mentalidad ganadora; los 13 partidos que jugó la selección antes de la era Pékerman salieron con cifras negativas gracias al bajo desempeño del equipo.

De los 13 que se jugaron, se perdieron 8, se empataron 2 y solo se ganaron 3. Ello dejó un marcador total de 15 goles a favor y 23 en contra, para un saldo negativo de 9 y un rendimiento del 28,2%. Indicadores que, si se analizan bajo una perspectiva gerencial, da para iniciar todo un replanteamiento de la estrategia.

Pékerman fue el técnico con el mejor desempeño en la historia reciente del fútbol colombiano. El rendimiento de la selección con este estratega fue de 74%, pues dirigió nueve partidos mundialistas con seis partidos ganados y 18 goles a favor, con solo siete en contra, dando señas que en los momentos más determinantes, el equipo se mentalizó en ganar, a pesar de las limitaciones técnicas, de capital humano o de disponibilidad de sus mejores fichas.

Así, antes de Pékerman, la Selección Colombia era considerada como una selección pequeña, que solo hacía parte del montón. No estaba en el radar y sólo se vanagloriaba del 5-0 sobre Argentina para las eliminatorias del mundial de Estados Unidos, o  del 1-1 con Alemania en el Mundial Italia 90.

El técnico logró claves en su desempeño buscando trabajar como en las organizaciones exitosas, dándole a cada colaborador una responsabilidad importante dentro de la estrategia, y dejando claro que solo es posible obtener resultados efectivos si cada uno da lo mejor de sí, sin rivalidades y aprendiendo uno del otro durante el proceso (como sucedió en convocatorias anteriores, no se recuerdan rivalidades fuertes e importantes al interior de la selección ni con el técnico).

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Luego llegó Pékerman e interpuso de golpe un nuevo estilo de jogo bonito (más práctico) y vimos una vez más a una Selección que no veíamos en años. Se percibía mucho más profesionalismo, con más capacidad, con un mejor desempeño, con mayor madurez. Un resultado de su arduo trabajo.

En sus objetivos más importantes (los mundiales de fútbol) la meta no era solo clasificar para ver qué pasaba, sino que se competía con la fijación de una objetivo claro: subir progresivamente en el escalafón.

Gracias a ello, no solo llegamos a cuartos de final hace cuatro años, sino que la Selección fue quinta en el mundial, fue dueña de la Bota de Oro y el Mejor Gol del Mundial con James Rodríguez. Ello fue un avance significativo, porque sus jugadas como equipo ya estaban dotadas de mayor lujo y organización, que el rendimiento del último mundial no fue el esperado, no demerita  la creación de un estilo y modelo que desde hace mucho tiempo no teníamos como equipo.

Con Pékerman, nuestra Selección tomó otra esencia, un nuevo estilo que la puso en el mapa de los mejores a nivel mundial. El profe escribió una nueva historia en el fútbol colombiano de mayores, y es algo que no se va a olvidar. Por lo pronto, ya suenan posibles candidatos para su reemplazo, pero sus enseñanzas perdurarán para siempre en nuestros guerreros que se la volverán a luchar para llegar a Qatar 2022. Toda nuestra gratitud, profe Pékerman, ¡Gracias!.