GUILLERMO VALENCIA

Populismo versus globalismo, el punto de quiebre del euro

Mientras los cimientos de la Unión Europea tambalean, la moneda de la comunidad se encuentra entre dos opciones, que podrían complicarle el panorama a los más globalistas.

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
25 de septiembre de 2018

El euro se debate entre una gran caída, que fortalecería el dólar americano, y un aumento, que impulsaría un ‘rally’ en los mercados emergentes. Ambos escenarios tendrían consecuencias diametralmente opuestas porque afectarían los precios de esa y otras divisas, es decir, al estado de ánimo del mercado.

De estos posibles escenarios, solo sabemos con certeza que la volatilidad en el euro aumentará. Según el indicador técnico, ‘Head and Shoulders’, su movimiento es tan incierto como tirar una moneda al aire.

Ahora bien, desde el punto de vista fundamental, la pintura es muy diferente. El liberalismo europeo, que fue la fuerza que garantizó el nacimiento de la Unión Europea, está en crisis.

Viktor Orban, en Hungría, y Mateusz Morawiecki, en Polonia, han consolidado reformas que debilitan la separación de los poderes en ambos países y constituyen una violación a los principios fundamentales de la Unión Europea.

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En efecto, por realizar reformas autocráticas, ambos países han sido penalizados, pero solo en el papel, porque para ejecutar dichas sanciones no puede existir el veto de ningún país.

Es de esta manera que Polonia protege a Hungría y viceversa. Además, ambos líderes se han consolidado a través de la promesa de separar su política migratoria de la impartida desde Bruselas. Este es el mismo argumento que llevó a Matteo Salvini a ser el primer ministro de Italia.

La siguiente gráfica muestra que los riesgos de los bonos de Italia y Hungría, que aumentaron desde mayo, empiezan a reflejar esta nueva realidad europea.

La pregunta no es hacia donde va el euro, sino quién triunfará en el duelo entre globalistas y localistas. El futuro del liberalismo europeo es lo que está en juego y en la mitad de se intríngulis está el sistema financiero italiano, el cual no solo tiene exposición al mercado de deuda de ese país, sino también al húngaro y polaco.

Por ejemplo, los bancos Unicredit e Insante San Paolo son respectivamente los más importantes tenedores de la deuda polaca y húngara. ¿Qué pasaría si las decisiones de uno de estos líderes populistas de Europa provoca un aumento en las tasas de estos bonos? La consecuencia sería una reacción en cadena en todo el sistema financiero italiano, que escalaría al resto de bancos europeos.

El futuro del euro no se definirá por el azar. Será el pulso entre el banco central europeo (ECB) y los movimientos populistas, que reclaman más localismo, y control de las fronteras. Estos últimos son quienes van ganando la partida, y probablemente el peso de estas decisiones caerían sobre las acciones de Intesa San Paolo y otros bancos italianos.

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PD: Mientras el punto de quiebre en Europa se resuelve, el maestro matemático, Michael Atiyah, reclama haber resuelto la conjetura de Riemann, un problema que no había tenido solución en los últimos dos siglos. De ser cierto, Atiyah habrá proporcionado al mundo un mapa de la distribución de los números primos, lo que tendrá profundas implicaciones en los sistemas criptográficos del mundo.