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La popularidad del populismo

En Latinoamérica los petrodólares o ingresos derivados de la exportación de materias primas han pagado las facturas que alimentan los bolsillos de los grupos de interés necesarios para que reine el populismo. El problema es que desde el 2014 esos petrodólares se acabaron.

Gustavo Valencia Patiño
4 de abril de 2017

Para los latinoamericanos hablar del populismo hace parte de la realidad política. Líderes que ofrecen promesas mesiánicas cómo: “llegó la hora del cambio”,  “llegó el tiempo de los menos favorecidos”,  el “problema son los extranjeros”, los “latinoamericanos somos más”, “fuera los gringos”, “el enemigo es el país vecino”, “es la hora de poner fin a la corrupción”, “fuera las corporaciones”, “arriba el producto nacional” y estas palabras, hacen parte de la retórica que estamos acostumbrados a escuchar generación trás generación.

A los populistas les encanta elevar el espíritu nacional, predicar que reivindican a los sectores de la población que han sido olvidados y recriminar las falencias  del establecimiento del entonces. Y claro, los populistas no hacen consensos. Chávez, Kirchner, Pinochet, son grandes representantes del arquetipo populista de la izquierda y la derecha en Latinoamérica.

La transición bipolar entre la extrema izquierda y la extrema derecha ha tenido la misma consecuencia: Desigualdad social, caudillismo, bajo acceso a la educación, más corrupción, una excesiva dependencia de las materias primas;  por eso, la bipolaridad de nuestro sistema nos ha atrapado en una región con un desarrollo tecnológico incipiente.

Los latinoamericanos con algunas pocas excepciones no hemos sido capaz de “agrandar el pastel” de la economía,  así que hemos estado atrapados  en dos modelos nefastos:

  • Modelo Ultra Izquierda: La distribución de la miseria. Pregonando igualdad social crean un sistema que  aparentemente genera más bienestar social en el corto plazo. El problema es el gran costo. Los populistas de la izquierda aumentan las burocracias, satanizan la ganancia económica, violan la libertad de emprendimiento y debilitan los marcos institucionales del progreso económico.
  • Modelo Ultra Derecha: El juego del monopolio. El populismo de la ultraderecha favorece la creación de monopolios. Nada diferente al juego de mesa de los hermanos Parker donde al final unos pocos jugadores se quedan con todo a costa de pobreza y miseria del resto. El populismo de la derecha en Latinoamérica concentró el poder alrededor de la tierra y no del capital humano y conocimiento.

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Pero un momento, si ambos sistemas son tan nefastos, ¿cómo es posible que estos modelos hayan perdurado en la historia de la política y economía latinoamericana?

Y la respuesta está en los recursos naturales. Los petrodólares o los ingresos derivados por la exportación de materias primas han pagado las facturas que alimentan los bolsillos de los grupos de  interés necesarios para permanecer en el poder.

El punto relevante es que desde el 2014 se acabaron los petrodólares que alimentaban los bolsillos de los populistas. Este gran cambio a nivel global está generando una gran tensión en la economía y política latinoamericana.

Se acabaron los petrodólares

La gráfica 1 muestra la correlación entre las importaciones netas de petróleo de Estados Unidos y el precio del petróleo. Esta gráfica muestra que Estados Unidos importaba US$700.000 millones  en el 2007 y en el 2014 importaba solo US$200.000 millones.

Precio del petróleo y las importaciones de petróleo de Estados Unidos. Fuente: IEA. Análisis Macrowise.

Esto se debe a la revolución de gas y petróleo de esquisto en Estados Unidos (Shale Oil). Actualmente Estados Unidos tienen la capacidad de ser independiente energéticamente.

En nuestro análisis nosotros vemos el precio de equilibrio del petróleo alrededor de US$40, el precio de pánico alrededor de US$32/ Barril y el precio de Euforia a US$55/Barril.

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¡El combustible del populismo latinoamericano se acabó! Para líderes como Nicolás Maduro, la chequera que lo mantenía en el poder está en problemas. El recurso natural que tapaba la mediocridad de su gestión económica ya no da sus réditos.

Pero el problema en Latinoamérica no solo se confina en el caso más extremo como Venezuela. Países como Brasil, México y Colombia van a estar bajo gran presión política con un petróleo por debajo de US$40/barril.

Gráfica 2 Factores de riesgo en países latinoamericanos. Escal 0-100%. Fuente: Trading Economics. Análisis: Macrowise.

La gráfica 2,  muestra los factores de riesgo más importantes de las economías latinoamericanas. Brasil es el país con mayor déficit fiscal, Colombia el país con mayor déficit de cuenta corriente. Brasil es país con mayor deuda gubernamental respecto al producto interno bruto. Seguido de Colombia y México.

Tal vez la crisis nos dé la oportunidad para crear un nuevo sistema político que soporte la creación de una economía de conocimiento y desarrollo tecnológico, donde los bienes públicos sean sagrados.

El populismo llega al mundo desarrollado

Para muchos académicos el fenómeno populista parecía aislado a países emergentes o en vía de desarrollo con debilidad institucional, o casos de la historia del siglo XXI y principios del siglo XX en Europa.

Ahora el populismo ha resucitado en los países desarrollados como  el UKIP en el Reino Unido, Donald Trump  en Estados Unidos, el Frente Nacional en Francia, Alternativa para Alemania, Podemos en España, el movimiento de las 5 estrellas en Italia.

En el próximo artículo vamos a analizar cómo el populismo en el mundo desarrollado está llegando a niveles que no existían desde la primera y segunda guerra mundial.

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