CLAUDIA VARELA

¿Permites la rebeldía creativa?

El conformismo se puede volver parte inherente a una organización donde se castre la creatividad, aunque por supuesto ninguna empresa diría que frenar los procesos creativos e individuales hace parte de su misión, pero ocurre y ocurre con frecuencia.

Claudia Varela, Claudia Varela
7 de abril de 2019

Retar el status quo no puede ser una misión solo por tarea. No puede ser solo una forma de asumir las relaciones y las estructuras. La rebeldía no constructiva puede ser una excelente forma de hacer el cambio. Pero la buena pregunta es si realmente en la mayoría de las organizaciones se fomenta el conformismo o la creatividad constructiva.

No solo para los empleados es recurrente caer en zonas de confort, los líderes son los primeros en dar el ejemplo de hábitos rutinarios y momentos funcionales. Cuando una organización tiene buenos resultados financieros de manera intuitiva y sin mucha planeación se celebran los quick wins y no importan mucho las decisiones sostenibles. Algunas organizaciones solo miran una parte de la historia sin profundizar mucho en los factores de éxito. El problema es cuando vienen los momentos de dificultad y no hay una base sólida.

El conformismo se puede volver parte inherente a una organización donde se castre la creatividad, aunque por supuesto ninguna empresa diría que frenar los procesos creativos e individuales hace parte de su misión, pero ocurre y ocurre con frecuencia.

Considero que si en realidad me interesa como líder tener una organización diversa, que evolucione y busque siempre dinámicas creativas es muy importante respetar la diferencia y no caer en el cómodo conformismo del resultado al corto plazo.

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Hay que dejar a los empleados que se rebelen. Los grandes cambios de la humanidad se han logrado a través de luchas por romper paradigmas y de rebeldes que como Colón pensaban que la tierra era redonda.

El conformismo es muy fácil de encontrar. Los consejos de “mejor no digas nada”, “mejor obedece” o las caras de aprobación ante ideas anacrónicas, aunque no haya acuerdo aparecen definitivamente de la comodidad de un sueldo fijo y un problema menos.

Es evidente que la presión social es una de las formas mas altas de conseguir que individualidades, que pueden generar cambio sucumban ante sentirse juzgadas y hasta maltratadas. Si las preguntas difíciles, los comentarios retadores y las ideas diferentes se vuelven una zona de “conflicto” es muy probable que esos personajes que tratan de alzar la voz para hacer el cambio decidan callarse y meterse detrás de una relación transaccional donde ya no hay compromiso.

Quisiera compartir algunas ideas básicas de cómo promover una creatividad rebelde que lleve a mejores resultados en equipos de verdadero alto desempeño:

1. Usa el talento de tu gente. Que no te asuste un talento diferente, deja la gente ser, reta el pensamiento, no la forma. Ayuda a construir mentes que sean innovadoras.

2. Construye con tus empleados su aporte personal al trabajo grupal.  No solo es lo técnico, es la actitud, las ganas de fomentar retos y de solucionarlo.

3. Potencia las fortalezas. Preocúpate por mostrar las cosas buenas de cada individuo, lo que realmente hace bien.

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4. Se un verdadero ejemplo. Si quieres comprometer a la gente para retar lo establecido y ser creativo hazlo tu y permite que eso pase.

5. Apoya abiertamente la rebeldía constructiva. Si eres de los jefes que no te gusta que te lleven la contraria, puedes olvidarte de que la gente va a ser genuina contigo. Simplemente va a obedecer, pero seguramente el compromiso no será alto. La gente cuando trabaja solo por dinero se va fácil donde le ofrezcan un poco más.

La tarea de generar ideas y una rebeldía que construya es de todos los días. Es una labor en la que debes creer para realmente meterle las ganas que requiere. Es incómodo, así que debes estar convencido de que eso es lo que quieres por que te va a generar esfuerzo.

Lo más fácil es seguir la tarea diaria, pedir obediencia, contratar gente igual a ti y decirle a todos cómo hacer las cosas. Me suena a un modelo de los 70 pero al menos garantiza un salario fijo.

El conformismo puede ser complaciente. Caer en la tarea repetitiva y pedir obediencia irracional te garantiza el salario, pero ¿qué tanto te genera crecimiento y desarrollo propio y del equipo?

No debemos perpetuar las malas ideas y las malas prácticas solo por no incomodarnos. Un buen líder invita a la irreverencia constructiva. ¿Lo haces tú?

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