Opinión Online

Sistemas de dirección para la formalización de empresas

Si bien los sistemas de dirección de las empresas no formales suelen ser muy distintos a las formales, también representan la clave para alcanzar los objetivos. En común tienen que ofrecer incentivos y planes de carrera para retener el talento y garantizar la supervivencia del negocio.

Invitado
25 de noviembre de 2015

Continuando con nuestro especial de Legado y Dirección, este artículo está dedicado a lo que en el management se ha denominado sistemas de dirección, que son los mecanismos e instrumentos que contribuyen a lograr que sus directivos y/o propietarios de negocio hagan lo que necesita la organización para cumplir con sus objetivos.

En las empresas formales los principales sistemas de dirección son: Remuneración, Evaluación, Formación, Capacitación, Comunicación, Planes de carrera, etc. Todos estos sistemas ayudan a motivar a las personas a cumplir los objetivos.

Una persona que está mal paga, o no tiene un plan de carrera, a lo mejor es una persona que constantemente está pensando en abandonar esa empresa y su pensamiento constante puede ser el de buscar otro empleo. Al contrario, si trabaja en una empresa donde lo guían, lo forman, donde tiene un sistema de remuneración bueno, donde existe un plan de carrera en el cual va ascendiendo a medida que cumple sus logros y además existe una buena comunicación, es un empleado que centra su pensamiento en producir para esa empresa.  

Frente a esta temática, ¿Qué pasa en las empresas no formales? Cuando se revisó este tema con mi equipo de investigación en el estudio realizado para el BID, hace ya unos años, nos encontramos con un mundo totalmente diferente.

Al sistema de remuneración no se le puede llamar así propiamente porque en definitiva en estos negocios no existe compensación real, lo que sí existe es lo que ellos llaman “el producido” o el sustento diario que da para vivir.

Me impactó mucho ver cómo los dueños de esos negocios eran felices con lograr el sustento para el hoy y ojalá un poco más. Lo producido hoy es ya suficiente motivación para seguir. Esto es posible porque de ese poco más del producido, es que se va ahorrando para las pensiones de los colegios y las matriculas de las universidades, de ahí mismo sale el dinero para los gastos de la casa y con esto todos los miembros de la familia hacen un gran esfuerzo por hacer muy bien su trabajo.

Es sorprendente ver como la gente cuando tiene necesidades valora mucho lo que en las empresas formales se conoce como remuneración variable y que en este tipo de negocios simplemente significa recibir un extra por un trabajo bien hecho, pero ese variable es un regalo para poder gastarlo en algo totalmente diferente y es algo muy valorado por todos los empleados.

Este tipo de prácticas las llevan a cabo las empresas no formales exitosas, las que no lo son, no pagaban el diario, escasamente les alcanzaba para los gastos de la casa, la educación y los servicios. También vimos casos de dueños que se gastan el dinero en alcohol y cigarrillos y por eso no cumplían con sus compromisos.
Aun así, el mayor porcentaje de propietarios lo hacen sorprendentemente bien, son ahorrativos, tienen su estilo, un buen sistema de comunicación e incluso planes de carrera, motivando a su familia a mejorar el futuro próximo, pero en el caso de ellos para salir a estudiar a una universidad, encontrar un empleo y ser un “doctor”.  

Recuerdo con mucho cariño a una familia que tenía una empresa de producción de velas y cuando les hablé de formalizarse me decían que eso no iba a funcionar nunca, no sé si fue ingenuidad mía, pero yo siento que hay mucho valor en esos colombianos y que por la poca ayuda estatal que aún reciben, ellos continúan con el gran temor de la formalización.

En la empresa formal los objetivos son anuales y no diarios como en las no formales. De estos colombianos que han sacado adelante a sus familias con este tipo de negocios comprendo hoy las palabras de Confucio: con un poco de hambre y frío se aprende más. Sus sistemas son más de valores y de reconocimiento porque más importante que el dinero, que nunca lo ha habido, es la felicidad y el prestigio al interior de la familia.

En la empresa formal los sistemas salariales son absolutamente importantes, incluso hay encuestas que reflejan cuál es el salario justo a valor de mercado de tal o cual  cargo, donde incluso se revelan los salarios de los empleados y directivos de empresas importantes, tanto el salario fijo como el variable. De hecho muchas familias empresarias formales compran estudios salariales y con base en éstos asignan los salarios.

En la empresa no formal, por lo general no hay salarios, hay ‘el diario’ que es absolutamente igual para todos, el fundador es el último que se paga. Primero están los proveedores, luego los bancos son cumplidos con sus deudas, luego pagan a todos los empleados que no son de la familia. Pagan el arriendo, los servicios y van haciendo una especie de fondo para todo lo demás, lo que sobra  es lo que queda para el fundador.

Me parece importante registrar también que los fundadores de este tipo de negocios que no lograban ser exitosos, eran muy dados a los excesos, por ejemplo electrodomésticos suntuosos,  lujos innecesarios. Este tipo de hechos era muy importante para los analistas del Banco de la Mujer cuando otorgaban créditos.

Para finalizar, tanto para los empresarios formales como para los no formales, es muy importante implementar los sistemas de dirección, ir encontrando poco a poco el camino para establecer unos sistemas de remuneración, fijos y variables, un plan de carrera para todos los empleados sean familiares o no, unos sistemas de evaluación y de comunicación orientados a que todos estén motivados a avanzar en la estrategia y a cumplir los objetivos en el corto, mediano y largo plazo. En especial un sistema de valores para no perder el rumbo.