Opinión Online

Mercado de Renta Fija: ¿el vaso medio lleno o medio vacío?

La volatilidad propia del mercado de capitales de vez en cuando abre oportunidades de inversión interesantes como puede ser el caso de la renta fija en pesos durante la actual coyuntura. ¿Cuál es la oportunidad y el riesgo?

Invitado
25 de noviembre de 2015

Esta semana tiene lugar la Junta Directiva del Banco de la República y los participantes del mercado financiero están esperando un nuevo incremento en la tasa de intervención entre 0,25% y 0,50%, con lo cual el nivel de la principal tasa de interés en la economía colombiana alcanzaría niveles cercanos a 6%, luego del aumento acumulado de 0,75% entre septiembre y octubre.

El desanclaje de las expectativas de inflación (el nivel de inflación esperado a mediano plazo se ubica por encima del límte superior del rango meta de inflación (4%) y continúa con tendencia alcista) es, sin duda, el principal motivo por el cual se anticipan nuevos incrementos en la tasa de intervención.

Sin embargo, más allá de este hecho que ha sido ampliamente discutido, vale la pena destacar cómo el incremento en la tasa de interés del banco central que termina transmitiéndose hacia otras tasas de interés de la economía, está abriendo oportunidades de inversión en el mercado de renta fija colombiano.
 
Partiendo de la premisa de que los factores actuales que explican el acelerado repunte de la inflación en meses recientes (de 4,4% a 5,9%) son transitorios y que en tres o cuatro trimestres el aumento en el costo de vida se moderará hacia niveles de 4% o menos, las inversiones disponibles hoy en títulos de renta fija en pesos colombianos son atractivas. Los títulos de deuda pública de largo plazo con tasas entre 8% y 9% y las tasas de los títulos de deuda corporativa entre 6% y 8% a corto y mediano plazo son niveles de tasas no observados hace varios años y con la caída de la inflación, unos meses adelante, se verán favorecidos.

La oportunidad surge en la medida en que se acerca el momento en el cual tanto inflación como tasa intervención del banco central alcanzarán un nivel máximo. Cuando la inflación descienda será evidente un atractivo nivel de tasas reales (descontando la inflación) y entonces aumentará la demanda por dichos activos disminuyendo las tasas nominales nuevamente. Incluso si la economía se enfría, es posible que el Emisor tenga que reducir la tasa de intervención una vez la inflación se encauce hacia el rango meta (2% a 4%).

Adicionalmente, un hecho muy relevante del mercado de renta fija es que en momentos donde las diferencias en las tasas de mercado de los títulos a diferentes plazos son amplias (curvas de rendimiento empinadas) se puede aprovechar para invertir en títulos de mediano y largo plazo ya que el solo paso del tiempo permitirá venderlos a tasas mas bajas algunos trimestres después, cuando los títulos estén más próximos a vencerse.

Lo cierto es que la actual situación no es nueva. En el periodo de mayo de 2006 a julio de 2008 la tasa de intervención del Banco de la República pasó de 6% a 10% como respuesta a un brote inflacionario desde 3,94% en junio de 2006 hasta 7,73% en noviembre de 2008, mientras que la meta de inflación en esa época estaba entre 3,5% y 4,5%.

Posterior a ese ciclo monetario, la inflación se redujo hasta niveles inferiores a 2% a comienzos de 2010, aunque es preciso recordar que coincidió con la gran recesión en EE.UU. y, en consecuencia, con la marcada desaceleración de la economía colombiana. Para tener una idea de lo que pasó con los títulos de renta fija, las tasas de mercado de los TES de largo plazo cayeron de niveles de 12%-13% hasta 9%-10% en cuestión de un año, posterior al fin del ciclo alcista de la tasa de intervención.

En el actual ciclo, la tasa de intervención ha pasado de 3,25% en abril de 2014 a 5,25% en noviembre de 2015 y aunque podría finalizar en 5,75% este mismo año, la inflación no comenzará a descender hasta bien entrado el 2016.

Sin embargo, en este mismo escenario si la credibilidad en el regreso de la inflación hacia los niveles objetivo del Emisor mejora, es posible que, por lo menos, las tasas de mercado de los títulos de renta fija se estabilicen, con lo cual ya la causación de intereses propia de este tipo de inversión comenzará a generar retornos interesantes, sobre todo si se tiene en cuenta que el riesgo de crédito de la mayoría de emisores es bajo. Vale recordar que una disminución en las tasas de mercado significa una valorización de los títulos de renta fija.

Los principales riesgos para este atractivo escenario del mercado de renta fija son: 1) prolongación de un periodo de fuertes devaluaciones como en el 2015, pero esto implicaría llegar a niveles cercanos a $4.000 por dólar; 2) deterioro fiscal adicional al esperado tanto para 2015 como para 2016, pero no se puede olvidar que es altamente probable la aprobación de reformas tributarias en la primera mitad del próximo año que permitirán mantener en niveles manejables el deficit fiscal y el endeudamiento publico; 3) presiones sobre la captación del sistema financiero ante las necesidades de recursos para financiar la primera ola de las concesiones viales de cuarta generación o en la sustitución de endeudamiento externo por parte de compañías colombianas. Aunque la capacidad de otorgamiento de crédito del sistema financiero es amplia en la actualidad.

En conclusión, la volatilidad propia del mercado de capitales de vez en cuando abre oportunidades de inversión interesantes como puede ser el caso de la renta fija en pesos durante la actual coyuntura. Sin embargo, todo depende de cómo quieran ver el vaso los inversionistas: medio lleno o medio vacío.