La esponja está seca

Estaba apunto de comenzar a disertar sobre variables macroeconómicas, estructuras sociales y muchas variables mas, cuando recordé lo que leí algunas vez sobre Einstein, quien decía que una idea estaba suficientemente clara cuando uno se la podia decir a su abuelita.

Busque en mi cabeza alguna forma de explicar los fenómenos que he visto y sufrido en los últimos años y de pronto se me ocurrió algo sencillo: “el ambiente del emprendimiento e innovación en algunos países de la región se comporta como una esponja seca, hasta que no la mojemos del todo y se ensope cualquier pequeño esfuerzo que hagamos simplemente se va a quedar en la esponja”.

Yo mismo me sorprendí por lo simple y efectivo del símil. Queda claro que nuestros esfuerzos al ser pequeños, descoordinados o inadecuados, no han logrado “mojar la esponja” lo suficiente, que debemos “ensoparla” para que cuando invirtamos en ella “derrame beneficios” para todos los involucrados.

¿Que ejemplos puedo dar del efecto “esponja seca”?

El más sencillo y que más hemos sufrido los empresarios de la tecnología es el del recurso humano. Invertimos en la formación de personas y como la “esponja está tan seca” la inversión se nos pierde en cuanto el recurso es absorbido por el mercado. Nunca tendremos suficiente capital humano si no logramos que la esponja se “moje del todo”.

La clave es lograr que todos los actores de un sector se coordinen, que creemos gremio, que logremos entender que lo del “ecosistema” no es un eufemismo, que de verdad estamos interrelacionados.

Ahora cuando me pregunten qué debemos hacer para lograr que el ecosistema emprendedor funcione, voy a contestar que “hay que mojar la esponja”. Lo mismo cuando hablemos de “Gobierno Abierto” (open government), "desarrollo de aplicaciones con software libre" o la creación de espacios para inversión en innovación, lo que se necesita es lograr que los esfuerzos de cada sector se coordinen de forma que se consiga “saturar la esponja” y así poder obtener resultados, pues en caso contrario lo que hagamos se lo traga la esponja y no lo volveremos a ver.