Opinión Online

Se vende Volkswagen

Lecciones que deja una empresa de primer mundo que podría haber engañado al público y violar la ley.

Invitado
5 de octubre de 2015

Es difícil sorprenderse frente a cualquier escándalo en la actualidad pues lamentablemente hemos aprendido a tener bajas expectativas frente a la humanidad. 

Estábamos acostumbrados a los escándalos de multinacionales que para mantener su competitividad contaban con presupuestos secretos para el pago de sobornos y hasta compañías alimenticias empleando pollos infectados, aceites reciclados o carnes de origen dudoso, pero el caso de Volkswagen introduce un novedoso elemento de fraude masivo empleando tecnología de punta.

Se trata de un mecanismo en vehículos diesel que los alerta cuándo son objeto de revisión de gases, para pasar temporalmente a un modo de bajas emisiones, ocultando así que en modo normal las reales son 40 veces superiores a las permitidas. Un fraude magistral en la medida en que el gancho de ventas de Volkswagen había sido la calidad de sus sistemas para reducirlas, vendiendo la imagen de una empresa amigable con el medio ambiente, que ahora se declara sorprendida pues nadie allí parece entender cómo o a quién se le ocurrió semejante barbaridad.

Los efectos de este evento serán importantes y no sólo económicamente, pues aunque la acción de Volkswagen ya ha sufrido una increíble caída y son de esperarse multas que sólo en EE.UU podrían llegar a los US$18 billones, la desconfianza que genera no sólo recae sobre la industria automotriz y la del diesel como combustible sino, en general, sobre el manejo que se haga de la tecnología para engañar a la comunidad. 

Un hacker puede emplear la tecnología para acceder a información personal o realizar transacciones bancarias fraudulentas, pero es diferente a que una empresa, de las más grandes y reconocidas del mundo cree tecnología dirigida a ocultar el daño que pueden generar sus productos. Este engaño debe cuestionar seriamente si las solas sanciones económicas que puedan imponer ciertos gobiernos son suficientes para prevenir este uso tecnológico.

¿Qué medidas tomar? Actualmente no existe un sistema jurídico universal que condene las conductas contrarias a la ética empresarial y es oportuno considerarlo pues muchas multinacionales tienen mayor poder y capacidad financiera que ciertos Estados, pudiendo escudarse en las fronteras territoriales para abusar en jurisdicciones en donde no pasa nada. 

Solamente ciertos países desarrollados como EE.UU prevén sanciones por conductas non sanctas fuera de su territorio de empresas que cotizan en bolsa, demostrando ser un mecanismo que aparentemente al menos ha modificado allí la conducta corporativa, al punto que hoy son contados los eventos de corrupción de dichas empresas y en ellas se valora una cultura que gira sobre la ética de los negocios.

No obstante, dicho régimen no busca proteger a los consumidores globales sino su propio mercado de capitales y frente a tales conductas sólo existen consecuencias en cada país individualmente, por lo que escándalos como el de Volkswagen solo las tendrá en los Estados que puedan imponerlas, cuando es la comunidad universal la interesada en que se sancionen.

Ello justificaría la existencia de una jurisdicción universal de ética corporativa, que podría sancionar no sólo esta clase de comportamientos sino también aquellos que se traducen en conductas monopólicas de las multinacionales en el mercado global, la promoción de ventas de mercancías a sabiendas que ingresan ilegalmente a Estados que no pueden proteger sus fronteras, la fabricación de productos con diferentes especificaciones según la jurisdicción, desconociendo aún los mínimos exigidos por sus propios países y, en general, conductas inaceptables que involucran más de una jurisdicción y que hoy pasan impunes a pesar del daño que causan.

Gandhi alegaba que uno de los factores que destruye al ser humano son los negocios sin moral. Todavía hay muchos que valoran más tener dinero que la tranquilidad de dormir sin miedo, o poder mirar a los ojos de sus hijos cuando le pregunten si es honesto.