Opinión Online

Un mínimo de 700 mil

Ese aumento del salario no va a terminar en un choque de demanda desde los trabajadores, lo que va hacer es compensar el poder de compra que perdieron en alimentos.

Invitado
21 de diciembre de 2015

Mientras que el poder de compra de los trabajadores se ha deteriorado un 6,39% a causa de la inflación anual que en noviembre llegó a ese nivel, y de esa manera ha sobrepasado ampliamente el rango meta del Banco de la República, la mesa de concertación salarial en la que participan el Gobierno, los empresarios y los trabajadores no ha podido llegar a un acuerdo sobre el ajuste que debe hacerse a los ingresos de los empleados.

Mientras los empresarios llegaron a la mesa a ofrecer no más que lo mandado por la ley, ósea la inflación causada más la productividad, lo que da un 6,8%, los representantes de los trabajadores han salido a pedir que el ajuste llegue hasta el 12% para compensar lo perdido este año, más los desajustes de los años anteriores. 

Con esas dos posiciones igual de erradas, por irreal la de los primeros al plantear un ajuste que no alcanza ni a los $1.500 diarios; y por exagerada la de los segundos, al pretender un ajuste que casi dobla la inflación anual, y más que triplica las expectativas de crecimiento para el año próximo, entraron en su acostumbrado ritual de cerrar posiciones y dejar al juicio del Gobierno el monto del ajuste.

Ese es el escenario menos favorable para los trabajadores porque el Gobierno sabe que la anterior reforma tributaria le generó un lastre a las empresas y disminuyó su capacidad de inversión. Además la devaluación del peso ha encarecido las materias primas, mientras el aumento en las tasas de interés ha elevado los costos de financiamiento, todavía persisten los problemas relacionados al costo de la energía y la insuficiente infraestructura que encarece el transporte. En ese sentido para el Gobierno es muy difícil imponer mayores esfuerzos a los empresarios sopena de encarecer los costos laborales y por esa vía borrar lo avanzado en la disminución del desempleo y en cambio aumentar la informalidad. 

Sumado a lo anterior están las voces que piden mesura en el incremento para evitar que se cree una espiral inflacionaria que lleve a que los precios sigan aumentando, y en lugar de beneficiar a los trabajadores con un ajuste nominal elevado, terminen perjudicados porque su poder de compra se contrae si la inflación no está controlada. 

En el ajuste del mínimo hay que tener en cuenta que si bien la inflación general llegó al 6,39%,  la inflación de alimentos llegó al 9,81%. De acuerdo con el propio DANE el fríjol, el arroz y las hortalizas se han encarecido 60%, 23% y 40% respectivamente. Esas cifras muestran que los trabajadores se han visto más afectados puesto que quienes devengan el mínimo lo usan principalmente para alimentación, pago de arriendo, transporte, vestuario y educación de los hijos. 

Por otra parte la inflación que se ha causado no corresponde a un choque de demanda por bienes y servicios desde la clase trabajadora, la inflación ha venido por cuenta de la devaluación del peso frente al dólar que ha encarecido los bienes importados, mientras que el fenómeno de El Niño ha disminuido la oferta de alimentos y con ello elevado los precios. 

Entonces un aumento del salario mínimo que lo lleve a los $700.000 equivalente al 8,6% no va a terminar en un choque de demanda por parte de los 1,3 millones de trabajadores que ganan ese salario. Lo que va hacer es compensar el poder de compra que perdieron en alimentos, y fortalecer su cotización a seguridad social para que tengan un mejor ahorro individual y así en el futuro no terminen demandando subsidio del Estado para mantener un nivel de vida digno. 

En ese nivel de salario la constante no es comprar servicios de alto valor, sino pagar los servicios públicos, tampoco se usa el sueldo en viajes o en el pago de parqueadero y combustibles. El sueldo de los trabajadores se agota pagando el mercado, en el arriendo o la cuota de la casa de interés social y en el transporte para ir nuevamente al trabajo.