GREGORIO GANDINI

Nasdaq: ¿con temor a la sobrevaloración?

El índice Nasdaq de Estados Unidos, que concentra las empresas tecnológicas, mostró una corrección importante la semana anterior en medio del temor por su sobrevaloración. Así que esta semana dedico mi columna a entender un poco más qué hay detrás de esto.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
9 de septiembre de 2020

El índice Nasdaq 100 de la bolsa con el mismo nombre ha mostrado un crecimiento significativo, llegando a marcar 12.421, el máximo valor de su historia, el pasado 2 de septiembre, para luego tener una fuerte corrección que lo llevó a cerrar esa misma semana con 11.622, lo que implicó una reducción de 5,46% en dos días y lo devolvió a niveles del 24 de agosto. Si bien este retroceso fue empujado por grandes nombres como Amazon, Apple, Google y Tesla, creo que tiene varios niveles en lo que debe analizarse. 

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Lo primero que hay que entender en este contexto son las características particulares del Nasdaq 100, ya que es la medida de comparación o benchmark de la que parte el análisis. Este índice está compuesto por una canasta de 100 acciones de las compañías no financieras más grandes y liquidas que negocian en la bolsa de Nasdaq y cuya ponderación se basa en capitalización con un límite máximo de 24% de participación. En dicha canasta se encuentran, entre otros, grandes jugadores en el sector tecnológico como Microsoft, Apple, Facebook, Tesla y, como puede verse en el gráfico 1, Amazon. 

 

Crédito: elaboración propia. Fuente: Bloomberg.

Otra característica de este índice —que existe desde 1985— es su resistencia en periodos de alto estrés de los mercados, como durante la crisis de 2008. Mientras las demás bolsas se golpeaban de una forma significativa, el Nasdaq lo soporto bastante bien debido a su composición particular, concentrada en empresas tecnológicas. Pero esta resistencia nunca tuvo un efecto tan marcado como en la coyuntura que hemos vivido durante este año con la pandemia y el cambio que ha implicado en varios niveles de las economías y dinámicas de trabajo, que hizo que mientras el S&P 500 caía en marzo alrededor de 39%, este lo hacía en 28%. 

Pero no es solamente su resistencia lo que le ha dado un rendimiento a este índice, sino que su canasta está compuesta por compañías que han salido beneficiadas en esta coyuntura particular, ya que sus productos y servicios complementan las medidas de quedarse en casa en escenarios como el teletrabajo, el entretenimiento o las ventas por internet. Lo que inevitablemente se ha reflejado en el crecimiento del precio de sus acciones, como puede verse en el caso particular de Amazon en el gráfico 1. 

¿Por qué está bajando? 

Si estas compañías reflejan lo que se está convirtiendo en un nuevo normal, entonces, la pregunta sería: ¿por qué se presentó un retroceso de esta magnitud? La respuesta a esta pregunta nos lleva a tratar dos temas diferentes que se conjugan en este momento particular de dicho mercado: la toma de utilidades y la percepción sobre la valoración de las compañías. 

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El primer concepto tiene que ver con el comportamiento histórico de las acciones que componen el índice y la percepción de riesgo. Si el mercado está llegando a altos niveles y algunos inversionistas tienen posiciones que están llegando a un buen nivel de ganancias, una estrategia común es la toma de utilidades o el take profit, que consiste en vender todo o una parte de la posición para obtener esa ganancia de forma real.

Por supuesto, llegando a máximos precios históricos, cada vez aumenta más la percepción de una posible caída, lo que lleva a que precisamente se realicen estos cierres de posiciones por parte de algunos inversionistas: en este contexto de ansiedad, aquello se puede convertir en una señal para el resto del mercado e incentiva una venta masiva. 

Detrás de este aumento de percepción de riesgo está el segundo concepto crucial a entender en la inversión de las compañías: la comparación entre su precio y su valor. Cuando el precio está por encima del valor, se asume que está sobrevalorada, ya que de acuerdo con uno de los pilares básicos de la estrategia, llamada inversión en valor o value investing, el precio de una acción tenderá en el largo plazo a su valor, ya que este refleja las condiciones fundamentales de la compañía; si dicho valor es menor al precio, este último tenderá a caer. Warren Buffet es un gran representante de este tipo de estrategia de inversión.

Volviendo al Nasdaq: detrás de esta caída, hay una percepción de que estas compañías tecnológicas podrían estar llegando a niveles importantes de sobrevaloración, lo que lleva reforzar la decisión del take profit y la venta de las acciones, antes de que el precio pueda caer reflejando dicha percepción. 

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Si bien esta medida no tuvo ningún efecto obvio en los precios, esta semana que pasó se dio el split de las acciones de dos grandes en este mercado: Apple y Tesla; el primero haciendo una relación 1 a 4 y el segundo 1 a 5, lo que puede atraer un mayor dinamismo a estos títulos. Un split de acciones consiste en dividir las acciones en circulación, logrando aumentar su número y disminuir su precio; esto con el fin de atraer un mayor número de inversionistas, lo cual tiene mucho sentido si vemos que el precio de Apple pasó de $500 a un valor cercano a $125 y Tesla lo hizo desde $2000 a $445, aproximadamente.  

Que este retroceso del índice Nasdaq 100 fue un evento particular de un par de días o refleja un efecto estructural en las acciones tecnológicas está por verse, pero el crecimiento acelerado en sus precios no es un hecho aislado, sino que se ha presentado en otros sectores, de tal forma que esta relación valor contra precio seguirá en la mente de los inversionistas, mientras se navega esta incertidumbre que la pandemia ha traído consigo, y el temor a la sobrevaloración no se irá a ningún lado.