JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA

Muchos temas para reflexionar

Aunque no lo crean, ha sido difícil conseguir temas atrevidos para escribir las últimas semanas, no porque en Colombia no pase nada; de golpe es por todo lo contrario, hay tanto que decir y comentar que no sabe uno por dónde comenzar.

José Miguel, José Miguel
20 de noviembre de 2020

La temporada invernal nos cogió este año con regalo incluido. Nunca antes habíamos tenido en nuestro país la visita de un huracán categoría cinco. Nuestro archipiélago ha quedado sumamente golpeado y se necesitarán ingentes recursos para sacarlo adelante; adicionalmente, la mitad del país está inundado y dicen que las lluvias durarán cuatro semanas más. Esperemos que la naturaleza sea condescendiente con nosotros y no nos dé tan duro. Es un momento económico complejo para el país buscar recursos para los damnificados cuando las arcas están tan maltrechas.

Entramos en recesión, por segunda vez en la historia. Su medición es de tres trimestres de crecimiento negativo, aunque es una noticia que seguramente aprovecharán para criticar al Gobierno. La mayoría de los países del mundo lo está. Esta pandemia golpeó mucho más fuerte a la economía de lo que se pensaba y, lo peor, es que no ha terminado. El 2021 será un año complicadísimo. Estar con la olla raspada y con tantas necesidades hará difícil la gobernabilidad.

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Avanzan con fuerza diferentes procesos electorales en el país. Por un lado, el referendo con temas sumamente necesarios que el Congreso no ha podido resolver en los últimos años, y las revocatorias a los alcaldes de Bogotá y Medellín, en las cuales grupos importantes de ciudadanos están trabajando. Será interesante ver cómo se desarrollan teniendo en cuenta que las encuestas siguen dándoles a estos alcaldes altos índices de favorabilidad. Además, entramos en año preelectoral, las elecciones presidenciales están a año y medio, y hay un gran susto por 2022 por la posible llegada del populismo de izquierda al poder.

La reactivación económica no coge la fuerza necesaria todavía, pienso que faltan bastantes coletazos por llegar: el aumento de la cartera vencida en el sector financiero, la quiebra de empresas que no han podido reaccionar y abrir debidamente, y el desempleo que ha generado un crecimiento de la inseguridad en las grandes ciudades serán relevantes para cualquier toma de decisión electoral o de inversiones. 

Lo que sí vemos, y por montones, que vamos a tener, será más polarización ideológica y, consecuentemente, más líderes incendiarios buscando aprovechar las coyunturas políticas y económicas para su beneficio. Creo que llegó la hora de que los colombianos busquemos lo que nos una y quién lo haga, no quién busque dividirnos para ganar.

Como ven, no la tenemos fácil. De hecho, nunca la hemos tenido, pero espero que, como siempre ha sucedido, podamos salir adelante. Los colombianos, a pesar de las adversidades, tenemos un gran país, un sistema económico envidiado por nuestros vecinos y, bien o mal, la democracia más antigua del hemisferio.

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Por último, vale la pena que dejemos de menospreciar a quién piensa diferente, independientemente de que en el mundo la mayoría de periodistas y medios tengan un sesgo hacia la izquierda, no los hace ser la única verdad o realidad. El matoneo de estos líderes de opinión progresistas hacia quién piensa diferente es deplorable, nadie tiene la verdad, acá todos vinimos al mundo a aprender.