Opinión On-line

Migración e internacionalización: circulación de cerebros

La movilidad internacional de gerentes y personas con altos niveles educativos contribuye al aumento de internacionalización de las empresas y los países. Opinión de María Alejandra Gonzalez-Perez.*

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
7 de octubre de 2013

Es conocido que los empleados con altos niveles de educación y con experiencia internacional contribuyen de manera sobresaliente a empresas con expectativas o procesos de expansión en países extranjeros.

En una investigación por Jean-Luc Cerdin, Manel Abdeljalil Diné y Chris Brewster publicada por el Journal of International Business (JIBS), se encontró que las personas que migran a otro país con el ánimo de avanzar el nivel de formación universitaria después de contar con un pregrado, y quienes al mismo tiempo tienen motivaciones de integrarse presentan una ventaja competitiva para las empresas internacionales, siempre y cuando estas empresas cuenten con políticas organizacionales que faciliten la integración de estos.

Según estos autores, las ventajas competitivas que traen consigo los extranjeros calificados, sobre muchos empleados nativos, son que cuentan en muchos casos con competencias de entendimiento de las realidades internacionales, y las posibilidades que esto representa para efectos de facilitar procesos de internacionalización.

El siglo XXI se considera la “Era de la Movilidad”. A finales de los años noventa, la fuga de cerebros y la imposibilidad de conseguir reclutar y contratar personal calificado fue motivo de preocupación, especialmente en los países donde la agenda de investigación y desarrollo, se había identificado como determinante del desarrollo. Esto suponía, incluir provisiones en las políticas el facilitar del movimiento internacional de personas entre países, y hacer atractivos los países en materia de impuestos, posibilidades de aumentar los niveles de calificación, y propiciar reunificación familiar.

Los procesos de integración de los extranjeros a las organizaciones locales y a los países anfitriones son complejos, y dependen de varios factores, entre ellos las percepciones individuales del balance entre las ganancias y pérdidas en relación al país de origen, las políticas organizacionales, los esfuerzos que se requieren para integrarse, las motivaciones individuales de contribuir al país anfitrión, pero también de las políticas de acceso al país y posibilidades sociales, legales y económicas de establecerse por largo plazo.

Las políticas migratorias de países como Canadá o el Reino Unido desde hace varias décadas los criterios de admisión han favorecido a los inmigrantes con niveles de educación superior (Maestrías y Doctorados). Esto, se contrasta con que en la primera fase de inmigración a Canadá después de la Segunda Guerra Mundial la política migratoria era orientada por cuotas establecidas de número de personas por país de origen a ser admitido.

Según reporta recientemente Jeffrey G. Reitz en el Journal of International Migration and Integration, existen brechas grandes entre las políticas inmigratorias y las realidades de las demandas de los mercados laborales.

Según Reitz, estas brechas son principalmente tres.

Primero, en el caso de Canadá los inmigrantes con títulos universitarios de alto nivel, frecuentemente no logran ser contratados en los trabajos para los cuales cuentan con calificaciones, y por esto hay, según Reitz describe, una “subutilización perversa”, y por ende un desperdició de cerebros fugados del extranjero. Segundo, los empleadores en muchos casos, han indicado que la demanda laboral mayor se da para posiciones de bajos nivel de calificación, esta demanda no se satisface por el énfasis que se hace en el nivel educativo de los inmigrantes, resulta incompatible. Y tercero, debido a que ha habido un incremento en los patrones de inmigración ilegal de trabajadores no calificados, estos en muchos casos llegan a ocupar vacantes no ocupadas por la población nativa, que no podrán ser ocupadas tampoco por los inmigrantes calificados legales.

*  (PhD). Departamento de Organizaciones y Gerencia, Universidad EAFIT.