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Medición de la interdependencia comercial, y el valor agregado de los productos “Hechos en el Mundo”

A raíz de las diferencias que existen para calcular el valor agregado en la producción internacional de bienes y servicios “Hechos en el Mundo”, la OCDE y la OMC presentaron la propuesta en conjunto llamada “Comercio de Valor Agregado”. Opinión de Maria Alejandra Gonzalez-Perez

Dinero
26 de marzo de 2012

En esta se hace evidente buscar tener mecanismos estadísticos armonizados y accesibles para medir la interdependencia del comercio internacional. ¿Qué significará esto para el país y para nuestras industrias?

La intensificación de la integración económica ha tenido como uno de sus efectos, un incremento en la participación en redes internacionales de producción bienes y servicios (por ejemplo, producción por etapas de desarrollo de software, computadores, carros, etc.). Desde comienzo de la década del 2000, académicos y organizaciones de comercio internacional han destacado la importancia de generar valor agregado en los procesos de producción en cadena que implican la participación de actores productivos en más de un país. Sin embargo los resultados de la medición del valor de la participación de cada eslabón han venido careciendo de absoluta precisión. Es por esto, que hasta el momento, carecemos actualmente de un modelo universal con indicadores armonizados, que permita identificar dónde se origino el valor agregado de una importación específica, y por ende no contemos con datos robustos para la formulación de políticas o para incluir clausulas especiales en los acuerdos comerciales entre países.

Tanto el comercio como la inversión extranjera directa son aún los canales claves en la integración económica. Algunos de los factores que han propiciado esta fragmentación de la producción, que tradicionalmente era lineal y en una sola ubicación geográfica; y han sido las posibilidades de acceso a mercados y a recursos, y las políticas de liberalización y apertura económica en un número cada vez mayor de países. Además de esto, los avances técnicos y tecnológicos en comunicaciones y transporte han bajado los costos y han facilitado la fragmentación integrada y sincronización de las cadenas de producción global.

Según recientes informes publicados por la Ocde, la complementación de los elementos en el proceso internacional de cadenas producción ha significado que los indicadores y medidas que hasta ahora se han usado para comparar los flujos de los bienes y servicios puedan estar presentando unas cifras no muy consistentes en cuanto a la importancia del comercio, su relación con el empleo, y el desarrollo económico.

Aunque alternativas de modelos estadísticos de medir valor agregado en industrias y países han sido propuestos anteriormente por varios estudios académicos, la OCDE y la OMC propusieron en el mes del marzo del 2012 de manera conjunto, la iniciativa “Comercio de Valor Agregado”, como medida para buscar la unificación universal de medición de agregación de valor. Esta propuesta tiene como objetivo reemplazar dobles contabilidades implícitas actuales en los flujos netos de comercio, para calcular específicamente el agregado por un país en un proceso productivo de un bien o un servicio que se exporte.

Tanto para la OMC como para la Ocde, debido a las condiciones creadas a raíz de la participación de las cadenas de valor internacional, y por ende interdependencia entre países, se han aumentado los niveles de competitividad, ha crecido la creación de nuevos puestos de trabajo, y las ganancias por productividad se han capitalizado en estos países.

Según los patrones observados con la propuesta nueva de cálculo por parte de la OCDE (2012), para muchos países e industrias, cuanto más alto está un producto en la cadena de valor agregado, mayor va a ser el grado de fragmentación internacional.

Sin embargo, según la Ocde, la medición de las balanzas comerciales de un país respecto al mundo son relativamente consistente, pero las mediciones del comercio bilateral (tanto en términos monetarios como en creación de empleo), pueden exagerar beneficios asociados al comercio, y exagerar la importancia de los países en el último nivel de producción en las cadenas de valor.

La Ocde y la OMC proponen que las mediciones de valor agregado deben ir más allá de la investigación académica, y lograr un nivel accesible. Para ambas organizaciones, el “Comercio de Valor Agregado” busca ser un indicador complementario para medir los flujos netos, y reflejar la existencia de las interdependencias entre países a través de cadenas mundiales de valor, y por ende los debates actuales que acompañan el diseño de políticas comerciales sería más robusto.


* (PhD) Jefe del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad Eafit.