OPINIÓN ONLINE

Me acaba de salir una oferta en el exterior, ¿qué hago?

Trabajar en un país diferente al nuestro, debe llevarnos a hacer consideraciones especiales que nos permitan realizar la adaptación de una manera fácil y sencilla en la cual la familia entera experimente una oportunidad y no un sacrificio.

Maria Gabriela García
26 de abril de 2016

La historia de Pedro Martínez y Ana Domínguez (nombres ficticios para proteger la identidad), comienza cuando a él le hacen la oferta de irse a Miami, la ciudad del sol, ¡oh, que emoción!. Dos hijos, tres y cinco años, se iba como comercial en el cargo de vicepresidente en un mercado online, viajaba el 70% del tiempo, excelente compensación, tres veces mayor a la de Colombia. El resultado: separación a los dos años, Ana regresa a Colombia, Pedro se queda en Miami. Las causas: Ella se siente sola criando a los hijos; la casa era divina, había paz, pero poca ayuda; se cansó, a su regreso siente que se sacrificó, su trabajo y desarrollo quedaron en un segundo plano.

En algunas de las sesiones de coaching he oído cómo ejecutivos que se van de Colombia y aceptan una posición para trabajar en otro país sufren porque no contemplaron aspectos que eran importantes a la hora de tomar la decisión de irse en familia. Luego, a su regreso al país, después de vivir un tiempo en el exterior, comienzan otro proceso de readaptación. En distintos casos sucede que no se contemplaron las condiciones del cónyuge que no iba a trabajar, el clima en donde iban a estar, los acuerdos sobre las actividades de la casa, ya que es distinto vivir en nuestro país con la ayuda de la familia, amigos, conocidos y por supuesto con la ventaja de tener esa ayuda muy propia de Latinoamérica: “la empleada”. Estos aspectos cambiarán al mudarse y vivir en otro país.

Así entonces considero clave revisar los siguientes puntos que harán que la experiencia de vivir afuera sea mucho más agradable y sin costos para la relación:

1. Definir una estrategia clara: Conversar con la familia sobre: ¿Cuántos años quieren estar por fuera?, ¿cuáles serían las metas que deben considerar?, poniéndose objetivos claros a corto y mediano plazo, ¿qué condiciones tendrá el cónyuge que no va a trabajar? o realizar un plan de búsqueda en caso de que sí lo quiera hacer, ¿qué estaría dispuesto a aceptar y qué no?, considerando, como es natural, el factor económico.

2. Tener en cuenta el tema geográfico: Hacer filtros por gusto en el clima, si no nos gusta el frío y la oferta de trabajo está en Toronto donde la mayoría del año va a estar haciendo frío, por lo menos negociar sobre el tema y tener claro todo el panorama de lo que va a suceder entendiendo las consecuencias de esa decisión. Investigar un poco sobre el tema cultural del país o de la ciudad a donde se va a mudar, ayuda a que se centre en actividades que pueden ser de su interés.

3. Realizar acuerdos: Detenerse en el punto de cómo va a ser el manejo en el nuevo hábitat es importante, tener claro quién hace qué en la casa, si se tienen hijos pequeños o están en edad de ayudar en la casa, si en el nuevo trabajo la persona va a viajar un gran porcentaje del tiempo, ¿estaría dispuesto?, ¿cuáles son los riesgos?

4. Crear un escenario de posibilidades: Considerar hacer entre 3 y 5 escenarios poniendo los países que les gustaría para irse, las actividades alternas a desarrollar, las condiciones financieras, los acuerdos de cómo operar dependiendo del escenario, ya que cambia si es Perú o Estados Unidos.

Ahora sí, a hacer la tarea juiciosa a la hora de irnos de Colombia y poder disfrutar de la experiencia de vivir fuera contemplando todos los aspectos posibles para hacer que sea un cambio confortable y de desarrollo para todos.