Opinión On-line

Lo que se necesita entender en la construcción de un legado familiar

Con mucha frecuencia me encuentro con empresas familiares de la región, que hacen enormes esfuerzos por mejorar en sus procesos e inclusive en diseñar y fortalecer sus estrategias. Opinión de Raúl Serebrenik G.*

Raúl Serebrenik G., Raúl Serebrenik G.
19 de junio de 2013

En el proceso de Planeación Estratégica se definen objetivos estratégicos de corto, mediano y largo plazo. Dicen que estos deben ser ambiciosas para que sean “retadores”, pero tampoco es sano querer comerse el mundo (demasiado ambiciosos) para que con el tiempo se vuelvan inalcanzables y generen un ambiente de desmotivación; de tal manera que lo sano seria una especie de mix con el ánimo de ajustar, revisar las metas y cumplimiento de estos objetivos.

Muchas de las empresas contratan firmas de expertos internacionales especializados en diseñar y colaborar en desarrollar estos planteamientos o ejercicios de pensamiento estratégico.

En el camino, he encontrado un nivel muy alto de estos consultores, que han desarrollado y confeccionado planes estratégicos muy interesantes y probablemente los mejores que se habrían podido diseñar para las compañías que los contrataron, de los cuales podemos aprender permanentemente. Sin embargo frente al cuestionamiento después de algún tiempo prudente, de cuáles de las empresas que han utilizado estos servicios, han logrado sacar el mayor provecho de estos ejercicios estratégicos y cuáles no, llego a unas conclusiones muy contundentes al observar dos grupos resultantes de este cuestionamiento con situaciones muy marcadas.

Las primeras son aquellas compañías que logran sacarle el mayor provecho al ejercicio desarrollado y que alcanzan grandes crecimientos, consolidándose en el mercado, inclusive internacionalizándose con resultados muy interesantes. El segundo grupo (logra podría resumirse en unas palabras) es “un gran desastre”, inclusive en algunos casos podría llegar a decirse “que hubiera sido mejor ni siquiera haber hecho el ejercicio estratégico” y prácticamente debido a la cantidad de conflictos que se suscitaron en las etapas posteriores y de implementación, muchos aterrizan en realidades inesperadas.

En el proceso de observación logramos entender por que en unas empresas si y otras no, donde sale claramente a la vista después de aplicar de manera muy sencilla el método científico, llegando a una contundente conclusión: en los casos donde la visión y el reconocimiento de una autoridad compartida está claramente definido y fortalecido. El ejercicio tiene un mayor porcentaje de posibilidades de ser muy exitoso, pero por el contrario cuando no hay una visión compartida de los propietarios, en la que predominan los egos personales, las agendas ocultas y una autoridad fraccionada, el resultado común es el fracaso.

En términos generales y profundizando en el tema, en las empresas que generalmente describen la segunda situación, en su mayoría son de carácter familiar y claramente estos son los aspectos de una familia empresaria que no logra coordinarse y sobretodo no logran enfocarse donde claramente se ve afectado los capitales de la riqueza y del legado familiar: (Serebrenik G., Raúl; Dinastías Familiares, legado y riqueza)que afecta la proyección, la planificación y la gestión de los miembros de la familia en la consolidación de un legado familiar empresarial.



Modelo Serebrenik de Consolidación de Dinastías Familiares

Desde la perspectiva de las firmas de consultoría especializada, me atrevería a decir que con el tiempo desarrollan una especie de sexto sentido, que discriminan de manera contundente a quien le ven la posibilidad de desarrollar e implementar de mejor manera la ejecución del Plan Estratégico diseñado, sacándole el mayor provecho y a quién no.

En mi opinión las firmas de consultoría deberían primero recomendar “alinear” a los propietarios o las familias como parte del proceso integral, si auténticamente lo que se busca es generar un escenario donde el ejercicio estratégico, tenga la mayor posibilidad de éxito.

Estas circunstancias posiblemente cada vez sean más entendidas por los consultores en estrategia y que nos abordan como una especie de “psicólogos empresariales”, donde la primera característica que debemos demostrar es la sensibilidad humana con la que se deben abordar este tipo de circunstancias muy particulares de las empresas y de familias, si es que de verdad hay un alto grado de responsabilidad y compromiso de parte de estas compañías de consultoría empresarial.

*rauls@fcwpc.com
Asesor de legados y patrimonios familiares
Autor del Libro: Dinastías Familiares, Legado y Riqueza