CLAUDIA VARELA

Lo blando que no sé por qué es blando

Alguna vez en una entrevista laboral me preguntaron qué tal estaban mis habilidades blandas o soft skills. Me dijeron que era muy importante para la empresa que mis competencias sociales fueran incluso mejores que mis técnicas.

Claudia Varela, Claudia Varela
24 de marzo de 2019

Por supuesto respondí que estaban muy bien y que fluía como pez en la sociedad. Sin embargo, me puse a pensar qué tanto me habían mostrado estas habilidades los miembros de la organización que me estaba entrevistando y sentí que había una gran inconsistencia.

En la primera entrevista no me preguntaron para nada cuáles eran mis intereses personales, si participaba en algún grupo social, que era lo que más me gustaba hacer o cómo era mi familia. Solo me preguntaron resultados, logros, premios y salario.

En la segunda que era con la gente de recursos humanos que asumiría deben preocuparse más por lo blando y por generar una imagen que enamore a los candidatos, me dejaron 40 minutos esperando y ni siquiera me ofrecieron una disculpa. Las preguntas trataban de ser tan inteligentes que no fluían fácilmente, estos personajes querían mostrarme que conocían más del negocio que cualquier otro y de nuevo no vi nada blando. Fueron cortantes y cuando traté de contarles la importancia que tiene para mi la diversidad y los planes de equidad, me miraron con cara de duda ya que eso no es un tema muy “duro”.

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En la siguiente entrevista me preguntaron por una empresa donde había trabajado. Les dije la verdad sobre lo bueno y lo malo. Me sonrieron me preguntaron lo mismo de las dos anteriores, probé que era medianamente inteligente y luego salieron a buscar dónde era que me había equivocado en el pasado. Claro, sin posibilidad alguna de dar mis argumentos porque me enteré también por debajo de la mesa.

Dado que no vi nada de blando, ni de social, ni de empático en todos estos genios que me entrevistaron mandé yo misma un e-mail dando las gracias, pero retirándome del proceso.

Esta historia me puso en evidencia que lo que normalmente juega en contra de la construcción de una marca empleadora es la misma arrogancia de su gente que es inconsistente con lo que pide y lo que ofrece.

Las habilidades blandas son el resultado de rasgos productivos de la propia personalidad que caracterizan las relaciones de una persona en un medio. Estas habilidades pueden incluir comunicación, empatía, capacidad de influenciar, trabajo en equipo, priorización y liderazgo. Deben ser un complemento de las duras, también conocidas como técnicas para un alto desempeño que genere a la vez un trabajo solidario y de resultados colectivos.

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Hay que ser consistentes en lo que pedimos como perfil, pero también en lo que proyectamos y somos desde el momento cero. Yo siento que las habilidades blandas son más difíciles de cambiar que las técnicas. Podemos hacer una inmersión en un tema con duras jornadas de estudio y ya fue, pero no podemos convertir un corazón duro a uno empático con estudio intensivo.

Como líderes y organizaciones tenemos que ser consistentes, inspiradores y dar ejemplo. Pero como empleados o miembros de una organización también tenemos que evaluar si lo que se consideran habilidades blandas son realmente aplicadas por la mayoría en la organización.

En una empresa bastante tradicional donde trabajé en el pasado querían que fuera disruptiva, pero de otro lado me mandaban a obedecer, alguna vez incluso me dijeron que debía “nadar como los demás peces de la pecera” lo cual me parecía fatal porque estos peces no eran productivos ni eficientes, más bien solo obedientes. La historia me demostró que estos peces no tan “duros” siguen nadando a su ritmo porque la organización no quería disrupción quería obediencia y leía los soft skills como la capacidad de nadar igual a todos.

Que la empatía no sea sumisión, que la colaboración no sea pereza de otros, que la creatividad no sea hacer solo lo que dice el jefe, que el trabajo en equipo no sea burocracia, que no confrontar no sea miedo al conflicto, si exigimos, permitamos. Realmente no sé por qué a las habilidades más duras de conseguir les dicen blandas.

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