GUSTAVO RIVERO

Lloramos por ti, Argentina

El 'Petro' de Argentina se prepara para presidir el país.

Gustavo Rivero, Gustavo Rivero
16 de agosto de 2019

El pasado domingo, los votantes argentinos rechazaron al presidente Macri en las elecciones primarias del país. La oposición liderada por un veterano peronista, Alberto Fernández (candidato de Cristina Fernández de Kirchner), obtuvo el 47 % de los votos. La coalición de Macri solo se hizo con el 32 %.

Ninguna encuesta había previsto la magnitud de la humillación de Macri. La votación provocó una venta masiva en el mercado: el lunes, el peso argentino cayó un 15 % frente al dólar (la caída intradía tocó el 25 %), y la bolsa, un 48 % (la mayor caída de su historia y la segunda mayor de un país en un solo día desde 1950). El ratio deuda/PIB (medido en dólares) pasó del 70 % al 84 % en un solo día. Los inversores ven a Macri como la mejor oportunidad de reforma y están aterrorizados por el regreso al populismo de Kirchner, cuya presidencia entre 2007 y 2015 dejó a Argentina en la penuria.

En puridad, la votación del 11 de agosto no tenía sentido. Como ni Macri ni Fernández fueron disputados en sus partidos, nadie ganó ni perdió. Pero dado que todos los argentinos mayores de 16 años están legalmente obligados a votar, en efecto fue un ensayo general para las elecciones reales, cuya primera vuelta se realizará a finales de octubre. Si obtuviese nuevamente más del 45 %, Fernández obtendría la victoria en la primera ronda.

En la provincia de Buenos Aires, donde viven casi dos quintos del electorado, la máquina de Kirchner funcionó de manera brillante con los aparatos del partido recordando a los simpatizantes cómo votar. Macri confió en cambio en las redes sociales para difundir su mensaje.

El año pasado, una crisis monetaria provocó la caída del peso y los tipos de interés del banco central aumentaron al 40 %. Macri se vio obligado a pedir un préstamo de 57 mil millones de dólares al FMI. Con el fin de satisfacer los términos del rescate, redujo el gasto y aumentó los precios del gas, la electricidad y el transporte público. La crisis ha tenido un alto coste en la economía. Argentina ha estado en recesión durante el año pasado. La inflación supera el 50 %.

Fernández hizo todo lo posible para enfatizar una agenda moderada. Sus asesores dicen que nunca esperaron hacerlo tan bien en las primarias. Cada caída del peso se traducirá en precios más altos y hará que su trabajo como presidente sea mucho más complicado.

Tendrá dificultades para convencer a los mercados de su credibilidad. Fernández había advertido en los últimos días de campaña que se acercaba la devaluación del peso. También prometió renegociar el préstamo récord acordado el año pasado con el FMI y dijo que podría suspender los pagos de los bonos argentinos.

¿Cuál será el papel de Kirchner? La expresidenta está acusada de varios cargos de corrupción (ella los niega todos). Ha mantenido un perfil bajo en la campaña. Aunque un tercio sólido de los votantes permaneció fiel a ella, a muchos del resto no les gusta. Postularse como vicepresidenta de Fernández, en lugar de buscar nuevamente el liderazgo, está demostrando ser un golpe maestro.

"Muchos argentinos entienden la necesidad de reformas estructurales, entienden la enorme corrupción del anterior Gobierno, pero al final votaron para dar comida a sus familias", dice D‘Alessio / Berensztein, una firma de encuestas.

¿Podrá el colapso en los mercados persuadir a los argentinos para cambiar de opinión?

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