ADRIANA MOLANO

Lecciones de Silicon Valley: ¿cómo se construyen las ideas?

¿De dónde vienen las ideas y cómo pasan de una servilleta o un gancho de ropa a los anaqueles de tiendas en el mundo? Estas son algunas metodologías de ideación aplicadas en Silicon Valley.

Adriana Molano, Adriana Molano
1 de noviembre de 2019

Perder es cuestión de método, reza el adagio popular, pero también ganar lo es, solo que no todos siguen las luces led que sirven de guía para quienes aspiran a cruzar el valle del silicio. En Silicon Valley todos aseguran haber construido imperios digitales a partir de buenas ideas y golpes de suerte; sin embargo, mucho trabajo y múltiples metodologías se esconden detrás de las apariciones de los unicornios.

Las buenas prácticas de la innovación hacen parte del diario vivir en California, las oficinas se inundan de post-it –ojalá bien utilizados y no solo como lluvias de ideas que se desvanecen una vez cede el pegante– y se adaptan, combinan, crean y recrean las herramientas a su acomodo. Al final lo que importa es el resultado, en eso están de acuerdo todos.

Luego de una inmersión en Silicon Valley, organizada por Connect Bogotá Región, en la que tuve la fortuna de participar junto a tres decenas de líderes académicos y corporativos del país, algunas lecciones quedaron resonando en mi cabeza y de ahí que las comparta a través de esta y otras columnas previas.

Conozca otras lecciones en: 

Sexta lección en el Valle: equivócate rápido y barato (¡pero equivócate!)

Lean Startup es la metodología por excelencia cuando se piensa en los gigantes disruptores. Centrada en la idea de ‘equivocarse rápido y equivocarse barato’, el lean se cimenta en tres pilares: experimentación, iteración y aprendizaje validado.

Google y Facebook nacieron a partir de ejercicios de lean, y lo más interesante es que siguen aplicándola entre sus prácticas cotidianas. La metodología consagrada por Eric Ries en el libro homónimo de la técnica, señala que “el pensamiento lean define el valor como ‘proporcionar beneficio para el cliente’, todo lo demás es desperdicio”.

¿Cómo saber que una organización realmente está avanzando? Seguir indicadores es una forma, pero ver el crecimiento amplio y sostenido de usuarios es otra más popular en los universos digitalizados. Con lean se construyen Silicon Valleys.

Séptima lección en el Valle: son los usuarios quienes importan

Con absoluta humidad y una sonrisa permanente, uno de los creadores del movimiento de diseño centrado en las personas, Barry Katz, primer miembro de Ideo, se mueve en bicicleta por San Francisco mientras piensa en nuevas y mejores formas de comprender las necesidades del otro para poder darles una respuesta desde el diseño.

El design thinking o pensamiento de diseño, pone en el centro a los usuarios –de verdad, no como en el discurso cotidiano de las compañías, que hablan de las necesidades de sus clientes, pero solo se ocupan de ofrecer lo que ya tienen en el portafolio–.

Empatizar, definir, idear, prototipar y probar son los cinco pasos maestros que nacieron con Barry y otros cuantos en la Escuela de Diseño de Stanford, donde perviven las lecciones y la exploración de problemas complejos de la humanidad en la d-School y el CDR – Center for Design Research.

AirB&B no era nada antes del design thinking, SAP usa esta metodología como parte de sus estrategias internas para evolucionar sus equipos de trabajo, gobiernos del mundo contratan a Ideo para aplicar la metodología y proponer soluciones a problemas como la alimentación, la movilidad y hasta la trata de personas. Sin duda alguna, el pensar en otros hacen posible el cambio y la sostenibilidad.

Octava lección en el Valle: prototipe más rápido, aún más rápido

¿Cuánto tiempo cree que tomó hacer el primer prototipo de las Google Glass? Las gafas de realidad aumentada propuestas por Google X, el laboratorio de experimentación en Mountain View, surgieron luego de una conversación de 30 minutos con Sergey Brin, co-fundador de la gran G, y dos horas después el equipo de diseño ya contaba con el primer producto mínimo viable.

Con una estructura de gancho de ropa, una pantalla mal proporcionada y tan aparatosas como se pueda imaginar, las Google Glass estaban listas para la hora del almuerzo y de ahí en adelante el proceso es historia – incluyendo su rotundo fracaso en el mercado, pero lo que nos importa por ahora es la velocidad del prototipado–.

Los emprendedores rezan como mantra: ‘si tu primer producto en el mercado te deja satisfecho, quiere decir que saliste muy tarde’. En Silicon Valley la velocidad reina e ideadores como Tom Chi, miembro del equipo aquel de Google X y ahora inventor y orador, señala tres claves para el prototipado rápido:

  • Hacer es la mejor manera de pensar
  • Busque el camino más rápido hacia una experiencia tangible
  • Use materiales tan flexibles como el pensamiento

Novena lección en el Valle: ponga a prueba el futuro

Ver, aprender, decidir y comprometerse: esta es la filosofía para acercarse al futuro según Andrea Kates, consultora de gigantes corporativos a nivel mundial y autora del libro ‘Find your next’, quien usa estos cuatro pasos para impulsar conceptos y probarlos en los mercados.

Al ver, céntrese en las capacidades, la cultura, el talento y los productos; al aprender, consulte los mercados, las experiencias y los experimentos; al decidir, céntrese en los modelos de negocio, las relaciones entre industrias y las alianzas; al comprometerse, determine hitos, genere liderazgos y transforme el chip de su organización.

Probablemente el mayor reto para todo aquel que aspire a conquistar Silicon Valley – o a crear un ecosistema local tan robusto y dinámico como éste –, sea el atreverse a apostar por una idea que resuene, más que por las cifras en un balance.