ALEJANDRA CARVAJAL

Las sorprendentes similitudes entre Maduro y Peppa Pig

Muchos dicen que pertenecen a una misma especie. Yo no puedo afirmarlo, sin embargo, las similitudes son sorprendentes.

Alejandra Carvajal, Alejandra Carvajal
26 de febrero de 2019

Los días más oscuros de Venezuela parecen no haber terminado todavía. El gran despliegue de ayuda humanitaria que quiso darse el pasado fin de semana es un pulso que pareciera haber perdido la oposición venezolana, pues la que esperaba fuera una gran victoria se convirtió en un triste espectáculo en la frontera que ha dejado un saldo de más de 400 heridos.

Tampoco se han visto bajas importantes en el ejército venezolano, que es el que finalmente sostiene al dictador. Se han presentado deserciones en las filas, pero ninguna de gran significado, pues en su mayoría son militares de bajo rango los que han dejado las armas. El ejército de 2.000 generales, parece haber salido victorioso de este primer embate.

Aún más preocupante es que miles de venezolanos hayan salido a aclamar a Maduro a las calles. La manifestación del “oficialismo” en Caracas fue impresionante, como muchas otras que han hecho anteriormente. Muchos quieren al dictador, aquellos que viven bien, que no han sentido la falta de medicamentos y mucho menos el hambre. De acuerdo con el Financial Times, hay varios restaurantes como La Esquina y Lola que siempre están llenos, a pesar de sus altos costos nunca les han faltado comensales. Los Boligarcas, aquellos que se han beneficiado por cuenta del régimen de Nicolás Maduro son sus visitantes más asiduos. Muy seguramente, sus familias y ellos mismos son los protagonistas de las marchas que apoyan al deteriorado oficialismo.

Las declaraciones del grupo de Lima del día de ayer si bien fueron alentadoras, no muestran con claridad lo que va a pasar en un futuro cercano, más allá de sanciones, condenas y bloqueos. El dictador tiene bajo su mando al ejército venezolano, y también a una milicia irregular armada que mata al que se le atraviese, sea partidario de la dictadura o no.

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Ante semejante panorama, quise hacer un análisis distinto, a los que ya hemos visto en todos los medios de comunicación. Por eso quise referirme a Maduro y a Peppa. Parecería imposible que la caricatura más adorable del mundo tuviera tan siquiera un mínimo de afinidad con tan abominable ser. A pesar de todo se parecen. A continuación, describiré cada una de ellas:

Son fenómenos económicos de carácter mundial. Peppa ha recaudado a la fecha más de mil millones de dólares (link asociado). De otro lado Maduro tiene un buen flujo de caja, proveniente de las exportaciones de Petróleo. Además cuenta con las reservas del crudo más importantes del mundo. El año pasado vendió el 40% de las reservas de oro, de acuerdo con información de Bloomberg.  (insiste en quebrar a Venezuela de alguna manera).

Son dictadores. Peppa en su casa, Maduro en su país.

Viven en un mundo imaginario. El desconocimiento que tienen de la realidad es similar. Maduro manifiesta que los venezolanos se encuentran bien y viven tranquilos. Esto es respaldado por incautos como Oliver Stone o Roger Waters, que actúan como niños al creer que esto es cierto. Gustavo Petro en Colombia también, lo que confirma que vive en un mundo imaginario (sólo un lunático dejaría Bogotá como el la dejó).

Se visten de una manera chistosa. Las sudaderas de Maduro más allá de mostrar patriotismo, son un completo desacierto. En eso creo que supera a Peppa.

Son censurados en algunos países. Maduro definitivamente está vetado por la comunidad internacional, excepto por unos pocos como Cuba (tienen identidad dictatorial), Rusia y China (tienen una importante relación económica y geoestratégicamente les conviene), y Nicaragua (Ortega es un Maduro sin reservas de Petróleo). Que ni se le ocurra ir a Estados Unidos, muy seguramente sería detenido de inmediato. Peppa es censurada en China (curiosamente).

Son fenómenos mundiales. Todo el mundo los conoce. Peppa es positivamente más popular. Maduro es un fenómeno (desde cualquier perspectiva que se vea).

En ocasiones no coordinan. En Peppa es normal, está aprendiendo a conocer el mundo. Maduro en sus declaraciones no puede ser más errático. Muchos dicen que debería regresar a su trabajo anterior (conductor de bus). La profesión de conductor es una profesión digna, creo que ese gremio no merece semejante desprestigio.

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Comen a reventar (hay que ver el físico de Maduro mientras buena parte de sus connacionales no tienen con qué comer (link asociado). De hecho los mismos venezolanos dicen que está gordo como un cochino, mientras ellos pasan hambre. Peppa es un cerdo, es normal que coma como lo hace.

Algunos creen en ellos como si fueran Dios. Maduro, a pesar de llevar a su país a una hiperinflación de un millón por ciento (de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional), sigue teniendo miles de seguidores, como los que salen cuando el régimen propone una manifestación. Con Peppa pasa algo similar (tengo una amiga que su hijo le ha roto 3 celulares y un Ipad por no dejarlo ver a Peppa, creo que esta es una situación frecuente para varios padres de familia)

Hablan con otros animales. Es frecuente ver a Peppa hablar con cebras, conejos, y con sus padres que también son cerdos. Con Maduro ocurre algo similar, pues tiene la habilidad de incluso de hablar con pajaritos (es todo un Dr. Dolittle), con Diosdado o Tareck el Aisami.

Algunos los quisieran muertos. Mas de uno quisiera un cerdo asado. (lo digo por Peppa por supuesto) .

No sabemos con certeza su nacionalidad. Peppa podría ser de cualquier lugar del mundo, es multicultural, podría tener cualquier nacionalidad. Nicolás Maduro dice ser venezolano, aunque muchos dicen que nació en Cúcuta, pues sus padres habitaron esta ciudad durante muchos años. Le dicen el colombiano Maduro.

Tienen alianzas con grupos terroristas. Peppa con sus amigos del barrio. Hacen cosas espantosas en el lodo y múltiples travesuras. Maduro con Hezbola, los colectivos de presos que ha armado en las calles que asesinan a personas inocentes y a guardias del ejército.

Parecen una caricatura. Bueno, Peppa lo es.

Son dignos de un premio. Maduro al de la estupidez. Peppa a uno de Cartoon Network.

Desafortunadamente, uno es real, el otro no. Maduro lo es, aunque en ocasiones parece salido del peor de los libretos de cine.

Para finalizar. La comparación no es justa con Peppa, pues ella es mejor en todos los sentidos

Esta es una protesta personal. Me genera un profundo dolor ver la situación de cientos de hermanos que quieren regresar a sus casas. Mayor dolor me genera el maltrato al que se ven expuestos diariamente, sin poder hacer absolutamente nada. Creo que no soy la única.

Pdta: Felicitar a Gustavo Dudamel por su participación en los Oscar, su música tocó a millones. Su sentida melodía parecía a su vez dedicada al pueblo venezolano.

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