MARÍA ALEJANDRA GONZÁLES-PÉREZ

Las brechas y desigualdades de la plataformización y la economía basada en datos

En las últimas casi tres décadas, venimos siendo testigos de un crecimiento exponencial de los flujos de datos.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
8 de septiembre de 2019

Este crecimiento se adjudica tanto al aumento de usuarios de internet, como a la creación, uso y adopción de nuevas tecnologías digitales intensas en datos como la inteligencia artificial, el blockchain, la robótica, la automatización, la analítica de datos, la computación en nube (cloud computing) y la impresión 3D. Mientras que, según datos de CISCO, en 1992 las redes de internet transportaban 100 gigabytes (GB) de datos al día, en el año 2017 esta cifra aumentó a 45.000 GB; y se estima que para el año 2022, el tráfico mundial de los protocolos de internet (IP) llegue a 150.700 GB por segundo. 

De la misma manera como esta revolución digital trae consigo grandes oportunidades, también está acompañada de desafíos colosales. Uno de ellos es la desigualdad entre y dentro de los países, dado que la riqueza generada por el tráfico de datos está concentrada solamente en dos países y en un número reducido de empresas (plataformas). Otro de los desafíos es que la implementación y adopción de algunas de las mencionadas tecnologías trae consigo transformaciones estructurales del relacionamiento social y de los mercados laborales, dentro de los que se encuentran, , la muy probable disminución de oportunidades de ocupación remunerada en algunos sectores vigentes en el presente, y la creación de trabajos en otros sectores, muchos de ellos que quizás aún no existan. 

  

El 4 de septiembre 2019 se lanzó el Informe sobre la Economía Digital 2019 de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) en Ginebra, Suiza. Este informe  explora las posibilidades que tienen los países en desarrollo para crear y capturar valor en la economía digital. Como lo explica Pilar Fajarnés Garcés, Oficial de Asuntos Económicos de la UNCTAD, y quien hace parte del equipo de la sección de políticas de TIC de la división de tecnología y logística de este organismo multilateral, división que se ocupa de preparar este informe, “hasta ahora la riqueza creada en la economía digital se ha concentrado en unas pocas plataformas digitales globales, principalmente de Estados Unidos y China. Estos dos países lideran la evolución de las diferentes tecnologías digitales, tales como blockchain o cadena de bloques, analítica de datos, inteligencia artificial, impresión 3D, Internet de las cosas, automatización, robótica y computación en la nube. El resto del mundo, especialmente África y América Latina, están muy por detrás de Estados Unidos y China”. 

Para ilustrar esta concentración de la riqueza en la economía digital,  el informe se resalta que el 75 % de las patentes mundiales relacionadas con las tecnologías de blockchain, y el 50 % del gasto mundial en Internet de las cosas (IoT) se gesta en Estados Unidos y China.  Adicionalmente, en estos dos países se concentra más del 75 % del mercado de la computación en la nube (cloud computing), y más del 90 % de la capitalización de mercado de las 70 plataformas digitales más grandes del mundo. 

Pilar Fajarnés explica que este informe hace énfasis en el análisis del creciente rol de los datos y las plataformas digitales en la economía digital global y argumenta que “en las nuevas cadenas de valor global basadas en los datos, por las que los datos digitales se transforman en inteligencia digital, los países en desarrollo corren el riesgo de convertirse en meros proveedores de datos brutos”.

António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, comentó públicamente sobre los hallazgos contenidos en este informe indicando que “es preciso colaborar para cerrar la brecha digital, ya que más de la mitad del mundo tiene un acceso limitado a Internet o carece de él. La inclusión es esencial para construir una economía digital que brinde ventajas para todos”. Es por esto que, alerta Pilar Fajarnés de la UNCTAD, “en un contexto de gran concentración de poder de mercado por parte de las plataformas digitales globales, y si las políticas y regulaciones actuales se mantienen como hasta ahora, la tendencia será a un aumento de la desigualdad existente”.

Como posible solución a este grave problema de exclusión de beneficios económicos y de concentración geográfica de riqueza en la economía digital en Estados Unidos y China, Pilar Fajarnés de la UNCTAD plantea que “para reducir las grandes brechas digitales existentes y garantizar que la economía digital beneficie a la mayoría de la población y no solamente a unos pocos, los poderes públicos pueden moldear la economía digital estableciendo las reglas del juego de una economía digital más justa. Es necesario que las estrategias nacionales de desarrollo de la economía digital promuevan la modernización digital (generación de valor añadido) y ayuden a crear capacidades nacionales para procesar los datos digitales”.

El Informe sobre la Economía Digital 2019, además de los desafíos ya planteados expone a nuevos riesgos que ameritan una mayor y más crítica atención de la academia, los gobiernos y la sociedad civil; como lo son: la privacidad, la seguridad cibernética, y las actividades comerciales ilícitas.