JULIANA SÁNCHEZ

La tercera edad son los nuevos 30

La tercera edad se ha convertido en un segmento atractivo para el mercado. ¿Qué está pasando en el mundo con esta población?

Juliana Sánchez Trujillo, Juliana Sánchez Trujillo
15 de mayo de 2019

El aumento de la expectativa de vida es una realidad que se hace cada vez más tangible, de hecho, según Alejandro Melamed, un niño que nace hoy en Francia podría llegar a tener una expectativa de vida de unos 104 años. De hecho, se estima que, en 2050, el mundo tendrá más de 3,2 billones de personas mayores de 50 años. Lo anterior trae grandes retos para la humanidad, pues si una persona puede llegar a vivir hasta unos 40 años después de pensionarse, es indispensable crear nuevas posibilidades para ocupar su tiempo y dar propósito a su vida. Sobret todo porque la calidad de vida con la que se alcanza la pensión es cada vez mejor, haciendo que muchas personas, que aún se consideran altamente vitales quieran seguir trabajando o incluso iniciar el negocio que siempre soñaron y nunca pudieron concretar. Lo anterior, plantea también retos importantes en todos los sectores, impactando particularmente a la salud, la educación y la productividad; pues no solo se generan preguntas sobre sostenibilidad, sino también el espacio para crear ofertas en nuevos mercados desatendidos.

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Por ejemplo, al vernos enfrentados a un aprendiz para la vida, se manifiestan necesidades educativas. De hecho, ya existen universidades para la tercera edad, popularizándose rápidamente en China y el Reino Unido. Si bien este movimiento comenzó en Europa en los años 70, ha sido China la que lidera un crecimiento acelerado del tema. Su primera academia abrió en 1983 ofreciendo cursos de danza, inglés, compras en línea y disciplinas académicas tradicionales y en 2017, ya había 8 millones de chinos inscritos en este tipo de instituciones, lo que representa un 3% de su población, con estudiantes en edades entre los 65 y los 80 años. Estos modelos resultan atractivos ya que permiten desarrollar nuevas habilidades, conocer y conectarse con nuevas personas, y desarrollar áreas de interés que no pudieron explorarse durante la vida laboral y potenciar su creatividad.

Lo interesante es que el tema no se queda allí, pues no solo se están brindando oportunidades educativas a este segmento poblacional, sino que se están creando espacios de coworking que apuntan también a sus necesidades profesionales. Este es el caso de Senior Planet, ubicado en Nueva York y cuyo eslogan es “envejeciendo con actitud”. Este movimiento, creado por la Fundación Older Adults Technology Services (Servicios Tecnológicos para Adultos Mayores), gestiona el espacio donde se incuban start- ups con una característica común: sus integrantes son todos mayores de 60 años. Allí, se les brinda apoyo en temas digitales como la banca digital, se promueven estilos de vida saludable, y se brindan eventos para la comunidad madura de la ciudad, como vehículo para no solo mejorar su calidad de vida, sino también permitirles encontrar nuevas pasiones y gusto por la vida.

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En últimas, estas nuevas tendencias son un llamado a ver nuevas perspectivas, a crear nuevas oportunidades y a transformar la manera en que vemos no solo a los ciudadanos, sino a las dinámicas de vida a las que estamos acostumbrados.