GREGORIO GANDINI

La misión del mercado de capitales, el diablo está en los detalles

Con la presentación de las recomendaciones de la misión del mercado de capitales he decido dedicar mi columna de esta semana a reflexionar un poco sobre cómo medir si dicha misión cumplió con éxito sus objetivos y cómo podríamos hacerle seguimiento a su trabajo.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
28 de agosto de 2019

El 31 de octubre del año anterior escribí un artículo debido al lanzamiento de la misión del mercado de capitales, en el que hacía dos preguntas que me intrigaban ¿Por qué las compañías no emiten masivamente acciones en bolsa? y ¿Por qué las personas naturales no compran acciones directamente? Ahora casi diez meses después me gustaría explicar lo que pude observar respecto a las conclusiones y recomendaciones de dicha misión en el Gran Congreso del Mercado de Capitales llevado a cabo el pasado 20 y 21 de agosto y al cual tuve la oportunidad de asistir. 

Si quieren ver el artículo que mencioné pueden seguir esta columna: El mercado de capitales: ¿misión imposible?

Muchas veces perdemos de vista las cosas más obvias y es que cuando hablamos del mercado de capitales estamos hablando de un mercado y como tal, está sujeto a las fuerzas de oferta y demanda de sus activos, bien sean bonos o acciones y de ahí nacen mis preguntas. Lo que me pareció interesante ver es que la Misión tiene en cuenta cuatro aspectos que son claves para el funcionamiento de dicho mercado y los muestro en el gráfico 1, las entidades, la regulación, los inversionistas y los emisores.

Grafico 1. Algunos conceptos claves. Elaboración propia.

Tal vez no todo el mundo lo sepa, pero el mercado de capitales es un negocio altamente regulado y por tanto tiene todo el sentido del mundo, empezar a hacer la tarea por esta parte, entre las cuales la misión propone crear una política pública para el mercado de capitales en Colombia con un área específica encargada dentro del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Esto más la mejor armonización de diferentes entidades como la Unidad de Regulación Financiera del Ministerio, la Superfinanciera y el AMV tiene todo el sentido del mundo en especial poner una cabeza al frente de la promoción y el desarrollo del mercado de capitales. Pero es tal vez, aquí donde percibo puede haber una demora considerable por todo el esfuerzo necesario en alinear el aparato gubernamental y crear nuevas áreas con nuevas responsabilidades, por lo que este será un punto clave a seguir.

Por otro lado, la parte de las entidades, emisores e inversionistas del mercado se conecta íntimamente con el segundo esquema en el gráfico 1 que habla de cómo deben interactuar dos mercados adicionales al mercado público (es decir el actual donde se negocian activos públicamente) el privado y el balcón. En realidad, el mercado privado es una reorganización del actual segundo mercado que buscaría incorporar la figura del private placement donde los valores no se emiten de forma pública sino a inversionistas calificados, mientras el mercado balcón se centrará en emisiones pequeñas y en medianas empresas. Esta propuesta tiene el atractivo de proveer el marco para emitir diferentes clases de activos con diferentes clases de riesgo, lo que hay que tener en cuenta aquí es qué tan costoso se vuelve este proceso o si en verdad se está abriendo el mercado a nuevos emisores a costos que permitan competir con los bancos a la hora de buscar financiación porque seamos honestos, sin atraer emisores este esquema no funciona, es más, el segundo mercado originalmente buscaba este enfoque pero no creó esa atracción masiva a otros tipos de emisores que se buscaba.

Si bien los inversionistas institucionales son vitales no solo en Colombia sino en el mundo creo que atraer masivamente a las personas naturales como inversionistas es la clave en el largo plazo, para lo cual se necesita que haya tres componentes claves, ahorro porque sin recursos extra los hogares no buscarán inversiones, una adecuada educación financiera pero también una oferta de fondos y herramientas sencillas que le saquen el máximo provecho a estas oportunidades. En este caso creo que debe buscarse la creación de la oferta y demanda por nuevos vehículos y productos al mismo tiempo para activar el ciclo y darle cada vez más dinámica a estos mercados.

Siempre he sido un convencido de que Colombia puede ser el gran centro financiero de Suramérica por encima de Brasil, ya que contamos con la ubicación geográfica y estabilidad regulatoria y económica necesaria para garantizar los derechos de los inversionistas, pero nos falta hacernos mucho más atractivo como el hub de capitales de la región que debería unir Sur, Centro y Norteamérica. Y si bien es claro que el éxito de la misión del mercado de capitales no es medible ni hoy ni mañana, es necesario, seguir paso a paso la velocidad y forma en que se implementen sus recomendaciones para ver si como quedan montadas las cosas, en realidad contribuyen o no al fin último de mejora del mercado, después de todo, el diablo está en los detalles.