Opinión On-line

iPhone y su pérdida de participación: ¿Qué hay detrás?

A mediados del año 2007, Apple lanzó el primer iPhone, y cambió el mercado de los smartphones para siempre. En ese momento, el mercado era dominado por Nokia con un 64% de participación en unidades vendidas. Opinión de Nicolás Restrepo Abad.*

Invitado , Invitado
11 de septiembre de 2013

Cuatro años más tarde, el mercado se había multiplicado por cuatro, y uno de cada cinco dispositivos vendidos en el mundo era iPhone. Sin embargo hoy, seis años después de su introducción, el iPhone tiene la misma participación de mercado que tenía en el año 2009, mientras que está cada vez más consolidado el nuevo rey del mercado mundial de smartphones –Samsung–, doblando en participación al teléfono de Apple (32% Vs. 15%). ¿Por qué se desaceleró el crecimiento del iPhone? ¿Qué ha hecho Samsung para crecer al doble de la velocidad del mercado durante los últimos cinco años? El objetivo de este artículo no es hacer un análisis de la industria de los teléfonos inteligentes, sino entender cómo la estrategia de precios adoptada por cada compañía –Apple y Samsung– ha determinado su destino en el mercado mundial.

Hoy en día existen cinco modelos de iPhone disponibles (4, 4S y 5) que oscilan entre los US$450 y los US$850 cuando se compran sin contrato. Esto significa que una persona que no cuente con al menos US$450, o no tenga un buen plan con un operador celular para comprarlo subsidiado, no podrá acceder a un iPhone nuevo. Tal vez esto no sea un problema en el mercado norteamericano, pero en el resto del mundo, especialmente en las economías emergentes, queda excluida la mayoría de la población. Samsung, en cambio, ofrece actualmente 17 modelos diferentes de dispositivos (Young, Ace, S3, S3 Mini, S4, S4 Mini, Note, Mega, entre otros) que oscilan entre los US$130 y los US$700. De esta forma, una persona que quiera adquirir un smartphone sin contrato, pero tenga un presupuesto limitado de, por ejemplo, US$250, podrá fácilmente encontrar una alternativa dentro del amplio portafolio de la marca.

No es casualidad que durante el apogeo de Nokia en el año 2007, la compañía finlandesa lanzaba al año más de 40 modelos en todo el mundo, reconociendo que lo que busca un joven en un teléfono es diferente a aquello que busca un ejecutivo, o un niño, o un adulto mayor. Pareciera que Samsung no solo ha comprado esta idea, sino también que no todo el mundo está en capacidad de pagar lo mismo por un teléfono inteligente. Incluso el muy criticado sistema operativo Windows Phone goza ya de participaciones de mercado de hasta el 8% en algunos mercados como el europeo y el latinoamericano, gracias al lanzamiento de dispositivos económicos por parte de Nokia. Apple, en cambio, se ha caracterizado desde el principio por ofrecer un abanico de opciones reducido, enfocándose en los mercados de mayor poder adquisitivo y descartando, ya sea consciente o inconscientemente, al resto de la humanidad.

Si bien Apple no ha declarado abiertamente sus intenciones de cambiar su estrategia de precios para masificar el iPhone en el resto del mundo, está claro que los inversionistas así lo desean. ¿Qué debería hacer Apple para mejorar su participación de mercado en las economías emergentes de Asia, Latinoamérica y el oriente de Europa? Desde el punto de vista de estrategia de precios, Apple debería ofrecer modelos de iPhone más económicos. Dichos modelos no deberían ser atractivos para los usuarios norteamericanos o de otros países desarrollados, pero definitivamente deberían ser suficientemente funcionales para satisfacer las necesidades de los nuevos consumidores de economías emergentes.

Lamentablemente no hay señales de que esto vaya a ocurrir en el futuro cercano. Es completamente respetable la decisión de Apple de no ofrecer dispositivos de bajo desembolso. Sin embargo deben estar conscientes de que, mientras no lo hagan, es muy poco probable que recuperen la participación de mercado que alcanzaron a tener en el año 2011.


* Consultor de PREXUS Consultoría
nrestrepo@prexus.co