RAÚL ÁVILA FORERO

Hágalo usted mismo como filosofía de consumo

Aunque en Colombia no se percibe como una tendencia de alto impacto, muchos hogares a nivel mundial mantienen preferencias por diseñar, planear, hacer o construir cosas por su propia cuenta. Intensificar y aprovechar la creatividad de los clientes puede contribuir en el valor de su negocio.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
5 de agosto de 2019

La tendencia del “hágalo usted mismo” (HUM o DIY por sus siglas en inglés) se potencia y sigue más vigente que nunca. Tal parece que ha alcanzado a ser un movimiento de alta popularidad, en donde las personas encuentran una independencia única que les permite crear, innovar y tener un cierto toque de exclusividad. De hecho, se está aferrando a las tendencias actuales como una alternativa útil y entretenida.

Parte de la industria lo ha acoplado bajo el movimiento de la autoproducción, es decir, una alternativa para la parte de la oferta con el fin de lograr producir bienes u ofrecer servicios personalizados y novedosos. Sin embargo, varios aspectos socioeconómicos nos han llevado a generaciones que sienten gusto por hacer las cosas por su propia cuenta, por lo cual la perspectiva del DIY también viene de la mano con la misma demanda.

Involucrar al consumidor en el proceso de manufactura es un proceso que resulta atractivo y de gran utilidad logística. No obstante, la modernidad de hoy día no nos limita a la confección de materiales o de la construcción de un mueble para el hogar por nuestra propia cuenta. La tecnología también ha irrumpido y ha sabido sacarle provecho a esta nueva cultura.

El ejemplo más cercano que tenemos para reconocerlo son los smartphones y el desarrollo de aplicaciones. Estas son herramientas tecnológicas que nos permiten realizar compras por internet en cualquier parte, realizar transferencias bancarias o sacar préstamos de consumo y tarjetas de crédito, sin necesidad de acudir a un punto físico, pagar servicios públicos desde casa, velar por la seguridad del hogar o del negocio personalmente, etc.

Los modelos alternativos de negocio vienen respondiendo a estas tendencias de compra por parte de los consumidores. No obstante, la versatilidad de los productos, el carácter de exclusividad y los diseños novedosos, si bien son criterios importantes dentro de esta tendencia para las nuevas generaciones, no son los únicos. También hay otra parte de la población que gusta de la idea del DIY y presta más atención a temas de practicidad y precio.

Ikea es una de las empresas que se ha creado con la filosofía del DIY y arrasa como un imperio en muebles y objetos para la decoración del hogar, con una constante reinvención en diseños contemporáneos. Entre sus mayores mercados de concentran países como Alemania con un 15%, Estados Unidos con el 14%, Francia con el 8% y Reino Unido y China con el 6% cada uno.

Y aunque es una empresa que sabe aplicar a la perfección la técnica de la personalización masiva para sacar ventajas sobre costos, sin perder el toque de la diferenciación y calidad que tanto gusta a sus clientes, mantiene los Ikea hacks: el arte de personalizar muebles de Ikea con ideas de personalización sobre sus productos y al alcance de los consumidores.

En sí, la tendencia del DIY exige un mayor trabajo en tema como el canal, el packaging y las redes sociales que hoy día son un medio promocional de alto rendimiento. En ocasiones, las empresas incluyen tutoriales y guías que sirvan de orientación a los clientes.

En ciertas partes del mundo, como Norteamérica y países de Europa, el sector del hogar y decoración mueve millones bajo el uso de esta tendencia. Según cifras de Euromonitor, se estima que durante 2018 se movió cerca de US$1 trillón en todo el mundo, y países como China, Indonesia, Rumania y Reino Unido mostraron liderazgo en el DIY frente a este sector en particular.

Asimismo, la generación Baby Boomers y la generación X mostraron una mayor preferencia por la filosofía del DIY particularmente porque son generaciones que, en su mayoría, son propietarios de finca raíz; aspecto que les permite hacer muchas mejoras estructurales a sus hogares sin mayores inconvenientes. Por parte de los Millenials se vio una inclinación por el “hágalo por mí”, aunque permanece como un mercado potencial a futuro.

Las perspectivas de este sector se mantienen altas en regiones que manifiestan un alza en la población y en su crecimiento económico, con un peculiar enfoque sobre la clase media. No obstante, los precios de los bienes inmuebles también se convierten en un indicador importante a seguir para realizar proyecciones más estables sobre el sector.

En Colombia, Ikea mostró un reciente interés por entrar a nuestro mercado de la mano del Grupo Sodimac. Sin embargo, el sector de muebles y decoración se ha contraído desde 2012, llevando a la disminución de establecimientos, reducciones en productos, ventas y empleos e, inevitablemente, a la afectación del segmento Pyme. Así, valorar la practicidad de esta nueva filosofía podría dar un estímulo a varios de estos negocios, especialmente ante la entrada de competidores como Ikea.

No cabe duda alguna de que los hábitos DIY están cambiando nuestras vidas y la forma en la que se mueve el mercado. Sus aplicaciones en verdad son infinitas, pues no solo comprende el sector del hogar y decoración, sino también el gastronómico, tecnológico y hasta el textil. Esto ha contribuido al desarrollo de individuos más autónomos e independientes; por ello, no está de más valorar la filosofía del DIY en los emprendimientos que puedan y deseen acogerla.