Futbolistas de exportación

Nuestro país, caracterizado por exportar café, flores y hasta aguacates, no se queda atrás cuando se habla de exportaciones de talento para el fútbol internacional. Esto refleja un claro indicio de las mejoras que hemos tenido en desempeño, entrenamiento y talento, combinación clave que sentó muy bien para mostrar un buen rendimiento en los dos últimos mundiales de fútbol.

No resulta extraño que posterior a los dos mundiales pasados, varios clubes de categoría mundial se mostraran interesados en adquirir más jugadores colombianos, en comparación del interés que se veía hace más de 20 años. Para entonces, podemos recordar algunos ejemplos emblema como Faustino Asprilla en el Newcastle de Inglaterra en 1996 o Freddy Rincón en 1995, siendo el primer colombiano en portar la camiseta blanca del Real Madrid, pero con un paso no muy fortuito.

Le puede interesar: ¿Cómo atenuar la crisis del primer empleo ante la falta de experiencia laboral?

Hoy día, son muchos más los jugadores que nos llegan de orgullo nacional por figurar en los más grandes equipos de futbol mundiales. Así lo confirma el más reciente informe del Observatorio de Fútbol Internacional (CIES por sus siglas en inglés), que realizó un análisis de las exportaciones futboleras en 147 ligas de 98 asociaciones de fútbol, lo que implica un análisis adicional para 5 países más a comparación del estudio realizado en 2018.

A nivel general, se logró un aumento del 5% en los movimientos exportadores gracias a 628 jugadores que se sumaron a la lista de fichajes. Cifra que demuestra una gran labor de internacionalización de los jugadores y una mejor dinámica e interés de intercambios de índole internacional.

En el ranking, Colombia figura como el octavo país que más exporta jugadores a varias ligas del mundo, con 382 jugadores. En contraste, Brasil, líder invencible, ocupa el primer puesto con 1.330 jugadores, Francia es el segundo con 867 jugadores y Argentina es tercero con 820.

Le sugerimos: Marketing inteligente

Sin embargo, bajo un análisis de comparación del número de jugadores exportados frente a la población residente del país de origen, el ranking cambia sustancialmente. En esto, Islandia toma la primera posición ya que por cada jugador islandés hay un aproximado de 5.458 habitantes. A este le sigue Montenegro con 7.221 habitantes por jugador y Uruguay con 10.409. En nuestro caso, Colombia quedaría mucho más lejos del Top 40, pues contamos con 128.300 habitantes por jugador.

Por otro lado, el estudio también analiza los cambios más sustanciales, de manera positiva o negativa, que tuvieron los países objeto del estudio. Brasil, España, Argentina y Colombia lideran el ranking de los aumentos en sus índices de exportación, cada uno con una cantidad de 64 (4,8%), 61 (14,3%), 57 (7%) y 51 (13,4%) jugadores de más, respectivamente. En el sentido contrario, los países que más perdieron niveles de exportación fueron Eslovenia con 17 jugadores menos (-19,3%) e Irlanda y Romania con 13 jugadores cada uno.

Ahora bien, del lado de las importaciones, Europa es la región que más concentra los principales destinos. El top 5 está compuesto por Inglaterra (728 jugadores), Italia (636), Estados Unidos (575), España (516) y Portugal (508), y sólo se encuentran países europeos de ahí en adelante hasta la posición 11, en donde México rompe la tendencia. Pero de las cifras del top 5, la de Estados Unidos se considera que está emergiendo de forma más progresiva en el mundo del fútbol.

Y aunque para muchos de nosotros los fichajes más emblemáticos y recordados tienden a ser hacia los clubes de Europa, las rutas de exportación que manejamos en mayor cuantía es a nivel regional, principalmente hacia México, Panamá y Argentina. En ámbitos mundiales, las principales rutas migratorias vienen siendo de Brasil hacia Portugal y de Argentina hacia Chile.

Puede leer: El costo de la contaminación

No cabe duda en que el hambre de mejores oportunidades de nuestros jugadores se ve reflejada en estos movimientos. Y este es un aspecto que no sólo involucra la búsqueda de mejores salarios, sino también de la búsqueda de mejores experiencias para mejorar su nivel de rendimiento. No obstante, hoy día se ve una gran diferencia en la materialización de los fichajes, ya que los jugadores pueden pasar directamente a ligas europeas sin tener que pasar primero por México, Argentina o Brasil, como solía requerirse hace unos años.

Indudablemente, ello trae consigo un incremento extraordinario y progresivo en la cotización de los jugadores. Por eso no es extraño que Falcao gane actualmente USD$ 15,2 millones al año o que James rente cerca de los USD$ 8,7 millones, sin contar sus ingresos mediáticos por publicidad.

Así, el fútbol colombiano ha logrado consolidarse como una marca de reconocimiento mundial, por lo que nuestros jugadores han dejado de ser una apuesta de alto riesgo. Hemos logrado hacer más dócil el proceso de fichaje hasta en la Premier League, y tenemos que ir por más. La meta es darle más oportunidades, y todos los recursos necesarios, a nuestro talento para que explote su potencial y lograr el nivel de desempeño que demandan los clubes más prestigiosos del mercado.

Lea también: ¿Por qué deberían interesarnos los NINI?

Todo esto se ven muy bien en el papel, pero un proceso a largo plazo de consolidación donde no sólo se transfieran los jugadores, sino que se logre que los jugadores se mantengan en los clubes, se posiciones como habituales titulares en sus equipos, de seguro aseguraría que más y más jugadores emigren a las ligas poderosas del fútbol mundial. Para que ello se consolide, es necesario el trabajo sicológico, anímico, personalizado de aclimatación, adaptación y fortalecimiento de habilidades mentales en los deportistas. Eso también es la clave del éxito de un jugador de fútbol para que se mantenga y triunfe en el fútbol profesional.