PABLO LONDIOÑO

Futbol y liderazgo: Las cifras del mundial

"La etiqueta de mundial más caro de la historia se refuerza con los premios que concederá la organización a las selecciones y a los clubes".

Pablo Londoño, Pablo Londoño
21 de junio de 2018

Estamos iniciando el mundial  (gracias a Dios se acabaron las elecciones), que será por demás el mundial más caro de la historia. Las cifras son increíbles: Una inversión de US$14.200 millones (Brasil había costado US$7.000) de los cuales, las partidas más importantes fueron US$6.110 millones para infraestructura de transporte, US$3.450 millones para construir estadios y US$680 millones para alojamientos y hoteles. Rusia asumió la mitad del costo, parte por el gobierno central y parte por los gobiernos locales e inversores privados.

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De acuerdo con la agencia de calificación Moodys solo el 1% del crecimiento de la economía Rusa entre el 2013 y el 2017 tuvo relación con estas inversiones. Un impulso de US$31 billones a la economía de acuerdo con las cifras rusas.

La etiqueta de mundial más caro de la historia se refuerza con los premios que concederá la organización a las selecciones y a los clubes: US$791 millones, la cantidad más elevada en todas las ediciones que se han disputado de copas del mundo.

La FIFA explicó en un comunicado que “cada equipo clasificado recibirá US$1,5 millones para cubrir los gastos de los preparativos, que se han abonado antes de la competición. Todos los equipos tienen garantizados al menos US$9,5 millones por su participación en el Mundial 2018”. En cuanto a las selecciones ganadoras: la primera recibirá US$38 millones, la subcampeona US$28 millones, el ganador del partido por el tercer puesto percibirá US$24 millones y el cuarto será premiado con US$22 millones.

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Pero al margen de las descomunales cifras que acompañan el deporte más popular del planeta (1 billon de personas vieron la final del 2014), son otros los elementos que empiezan, después de una semana de mundial,  a llenar de comentarios las redes y que invitan a la reflexión de las enseñanzas paralelas del mejor deporte del mundo: 

  • Los cracks no hacen un equipo: Con excepción de Cristiano Ronaldo, parecería que las grandes figuras han quedado en deuda. No pudo Messi, ni Neymar, ni James,ni Salah para mencionar unos pocos. Los equipos que han dejado la mejor impresión en este comienzo no dependen de un gran talento, son más bien producto de un proceso largo donde los jugadores se conocen y en donde prima la armonía por encima de las individualidades.
  • México: Imposible no emocionarse hasta las lágrimas con la actuación del Tri. Me emocionó por la garra mostrada. Porque es un equipo que deja todo en el campo, porque corrieron los 90 minutos, porque atacan y defienden en bloque, todos, porque hay momentos en la vida en donde los equipos no solo necesitan talento, tienen que dejar la vida en el campo de batalla. La segunda reflexión es que Osorio su técnico, como muchas veces lo ha hecho Mouriño, asumió en su persona todas y cada una de las críticas. Le puso el pecho a responder por el proceso (pocos creían en el) liberando de toda tensión a los jugadores. Los grandes líderes son capaces de eso: asumir el peso de la crítica para darle oxígeno a los suyos para que hagan los que saben hacer. Bien por el profesor Osorio.
  • Mal por la política de España: A Lopetegui en España en cambio lo sacrificaron un día antes de empezar el mundial. Lo hizo el presidente de la Federacion de Futbol Española alegando que las “formas también son importantes”. Lo sacó porque lo tuvieron al margen de las negociaciones secretas que había mantenido Lopetegui con el Real Madrid. Como si fuera obligatorio contarle al empleador de turno que le están haciendo una oferta del mercado. La teórica decisión de tipo ético de la Federación dejó muchos interrogantes. ¿Sacrificó a su equipo?.
  • Los Colombianos en las Redes: Acaban de despedir a un empleado de Avianca por meter camuflado alcohol a un estadio y después subir su fechoría a las redes. Le han llovido críticas de todos los frentes. ¿Qué se castiga, el hecho mismo o la estupidez de subirla a las redes?. En un país sin justicia y tibia frente al castigo de los verdaderos criminales aparecemos todos como jueces implacables frente a la estupidez humana. No sé, a veces siento que nuestra escala de valores no es coherente.