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Familias empresarias: estrechen sus vínculos en vacaciones

Aprovechando el inicio de las vacaciones de mitad de año, vale la pena que las familias empresarias tengan presente que este periodo es propicio para fomentar la unidad, armonía y tradiciones, así como contribuir a la resolución de conflictos. Opinión de Gonzalo Gomez Betancourt.

Dinero
19 de junio de 2012

Estudios resientes realizados por el Grupo de Investigación de Empresa Familiar de Inalde demostró que El 71% de las familias empresarias no realizan reuniones periódicas, entre ellas las vacaciones compartidas, adicionalmente, el 54% de los casos dicen no tener unidad familiar, así como el 77% no sienten que sus familias tengan relaciones armoniosas.

Para garantizar la supervivencia de las empresas familiares es necesario lograr su unidad y armonía, por tanto, un mecanismo para buscar estas características son los encuentros familiares; ya que estos son una poderosa herramienta parar transmitir y fortalecer la cultura, valores y creencias, incentivar la unión y el acercamiento familiar, además de crear sentido de pertenencia y orgullo de ser parte tanto de la familia como de la empresa.

En las vacaciones no sólo podemos compartir momentos gratos juntos, sino también actuar y tomar decisiones frente a temas relevantes que afectan a los integrantes de la familia. También podemos planear actividades y diseñar estrategias para fortalecer nuestros vínculos afectivos o formarnos para tener la capacidad de educar y acompañar a nuestros hijos y pareja en diferentes situaciones y etapas de la vida; pero ante todo son útiles para preservar valores y tradiciones que hacen parte de la cultura de familia, que es la esencia para construir un legado que trascienda por generaciones.

De acuerdo con la experiencia del grupo de investigación de empresa familiar de Inalde, un elemento clave para planear y ejecutar las reuniones familiares es nombrar un responsable que esté a cargo de diseñar la agenda, convocar a las personas, encargarse de la logística e incluso de conseguir asesores o expertos en los casos que haga falta. Al escoger a este líder, se deben tener en cuenta algunas características; por un lado debe inspirar confianza, pues los temas familiares exigen un trato discreto y confidencial, debe ser respetado por los demás miembros de la familia y tener la autoridad para discutir y solucionar temas espinosos, también debe tener cercanía emocional con todos, pues de esta manera se facilita el dialogo sincero y la consecución de apoyo para desarrollar las actividades.

La finalidad de las reuniones familiares, es mejorar la relación entre los miembros, por esta razón es importante comprometerlos y motivarlos a todos, identificando sus capacidades y fortalezas, para que hagan aportes que sean reconocidos en la familia. Por ejemplo, los jóvenes tienen una capacidad innata para manejar herramientas tecnológicas, así que ellos pueden encargarse de convocar a reuniones, comunicar eventos especiales, o compartir fotos y videos en las redes sociales.

Las familias en este tipo de encuentros, identifican en los niños y adolescentes aportes invaluables, pues a través de comentarios inocentes, muchas veces llevan a los adultos a reflexionar sobre cosas aparentemente simples, pero que pueden ser claves en el éxito de la reunión. Recuerdo en alguna ocasión, que al planear una Asamblea Familiar, los niños propusieron hacer unas olimpiadas que finalizaran con la elaboración de disfraces, los adultos aceptaron la iniciativa, y tuvo tal acogida que se convirtió en una tradición que se repite cada año. Con seguridad, si le preguntamos a cualquier persona de esa familia cuál es el momento más feliz que han pasado juntos, todos harán referencia a esas reuniones, que surgieron gracias al aporte de los más pequeños.

En la familia pueden surgir muchas ideas, como la celebración conjunta de cumpleaños, fechas especiales, hacer charlas para discutir temas como la educación de los hijos, participar en cursos de cocina o de arte, organizar días deportivos, entre otras; todas pueden ser repartidas en pequeños “comités” en los que participen diferentes personas. De esta manera la responsabilidad y la carga de trabajo no recaen sólo en el líder familiar.

Como vemos las reuniones familiares pueden jugar un papel muy importante para unirnos a los seres que amamos, llevándonos de nuevo a nuestra esencia humana, en la que una caricia y un abrazo son mucho más relevantes que tener la última consola de videojuegos o el celular de moda. Esto me permite dejarles una última reflexión, ¿cómo podemos pensar en convertirnos en una empresa familiar centenaria, si no tenemos la capacidad de disfrutar el hoy con nuestra familia? Recuerden que la familia es la base de todo lo que construyamos, así que démosle la importancia que merece.

Ph.D - gonzalo.gomez@inalde.edu.co
Director del Área Family Business, Inalde Business School, Universidad de La Sabana.