¿Está usted preparado para el futuro?

El mundo laboral es incierto y ciertamente sus dinámicas se transforman a medida que la tecnología incursiona en el trabajo. Por esta razón, es común contar con un alto grado de incertidumbre a la hora de identificar lo que se necesita para asumir el futuro próximo. De hecho, en una investigación realizada por IBM en el 2010 con más de 1000 presidentes de compañías globales, se identificó que el nivel de incertidumbre del mundo es cada vez más alto y los líderes no creen tener las habilidades necesarias para afrontarlo. ¿Cómo saber entonces qué es lo que necesitamos a título personal, y a nivel de equipos, para afrontar los retos que se vienen? ¡la respuesta está en prestar atención!

Prestar atención es un ejercicio de doble vía; por un lado, es muy importante estar atento a las nuevas tendencias del Mercado, a las necesidades de los clientes y a las nuevas tecnologías que, aunque parezcan locas, pueden ser realidad más pronto de los que se imagina. Por ejemplo hoy, en Colombia, hablar del internet de las cosas es un tema en pleno apogeo que aun es ajeno a muchas industrias, pero si se pregunta en países como Estados Unidos, esta ya es tan natural, que puede sonar casi hasta pasado de moda.

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Por otro lado, se debe saber qué requieren los colaboradores. ¿Cuándo fue la última vez que preguntó qué requieren saber para que puedan hacer mejor su trabajo? Y hablo de preguntar, pues muchas veces los líderes están esperando a que les soliciten capacitaciones, mientras que los equipos desconocen tener esta puerta abierta. Este caso es común y de hecho fue evidenciado en una reciente investigación de la Asociación Americana de Psicología, en la que se evidenció que la capacitación y el desarrollo es, después de un salario justo, una de las principales quejas de los empleados frente a su lugar de trabajo, de donde un 61% dice que su empleado le ha ayudado a desarrollar las habilidades técnicas y blandas que se requieren para el futuro. La pregunta aquí sería ver qué tanto esto aplica en el contexto colombiano. La mejor forma de saberlo es analizando qué tipo de capacitación han recibido las personas últimamente, con qué frecuencia, y hasta que punto éstos programas permiten asumir retos futuros.

Aquí también vale la pena revisar hasta qué punto se apoya el desarrollo de capacidades, pues asistir a una capacitación no necesariamente desarrolla nuevas habilidades. Para que esto se haga real, es necesario dar oportunidades para practicar, tener acceso a mentores o a personas que puedan resolver potenciales dudas, pero sobre todo , que se cuente con el espacio para cometer errores mientras se gana práctica, pues en últimas, los nuevos aprendizajes requieren el desarrollo de nuevos hábitos, y estos solo se forman a través de la repetición constante de comportamientos.

Finalmente, se debe tener en cuenta que cuando se quiere asumir exitosamente el futuro como organización, se requiere de un esfuerzo colectivo en el que un gran número de personas desarrolle nuevas habilidades, no solo de unas pocas estrellas que brillen en medio de todo.

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