GUSTAVO RIVERO

¿España debe pedir perdón?

El presidente de México se equivoca al pedir disculpas por el pasado lejano.

Gustavo Rivero, Gustavo Rivero
19 de abril de 2019

En muchos latinoamericanos, hay resentimiento contra España y sus conquistadores. El resquemor a menudo se enfoca en las toneladas de oro y plata que los españoles se llevaron. Más recientemente, se ha dirigido a los malos tratos a los pueblos indígenas de América.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, exigió el mes pasado que Felipe VI, rey de España, y el papa Francisco se disculparan públicamente por la conquista. "Las ofensas que sufrieron los pueblos nativos deben ser reconocidas", dijo. "Miles de personas fueron asesinadas y una civilización se impuso sobre la otra".

Hablaba en el 500 aniversario de la llegada de Hernán Cortés a México e insistió en que su intención era buscar una reconciliación histórica. Él también se disculparía por el abuso de los amerindios por parte de la república mexicana independiente. No contradijo el mito oficial mexicano, tallado en un monumento en la Plaza de las Tres Culturas en el corazón de Ciudad de México, de que la conquista fue "el encuentro de dos culturas" que produjo una tercera, la mestiza. Pero también dijo que fue una invasión con actos de subyugación.

Si como español que soy le dijera a un italiano que me pidiera perdón por la invasión del Imperio romano, seguramente se reiría en mi cara. AMLO no se da cuenta de lo absurda que es su petición: con esos apellidos y esa tez blanca, ¿quién es más probable que fuera conquistador? ¿Su “tatarabuelo" o el mío? La gran mayoría de los criollos son descendientes directos de los verdaderos colonizadores, de la misma forma que la gran mayoría de los actuales españoles no lo son. Es pura lógica: llegaron, conquistaron, se mezclaron (cosa que no hacían los ingleses) y se quedaron.

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Sus comentarios causaron una tormenta en España, en parte porque el separatismo catalán aprovechó para revivir un nacionalismo defensivo y en parte porque se produjo en medio de una campaña electoral. Josep Borrell, ministro socialista de Asuntos Exteriores, dijo que España "obviamente" no iba a ofrecer una "disculpa extemporánea", al igual que no pediría a Francia que se disculpe por "lo que hicieron las tropas de Napoleón cuando invadieron España". Pablo Casado, líder de la oposición conservadora, dijo que la llamada de AMLO era "una verdadera afrenta a España", que debería celebrar su papel histórico en México "con orgullo".

Sin embargo, según The Economist, la solicitud de AMLO es errónea por dos razones. Primero, se plantea la cuestión de quién debe disculparse con quién. Los pueblos de México de 1519 no fueron los originarios, ellos también cometieron lo que hoy en día se llamarían crímenes de lesa humanidad: el sacrificio sistemático de humanos en el caso de los mexicas (aztecas). Y el México moderno es una nación mestiza de ascendencia amerindia y española. Después de haber trabajado con los indios chontales de Tabasco, AMLO puede afirmar que está más cerca de los indígenas que muchos de sus antecesores. Pero como su nombre revela, sus antepasados fueron principalmente españoles. José Álvarez Junco, historiador español, escribió en El País: "Explíqueme, por favor, ¿por qué tengo que disculparme por algo que mis antepasados no hicieron a alguien cuyos antepasados seguramente hicieron?".

En segundo lugar, una cosa es disculparse por los crímenes en la memoria y otra por el pasado lejano. En una crítica al culto a la "memoria histórica", David Rieff, escritor estadounidense, señala que la evidencia psicológica muestra que el trauma sufrido por los supervivientes dura, como máximo, cuatro generaciones. Más allá de eso, la historia debe entenderse simplemente en sus propios términos y en su contexto temporal, en lugar de ser reescrita por los Gobiernos o reclutada con fines políticos.

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El registro muestra que el Imperio español no fue únicamente malo. La mayoría de los amerindios que murieron lo hicieron por enfermedades a las que no tenían inmunidad. Poco después de Cortés, Bartolomé de las Casas, un fraile dominicano, denunció los malos tratos a los amerindios, lo que provocó un angustioso debate en la corte española. En comparación con el imperio norteamericano de Gran Bretaña, que en gran parte exterminó o excluyó a los nativos, el orden colonial español fue "inclusivo", dando a los amerindios "al menos un espacio limitado", como ha señalado JH Elliott, un historiador británico.

AMLO fue elegido con la promesa de ofrecer a México una "transformación histórica”. Hasta ahora, sus políticas están lejos de serlo. En lugar de insistir en los errores del pasado, debería concentrarse en mejorar la suerte de los mexicanos de la actualidad.

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