ALEJANDRA CARVAJAL

¿Es conveniente capitalizar a Avianca?

La industria aeronáutica atraviesa por su peor momento de la historia. El rescate que acaba de darle el Gobierno nacional ha generado muchas dudas en distintos sectores. A pesar de todos los cuestionamientos, la decisión es la más acertada.

Alejandra Carvajal, Alejandra Carvajal
1 de septiembre de 2020

Hace un par de meses, uno de los hombres más ricos del mundo, Warren Buffett, vendió todas las acciones que tenía en la industria aérea. Su participación en Delta, American Airlines, Southwest Airlines y United Airlines, que estaba representada en acciones por valor de US$8.000 millones fue vendida en mayo, uno de los peores momentos de la crisis ocasionada por el coronavirus.

Una de las principales razones de Buffett fue evidentemente el resultado negativo que la caída en picada del sector aeronaútico había generado en sus balances. En declaraciones dadas a los medios de comunicación, manifestó que: “Tomamos esa decisión en términos del negocio de las aerolíneas. Sacamos dinero del negocio básicamente con una pérdida sustancial…No financiaremos una compañía que pensamos va a consumir dinero en el futuro”.

Así las cosas, invertir a estas alturas en una compañía aérea pareciera una locura. Los resultados de esta industria son los peores de la historia y se cree que tardará años en volver a los niveles de rentabilidad previos a la pandemia.

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La recapitalización de Avianca por parte del Gobierno nacional es una decisión que ha generado una gran controversia, en especial entre los contribuyentes, los ciudadanos de a pie que pagan IVA e impuestos. Avianca es una empresa que previamente venía con problemas.

Los permanentes reclamos del sindicato de pilotos y el paro realizado por estos luego de no llegar a ningún acuerdo, hicieron que la empresa dejara de vender más de US$150 millones. Así y todo, logró utilidades por US$82 millones ese mismo año, lo que representó un incremento del 85,5%.

La imagen de Avianca para muchos colombianos es negativa; sus constantes incumplimientos, la mala atención al usuario y hechos como las chuzadas a varios miembros del sindicato de pilotos o el que Germán Efromovich haya sido encarcelado por sus nexos con Odebrecht han afectado su reputación y su imagen como marca emblemática de los colombianos.

Varios analistas incluso han afirmado que no se entiende cómo el Gobierno nacional va a otorgar un crédito por US$370 millones a Avianca, cuando hay otros sectores que requieren de recursos de manera expedita y que no dan espera. Mucho menos entienden que los dineros del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME) vayan a ser empleados para tal fin.

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Es cierto que muchos sectores requieren urgentemente de una inyección de dinero por parte del Gobierno nacional y que quizás Avianca no esté en la lista de necesidades básicas insatisfechas de miles de colombianos que quizás nunca sabrán lo que es subirse en un avión.

Así y todo, y muy a pesar de la impopularidad de la aerolínea y que esta representa menos que poco para muchos colombianos, lo cierto es que el no capitalizarla generaría un mal mayor a la economía del país, lo que tarde o temprano repercutiría en la realidad de todos los colombianos.

Colombia es un país con un gran déficit en materia de vías terciarias y la conectividad que genera Avianca entre los distintos territorios es irremplazable, no sólo en materia de pasajeros sino en lo referente al transporte de carga.

Similar situación sucede con los vuelos internacionales en los que representa la única opción para miles de viajeros. Casi el 50% de la conectividad de Colombia depende de esta aerolínea.

Se critica también ampliamente que una de las vicepresidentas de esta compañía sea la hermana del presidente de la República, por lo que muchos se atreven a argumentar la existencia de un posible conflicto de intereses. Más allá de las novelas que se entretejen sobre este tipo de temas, lo cierto es que Avianca es una empresa que representa $14,6 billones anuales para la economía nacional, y que debilitar la conectividad del país solo empeoraría la crisis actual.

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Es difícil que otra empresa reemplace a Avianca. La mayoría de las aerolíneas están quebradas y difícilmente se interesarían en ver el mercado colombiano como una opción de negocio. Más de 500.000 empleos directos e indirectos dependen de esta empresa, por lo que su cierre también sería negativo en materia de empleo. Además, esta aerolínea aporta anualmente más de US$790 millones al país en materia tributaria.

Adicionalmente, hay que destacar que se trata de un crédito, no de un subsidio. Este crédito además se da dentro de un esquema de concurso de acreedores y reestructuración, amparado por nuestro ordenamiento jurídico.

Acciones como esta fortalecen la confianza de los inversionistas en Colombia pues es claro que el país no deja morir a sus empresas, por el contrario, hace lo posible para ayudarlas a salir adelante. Sin lugar a dudas, salvar a Avianca es la mejor opción, así a muchos no les guste, en especial aquellos que distorsionan asuntos económicos para convertirlos en políticos de cara a las elecciones de 2022.

Si bien Buffett vendió sus acciones en todas las aerolíneas en las que tenía participación, hay que pensar también en todos aquellos que las compraron, porque saben que a futuro estas generaran una buena rentabilidad. De hecho, el mismo Buffett amasó así su fortuna, invirtiendo en momentos de crisis en sectores donde otros no lo harían.

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El préstamo a Avianca en cualquier caso es una buena decisión, pues más allá de la rentabilidad se trata de garantizar la conectividad de todo un país.