GREGORIO GANDINI

En septiembre volvió el temor

Con un dólar iniciando la semana arriba de $3.800 y alta volatilidad en los mercados bursátiles de Estados Unidos se ve el retorno del temor por parte de los inversionistas, es por eso que esta semana dedico la columna a hablar al respecto.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
30 de septiembre de 2020

Sin duda, septiembre fue un mes de cambio de mucha volatilidad con eventos que afectaron la percepción de riesgo de los inversionistas en los mercados y los dos ejemplos que he decidido revisar en la columna de esta semana son una clara muestra de eso: el dólar en Colombia y las acciones en Estados Unidos.

El cambio drástico del dólar 

El dólar marcó una tendencia lateral los primeros 15 días de septiembre moviéndose entre $3.650 y $3.730 en lo que parecía ser un mes sin tendencia clara, sin embargo, esta tendencia cambió de forma notable para la segunda quincena llegando a cerrar la semana del 25 en $3.877 tal como se puede ver en el gráfico 1. Solo este cambio representó un aumento de 5,43% e inclusive durante el intradia alcanzó a superar la barrera de los $3.900.

Relación peso dólar

Gráfico 1. Elaboración propia. Datos Bloomberg

Mientras esto sucedía, el precio del crudo, una variable siempre a mantener en el radar cuando hablamos del peso en Colombia por su participación en nuestras exportaciones, se movía muy estable alrededor de US$42 por barril para la referencia Brent lo que muestra de forma clara que la fuente de volatilidad no venía de ahí. Así que, si no es por el lado del crudo, es necesaria otra fuerza determinante y es el comportamiento global del dólar, que en este caso mostró un aumento de 2,51% en el índice DXY, lo que significa un fortalecimiento del dólar comparado con otras tasas de cambio de países desarrollados. 

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¿La razón de este fortalecimiento? Si bien hay varias, en gran medida el aumento de casos de covid-19 en diferentes países de Europa, así como en Inglaterra, ha reducido de nuevo el apetito de riesgo, ante el aumento de probabilidad de retornar a medidas de aislamiento que puedan hacer más lenta la recuperación económica. Esto hace que los inversionistas se refugien en el dólar y salgan de monedas emergentes debilitándolas, tal y como se vio en la región con las tasas de cambio del real de Brasil, que aumentó 4,66% y del peso mexicano con 4,87%.

El S&P 500 pierde impulso

Pero la incertidumbre no solo se hace presente en las divisas, también las acciones en Estados Unidos mostraron una corrección en su tendencia durante todo el mes de septiembre como puede verse en la serie del índice S&P500 que marcó un descenso de 6,80% entre el 1 y el 25. Si bien esta caída se debe en parte al aumento de casos de covid-19 que mencione anteriormente y su impacto económico, también existes fuerzas locales en la mezcla, como la incertidumbre sobre las elecciones presidenciales de noviembre y su impacto en el manejo de las políticas actuales en caso de que gane Joe Biden, así como el temor a la sobrevaloración de las compañías tecnológicas que han sido elementos cada vez más presentes en la mente de los inversionistas. 

Este tipo de compañías se han beneficiado en esta época de pandemia ya que muchos de sus servicios y productos se han hecho más atractivos en contextos como el teletrabajo o el aislamiento en casa, lo que ha llevado a que los precios de sus acciones lleguen a máximos históricos en muchos casos, de ahí que la pregunta que ha rondado al mercado es si estos precios son equivalentes a su valor real.

Respecto al temor de la sobrevaloración de las compañías tecnológicas les dejo mi columna al respecto: Nasdaq, ¿con temor a la sobrevaloración?

Por último, cuando ya se venía acabando este mes, la reunión mensual de la Junta Directiva del Banco de la República incluyó aún más incertidumbre al tomar la decisión de un nuevo recorte de su tasa de intervención dejándola en 1,75% cuando la expectativa del mercado y la mía en particular era que la mantuvieran en 2%. Además, también se conoció en esa rueda de prensa la ampliación de la Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) que pasó de US$10.800 millones a US$17.300 aproximadamente y la decisión del gobierno de utilizar una parte de esa línea, alrededor de US$5.300 millones, para apoyar el presupuesto por efecto del covid-19. Siendo esto último un cambio de expectativa en el mercado cambiario ante la entrada de los dólares provenientes de este desembolso.

Creo que en términos estructurales, más que coyunturales, tanto para el dólar global como para las acciones en Estados Unidos estas tres variables, los casos de covid-19, las elecciones y los precios de las acciones tecnológicas serán determinantes para evaluar el nivel de volatilidad en un cierre de año más extraño de lo normal. Por lo pronto, lo que sí es claro es que en septiembre volvió el temor a los mercados y esto sin lugar a dudas tiene un profundo impacto en cómo nos perciben los inversionistas.