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Emprendimientos exitosos, rentables, y sostenibles

¿Cómo desarrollar emprendedores exitosos, y sobretodo cuyos productos y negocios logren ser rentables y sostenibles en el tiempo?, ¿qué se necesita en la educación para el emprendimiento? Algunas de las preguntas discutidas en el GEC.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez
20 de marzo de 2016

Del 14 al 17 de Marzo 2016, Medellín fue sede del octavo Congreso Mundial de Emprendimiento (GEC) (hashtags en redes sociales #GEC2016 #CECMedellin), el cual contó con más de 1.200 participantes de cerca de 150 países, entre ellos Bill Aulet.  

Bill Aulet, autor del libro “Disciplined Enprepreneurship: 24 Steps to a Successful Startup” y director ejecutivo del Martin Trust Center de MIT, en su intervención en el GEC presentó cómo la educación en emprendimiento y para la formación de emprendedores está pasando por una crisis alrededor del mundo. Bill Aulet atribuye esta crisis a una poca segmentación en la formación de actuales y futuros emprendedores, y la falta de una definida orientación innovadora y dirigida hacia mercados globales.  Presentó Aulet, que MIT para direccionar estas falencias, diseñó un programa de formación a emprendedores en el cual se combinan y estimulan el espíritu emprendedor con el desarrollo de capacidades. Para esto, hace una clasificación en cuatro segmentos, y para cada uno de estos se desarrollan un programa de educación emprendedora con prioridades diferentes:

  1. Exploradores/curiosos: Estas son las personas que se acercan a formación en emprendimiento para entender lo que significa ser emprendedor, identificar posibles alternativas de carreras, y desarrollar ideas.
  2. Listos para empezar (ready-to-go): Son quienes tienen un claro objetivo de ser emprendedores, y necesitan elementos para lograr serlo de manera exitosa.
  3. Amplificadores de emprendimiento: Son personas que buscan llevar a sus empresas actuales al “próximo nivel” buscando fortalecer el perfil empresarial, y al mismo tiempo orientado a desarrollar un eco-sistema que propicie el crecimiento.
  4. Emprendedores corporativos: Quienes se acercan buscando revigorar empresas e industrias existentes.

Sin embargo, para Aulet es fundamental tener un sistema flexible y dinámico de formación que sea riguroso, inclusivo e incluyente basado en tres fases, que se priorizan de acuerdo al segmento al cual pertenecen las personas buscando desarrollarse como emprendedores. Las tres fases que identificó Aulet, y se aplican en MIT son:

  1. Nucleación: En esta fase se busca básicamente (i) identificación del emprendimiento como opción de vida y de carrera; (ii) ideación del emprendimiento; (iii) creación y consolidación de equipo; (iv) desarrollo de soft skills como habilidad para correr riesgos calculados, el manejo de la incertidumbre, networking, auto-confianza, y la persistencia; y (v) una concentración en como aprender a ser un emprendedor disciplinado.
  2. Desarrollo de producto: Esto implica una focalización en el producto y en los consumidores. Identificar quienes son los consumidores, como van a adquirir el producto, como se va a diseñar y producir el producto/servicio; como asegurar que el producto/servicio tenga una proposición de calidad de valor, garantizar que la propuesta responda a las necesidades del mercado (market-fit), como hacer investigación primaria de mercado, y como asegurar que puede generar dinero y puede ser un negocio sostenible a través del tiempo.
  3. Desarrollo de negocios (venture development).

Para Camilo Gómez, director de desarrollo de negocios para Norte América de PSL, docente catedrático de la Maestría en negocios internacionales (MIB) de la Universidad EAFIT, y participante en el GEC para que un emprendedor se mantenga exitoso en el tiempo y sea sostenible deben mirarse varias dimensiones.

Primero, dice Camilo es “no enfocarse en el crecimiento como tal, ya que estamos siendo testigos de un desinfle en las valoraciones de empresas como twitter, cuyo éxito se midió por el desbocado aumento de usuarios, pero que de raíz no contaban con un modelo de negocio lo suficientemente afinado. Es por esto, que desde el comienzo hay que validar que haya un product-market fit, y que hay sostenibilidad financiera”.

Segundo, y más importante es el tema del equipo, “uno de los mayores retos es cómo asegurar que contamos con reglas de juego sensatas y claras que en el momento de la euforia de ideación se hace una división de la torta de lo que sea el negocio final”. Explica Camilo Gómez, que muchos emprendimientos comienzan con una idea informal en donde se hace una división arbitraria y amistosa en partes iguales, pero luego del tiempo cuando nos vaya bien (o mal), esta división no refleja quien fue el que más riesgos tomó, quien fue el que más capital aportó, quien es el que más sacrificó, y quien es el free-rider. Es por esto que Camilo explica que “muchos negocios se mueren y no logran perdurar en el tiempo, debido a problemas de estructuración de equipos de sociedades de emprendimiento”.