ÁNGEL PÉREZ

Elecciones con ganadores para soñar un país mejor

Los resultados de las elecciones territoriales en Colombia demuestran que en este país existe una democracia vigorosa, cuyos ciudadanos empiezan a expresarse duro contra la corrupción, el engaño y las prácticas políticas que compran votos y negocian favores clientelares.

Ángel Pérez, Ángel Pérez
28 de octubre de 2019

Un primer análisis señala que en las principales ciudades los electores castigaron a los clanes familiares, a los corruptos y a los clientelistas. 

También, destaco el hecho de que son las primeras elecciones donde el odio a las Farc y la necesidad de combatirlas no fueron el centro de la lucha electoral, es más, en la mayoría de las ciudades y los departamentos quienes ganaron apoyaron el proceso de paz. Celebro que de manera racional se impone en el gobierno nacional y en los territorios un escenario proclive a respetar el acuerdo de La Habana y proteger a los más de 10.000 excombatientes que cumplen con lo pactado, así como aceptar que quienes renunciaron a dicho acuerdo son delincuentes y criminales, cuyo objetivo no es la paz, ni la política, sino mantenerse en las cadenas de financiación y muerte que impone el narcotráfico.

De los hechos memorables en las elecciones territoriales de 2019, destaco la elección en Cartagena de William Jorge Dau Chamatt, él solo gastó 55 millones de pesos en su campaña. La elección de Dau es la respuesta de cartageneros que pedían un cambio a años de frustración y corrupción. El efecto de la corrupción logró que, en los últimos once años, la ciudad tenga en promedio un alcalde por año, ¿así cuál gobernabilidad o gestión pública de mediano plazo? la ciudad ha vivido en crisis y nadie resuelve nada. Según Cartagena Cómo Vamos el 59 % de los habitantes piensa que los constantes cambios de alcaldes afectan su calidad de vida y el 82 % que hay mucha corrupción. 

Cartagena por su ubicación, posibilidades turísticas, desarrollo portuario y la creación de empresas como Reficar tiene un enorme potencial de desarrollo, por ello para quienes amamos a Cartagena era incomprensible que otras ciudades de la costa Caribe como Barranquilla y Santa Marta, durante los últimos 12 años, transformaran su desarrollo urbano y mejoraran sus indicadores sociales y económicos. Barranquilla con gobiernos de centro derecha y Santa Marta con gobiernos de izquierda. En ambos casos, la ciudadanía reconoció su gestión y los movimientos políticos de los Char y de Carlos Caicedo ganaron en esas ciudades y ahora en sus respectivos departamentos.        

El nuevo alcalde Dau, al igual que quienes ganaron en otras ciudades y departamentos en contra de las maquinarias electorales, debe ser consciente de que no será fácil cambiar las costumbres políticas y de gobierno local, él necesita sumar apoyo ciudadano (organizaciones sociales, culturales y empresariales, la academia y los medios de comunicación) y organizar un gobierno técnico y transparente para empezar a modificar prácticas de trabajo con el Concejo y con la JAL y otros actores, que, la mayoría de las veces, ayudaron a envilecer la política en ese Distrito. 

En este proceso de elecciones territoriales también subrayo a Bogotá, ciudad ejemplar, desde hace ya más de 25 años, ningún partido, ni líder político es dueño electoral de la capital. Los bogotanos son independientes, votan por quien los convence y por sus programas, acá el voto se conquista con programas de gobierno. 

El triunfo de Claudia López es muy significativo, además de ser la primera mujer elegida para gobernar el distrito capital, como ella lo afirmó, tuvo 3 formidables contendores, preparados y con diversas ofertas para gobernar, que elevaron la calidad y la complejidad de la contienda. Tuve la oportunidad de asistir a 4 debates y me impresionó la calidad de las propuestas y las discusiones sobre temas como seguridad, movilidad, medio ambiente, salud, educación y cultura, entre otros. 

Este intenso debate movilizó a la ciudad, 3.219.343 ciudadanos votaron. Además de la ganadora, destaco las votaciones de quienes perdieron: Carlos Fernando Galán, más de un millón de votos, mientras Hollman Morris y Miguel Uribe con la más baja votación, obtuvieron más de 400.000 votos, cada uno. Para que los electores comparen, los alcaldes de Medellín, Barranquilla y Cali se eligieron con cerca de 300.000 votos, cada uno.

Claudia López representa la nueva política, su vida ha sido un ejemplo de superación y de esfuerzo personal y familiar; ella tiene la más alta formación, doctora, es estudiosa, comprometida con causas de alto riesgo para su vida, como la lucha contra la corrupción y la relación del paramilitarismo con la política; ella ha sido una aguerrida defensora del proceso de paz y de la necesidad de fortalecer las políticas de Estado que garanticen el cumplimiento de los derechos ciudadanos, por ejemplo, ella presentó el mejor programa de educación para la ciudad.

Así como en Cartagena y Bogotá ganaron quienes representan una nueva política, decente y con sentido ético, igual ocurrió en territorios muy importantes como Magdalena, Manizales, Cúcuta, Bucaramanga, Villavicencio, Cali, Medellín, Boyacá y otros. Aún falta, en la mayoría de las corporaciones públicas subsiste el entramado clientelar, esto puede ser un obstáculo para la gobernabilidad.

También, estos resultados llaman a la reflexión al gobierno nacional y a quienes aún, de manera equivocada, no se acogen a la paz. La democracia es el camino para cambiar costumbres políticas corruptas, lo que puede ser la gran revolución que los colombianos necesitamos para progresar y avanzar. Así mismo en estas elecciones no tuvieron peso los odios, ni los rencores de caudillos, de derecha o izquierda, en el fondo, ellos, también, son grandes perdedores.