GREGORIO GANDINI

El verdadero desafío del desempleo

El pasado miércoles el Dane publicó el dato de desempleo de agosto que presentó una tasa de 16,8%, que si bien es menor a la de julio, todavía está en niveles históricamente altos. Esta semana dedico la columna a analizar que nos dice este reporte.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
7 de octubre de 2020

Si tuviera que elegir un solo dato a seguir en esta coyuntura económica generada por el coronavirus sería sin lugar a dudas el desempleo, por su impacto en los ingresos de los hogares y en su consumo, pero también por las implicaciones sociales que conlleva. Con lo anterior en mente y habiendo publicado el Dane la cifra de agosto creo que vale la pena revisarlos detenidamente para ver las conclusiones que se puedan obtener.

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En primer lugar, quise hacer un ejercicio en el gráfico 1 que muestra el comportamiento histórico de la tasa desempleo en Colombia desde enero del 2015, marcando en la línea roja punteada el 10% con el fin de saber cuándo la tasa supero los dos dígitos. De acuerdo a lo anterior, de 68 meses revisados 24 meses se encuentran por encima es decir alrededor de un 35%, pero vale la pena notar que de estos, 16 meses se encuentran distribuidos entre 2019 y 2020, por lo que, si bien es impactante ver cifras mayores al 16% en todos los meses asociados a medidas de aislamiento de algún tipo por la pandemia (barras amarillas), también vale la pena notar que de base ya existía un problema estructural de alto desempleo.

Elaboración propia

Otro componente interesante que se puede observar en el gráfico es cómo antes de 2020 se podía ver el comportamiento estacional en la tasa de desempleo con reducciones en diciembre por el aumento de demanda de trabajadores por ventas navideñas, reduciendo el desempleo, seguido de crecimientos en esa tasa en enero por reducción de esos mismos cargos temporales. En ese orden de ideas, creo que también es relevante notar como los tres primeros meses de 2020, antes de los impactos de la pandemia, ya venían rompiendo ese comportamiento y se mantenían históricamente altos.

Específicamente hablando de los datos del reporte de agosto, se ha visto el impacto positivo que tuvo la reapertura de la economía ya que la tasa pasó de 20,2% en julio a 16,8%, lo que implica que los desocupados pasaron de 4,5 millones a 3,9 millones aproximadamente creándose o reactivándose alrededor de 600.000 puestos de trabajo. Así mismo, comparando los trimestres móviles de mayo-julio y el de junio-agosto vale la pena se puede ver un aumento en la población ocupada en alrededor de 812.000 personas, siendo los sectores agrícolas, manufacturero y de comercio los que más aportaron con 404.000, 149.000 y 135.000 empleos respectivamente.

En términos geográficos, en las tres principales ciudades para el mismo periodo en la tasa de desempleo se dieron descensos más marcados en Medellín y Cali que en Bogotá, con esta última ubicándose en 24,1% frente a 25,1% mientras que Medellín bajó a 21,7% contra 23,4% y Cali pasó de 25,2% respecto a 28,2%.

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Además, una de las cifras más impactantes en los reportes sobre el empleo de los últimos meses ha sido la diferencia de esta cifra entre hombres y mujeres, con una tasa en el trimestre móvil de junio a agosto de 15,3% y 24,2% respectivamente frente a una tasa total nacional de 18,9%. El gráfico 2 muestra que este hecho no es aislado, sino que existe un problema de fondo en términos de las situaciones laborales por género que se ha agudizado en la coyuntura de la pandemia, pero que ha mantenido este mismo tipo de tendencia de forma estructural.

No soy un experto en economía de género, pero me atrevo a decir que uno de eso efectos de la pandemia sobre el desempleo femenino ha sido la necesidad del cuidado de los niños que no pueden asistir al colegio o la guardería, lo que lleva a una sobrecarga en términos de trabajo adicional en este grupo particular. Pero, de nuevo, vuelvo a mencionar un punto crucial y es que a pesar de la coyuntura no hay que perder de vista que de base ya existían otras condiciones anteriores que ya afectaban esta tasa.

Elaboración propia

Si bien hay muchos componentes adicionales que revisar del desempleo, ahora estamos en un momento coyuntural que pone a prueba la efectividad de las políticas tomadas por el Gobierno durante la emergencia y la reapertura de la economía. Pero no hay que olvidar que existen dos caras de la misma moneda y si bien la pandemia nos ha llevado a escenarios extremos con tasas por encima de 20%, también ha hecho mucho más evidentes tendencias estructurales que ya veníamos jalando, por eso creo que es importante aprovechar todo este impulso y gasto fiscal extra para generar políticas que no solo recuperen los niveles de desempleo anteriores sino que corrijan los problemas estructurales que teníamos antes y para mí es ahí donde está, el verdadero desafío del desempleo.