GREGORIO GANDINI

El presupuesto y sus implicaciones

Si bien el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) es una guía de lo que el gobierno está esperando, el presupuesto general de la nación es un hecho real sobre cómo va a utilizar sus recursos, por eso vale la pena ver que trae de nuevo el proyecto de ley que se presentó al congreso el 27 de julio.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
9 de agosto de 2017

El presupuesto público, es el documento financiero que rige el balance de gastos e ingresos públicos durante el año fiscal, además es la fuente de financiamiento del plan de desarrollo vigente del gobierno, en este caso Colombia Repunta. Este documento es en la práctica un proyecto de ley anual que debe ser aprobado por el congreso, por lo que está sujeto a cambios y modificaciones mientras cursa por las dos cámaras.

Ajustando expectativas

Uno de los primeros cambios que trae este proyecto de ley es la reducción de la expectativa de crecimiento del gobierno para 2017, si recordamos lo que el MFMP estableció era de 2,3%, sin embargo, en los supuestos macroeconómicos del presupuesto es de 2,0%, alineándose algo más con la expectativa del mercado que de acuerdo a la última encuesta de opinión financiera de Fedesarrollo es de 1,8%. En términos de inflación la expectativa es de 4,1%, por encima de la meta al cierre de 2017, por debajo las expectativas de los analistas en la encuesta de julio del Banco de la República que espera 4,28%.

Otra de las variables claves a tener en cuenta, es el petróleo con una expectativa de precio del Brent en US$51 por barril para 2017, ya que afecta directamente la parte de los ingresos del presupuesto. En el gráfico 1 se puede ver que, si bien la referencia Brent se ha mantenido por encima desde principio de año, en junio y julio se ubica por debajo de US$50 con lo que esta tendencia parece estar revirtiéndose. En este sentido es importante tener muy en cuenta las sanciones de Estados Unidos a Venezuela y si estas pueden afectar su entrada a los mercados internacionales, recordemos que Estados Unidos había bloqueado anteriormente a otro miembro de la Opep, Irán, debido a sus pruebas nucleares y si bien el país vecino produce mucho menos crudo, podría afectar las expectativas de los inversionistas sobre la oferta futura y por tanto afectar en algún nivel el precio.

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El presupuesto como tal

Ya habiendo establecido, que es el presupuesto y revisado algunos de los supuestos en que está fundamentado podemos entrar a ver en realidad que ha cambiado, entre el de 2017 y el de 2018 y para tal fin me valdré de la tabla 1, la cual tomé directamente de la presentación del Ministerio de Hacienda al Congreso que resume la distribución del gasto en 2017 y 2018.

Tomado de MinHacienda

Lo primero que salta a la vista es que este presupuesto implica un aumento de 1% frente al anterior lo que equivale a 2.4 billones de pesos aproximadamente. Los dos rubros que registran el mayor aumento son las transferencias con un 5.7%, 5.8 billones, concentrados principalmente en pagos de mesadas pensionales y aseguramiento en salud y gastos de personal con 7.8%, 2.2 billones derivados principalmente del ajuste salarial de 5.1%.

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Pero lo que es en verdad preocupante, es que la variable que compensa estos aumentos es una reducción en la inversión de 16.8%, equivalente 6.9 billones de pesos y el detalle de esta reducción puede ver en la tabla 2. Puede verse que todos los rubros presentan una reducción excepto el del post conflicto, que aumenta para los montos destinados para esa actividad. Uno de los sectores que mayor reducción tienen en términos absolutos para el 2018 son inclusión social y reconciliación que parece reducirse en lo que aumenta el post conflicto con lo que nivela ese gasto. De tal forma que la reducción no parece ser por el gasto asociado al post-conflicto sino por balancear el presupuesto, para mantenerlo en una variación de 1%.

Tomado de MinHacienda

En términos reales, mi intención no es caer en la discusión bizantina del gasto asociado al postconflicto ya que esta no es la variable preocupante y se convierte más en una cortina de humo sobre el verdadero asunto y es que la perspectiva del presupuesto de 2018 trae un aumento en gasto y una reducción en inversión. Si pensamos en el gobierno como una empresa lo que sucede es que sus ingresos se consumen en nómina y no invierte en investigación y desarrollo, donde busca por ejemplo desarrollar nuevos productos, con lo que sigue vendiendo lo mismo siempre sin cambiar su esquema.

No me tomen a mal, el petróleo y la minería son buenos productos de exportación, proveen ingresos importantes y son empresas que proveen recursos en regalías y generan empleos indirectos en las comunidades. Sin embargo, la alta concentración de las exportaciones en solo esos productos, genera un riesgo altísimo ya que nos estamos amarrando a los precios internacionales de uno o dos productos, lo cual afecta desde los ingresos públicos (de nuevo) hasta los mercados cambiarios y de deuda. Pero si se recorta la inversión en los demás sectores, ¿cómo se podrá romper este ciclo?

Cada vez me convenzo más de la disrupción y pensar en nuevos productos y mercados debe venir de los empresarios y los emprendedores y parece ser que el proyecto de presupuesto me da la razón en esto.

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