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El presente de la Alianza del Pacífico, ¿profundización o expansión?

Estamos en un momento coyuntural para alianzas estratégicas. Ahora, los miembros de la Alianza del Pacífico deben decidir si focalizar los esfuerzos en profundizar la integración, o aprovechar la atención de los países observadores y extenderse. Opinión de Maria Alejandra Gonzalez-Perez.*

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
7 de octubre de 2014

Hoy la Alianza del Pacífico cuenta con 32 países observadores. La creciente atención en la Alianza por parte de los países observadores y analistas internacionales yace parcialmente en asociar esta coalición de naciones Latinoamericanas, con una esperanza de revitalización de la economía mundial. Esto debido al estable crecimiento económico del bloque, a su alto nivel de apertura al libre comercio, el aumento de su consumo interno, la compatibilidad cultural, afinidad social, su interés genuino hacia la región Asia Pacífico, y las relativamente buenas políticas económicas de los miembros de la Alianza. Sin embargo, hay retos críticos de lograr no solo ser economías mundialmente competitivas, con sólidas bases industriales, sino de llegar a ser economías complementarias entre sí, y con altos niveles de intercambios comerciales (sobreponiendo el hecho de estar los miembros geográficamente distantes, y cuentan con importantes limitaciones de infraestructura que afectan los flujos comerciales, y encadenamientos productivos).

Por primera vez en la historia Este Asiático y Latinoamérica tienen gran relevancia internacional de manera simultánea. Países como Corea del Sur, esperan lograr con la Alianza del Pacífico “un relacionamiento significativo en proyectos concretos de comercio de bienes, servicios e inversión” dice Jang Myung-Soo, Director General de asuntos Latinoamericanos y del Caribe de la Cancillería de Corea. Para Jin-Young Chung, profesor de estudios internacionales de Kyung Hee University en Corea, hay un interés grande en los países del este Asiático en observar de cerca los desarrollos de la Alianza de Pacífico, dado al interés de la región volver a lograr un crecimiento acelerado de sus economías. “Esperamos lograr una relación económica íntima en los tigres Asiáticos y los pumas Latinoamericanos”, explica el profesor Chung.

Estas posiciones dan cuenta que el objetivo de la Alianza del Pacífico, de “convertirse en una plataforma de articulación política, integración económica y comercial, y proyección al mundo, con énfasis en la región Asia-Pacífico”, está avanzando. Ya que como argumenta el profesor Hyo-sang Lim, Director del Centro de estudios latinoamericanos de Kyung Hee University en Corea, para que la Alianza del Pacífico logre consolidar “colaboraciones verdaderamente productivas con otras regiones del mundo, es necesario llevar el dialogo y las conversaciones a niveles políticos, económicos, diplomáticos y culturales”.

Por otro lado, en cuanto a profundizar la integración de los miembros, pese a que existe una clara voluntad política los países miembros de la Alianza, en avanzar progresivamente hacia ser un área de integración profunda aún hay limitaciones estructurales. En el presente, la Alianza del Pacífico tiene un impacto económico bajo para sus miembros, ya que aún los intercambios comerciales entre si son relativamente bajos, y existe una muy limitada complementariedad entre ellos. Tres (Chile, Perú y Colombia) de los cuatro países actualmente miembros de la Alianza de Pacífico, han venido dependiendo de exportaciones de industrias minero-energéticas, y solo México ha venido desarrollado desde los ochenta una plataforma exportadora articulada con las cadenas de valor de Norte América en la industria manufacturera. Como explica la profesora Geneviève Marchini de la Universidad de Guadalajara en México, “la Alianza del Pacífico es un proceso abierto, el cual al comienzo solamente estaba focalizada en liberalización del comercio y la inversión, y ahora se ha reformulado en pro de la búsqueda de una mayor integración productiva, lo que supone aumentar los niveles de cooperación para el desarrollo de infraestructura y apoyo a las medianas y pequeñas empresas”.

Según el análisis de la profesora Chai Yu del instituto de estudios latinoamericanos (ILAS) de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) en Beijín, de acuerdo a los postulados teoría de integración profunda de Lawrence (1996), y de Evans y su colaboradores (2006), la cual se fundamente en una integración industrial mutual, cooperación en cadenas de valor, y una disposición eficiente de los recursos, la Alianza del Pacífico está aún alejada de ser una integración profunda. Actualmente, la base industrial de la Alianza del Pacífico es relativamente débil, la cooperación entre los miembros es poca, y no hay indicios de una búsqueda de convergencia y desarrollo industrial. Adicionalmente a esto, la profesora Yu llama la atención que aunque el proceso de integración de los mercados bursátiles de los países de la Alianza del Pacífico (MILA), haya comenzado, aún hay muchos aspectos pendientes en la coordinación de las políticas financieras y fiscales.


* (PhD), Profesora Titular de la Escuela de Administración, Universidad EAFIT