MARIA ALEJANDRA GONZALEZ-PEREZ

El poder de los momentos

Nuestras vidas se definen en momentos, y son los momentos trascendentales los que perduran en nuestra memoria e impactan el resto de nuestra vida.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
20 de mayo de 2018

Muchas veces nos preguntamos por qué ciertas experiencias tienen un impacto extraordinario o por qué nos acordamos de ciertos momentos y olvidamos otros. Bueno, estas son las preguntas del libro “The power of moments: Why certain experiences have extraordinary impact” de autoría de los hermanos Chip Heath (Profesor de Comportamiento Organizacional de Stanford) y Dan Heath (investigador de la Universidad de Duke).

A lo largo de nuestra vida, todos hemos tenido momentos positivos que han ocurrido por accidente o por suerte que recordamos vívidamente en nuestra memoria y que nos marcan para el resto de la vida. Encontrarse con una persona desconocida que se convierte en el amor de la vida o un profesor nuevo que descubre un talento que no sabíamos que teníamos. En su libro Chip Heath y Dan Heath llaman la atención del porqué no nos encargamos de crear esos momentos y experiencias memorables y transcendentales, en lugar de dejarlas al azar para que pasen en nuestra vida y nuestros trabajos.

En este libro se analiza por qué tendemos a recordar el mejor o el peor momento de una experiencia, así como el último momento, y olvidamos el resto. En la vida tendemos a ignorar u olvidar la mayor parte de lo sucedido y nos centramos en algunos momentos en particular: los picos (lo mejor), lo más profundo de las caídas (lo peor) y las transiciones. Pero, generalmente, recordamos dos momentos específicos: el “pico”, o el mejor momento de una experiencia positiva, y el final.

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Pero también existen momentos negativos, momentos en los que sentimos que tocamos fondo. Perder a un ser querido, recibir evaluaciones negativas en el trabajo, ser rechazado o despedido.

Según los autores Chip Heath y Dan Heath, los momentos positivos más memorables están dominados por cuatro elementos: 

  1. Momentos de elevación: Que nos elevan fuera de lo común, nos sacan de la rutina, inspirando emociones como alegría, placer y una sensación de compromiso.
  2. Momentos de visión o perspicacia (insight): Estos nos conectan con nuestro entendimiento de nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo. Momentos de epifanías y serendipia en donde caemos en cuenta de algo profundo.
  3. Momentos de orgullo: En los que sentimos recompensados nuestros esfuerzos o cuando conseguimos algo que no estábamos seguros de poder conseguir, o cuando nos reconocen públicamente por nuestros logros, esfuerzos, valentía o resultados.
  4. Momentos de conexión: En los cuales sentimos que hacemos parte de una lucha, una causa o un objetivo común, y con esto profundizamos los lazos personales y sociales.

En un estudio internacional que hicieron los investigadores Adam L. Alter y Hal E. Hershfield se encontró que las personas buscan sentido a sus vidas cuando se aproximan a una nueva década de edad, y encontraron que los cumpleaños más importantes para las personas son: 18, 21, 30, 40, 50, 60 y 100. Estos cumpleaños representan para las personas a la vez transiciones (promociones, adultez) e hitos (jubilación, etc.).

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Chip Heath y Dan Heath en su libro enfatizan la importancia de crear momentos memorables para aquellos quienes nos importan (seres queridos, empleados, clientes) y no dejarlos al azar.

Para crear estos momentos, según los autores, hay que tener en cuenta los cuatro elementos de elevación, visión, orgullo y conexión; y diseñar experiencias centradas en los efectos que queremos lograr. Por ejemplo, momentos de elevación que pueden ser planificados son las fiestas de cumpleaños, los viajes de carretera, bodas, etc. Para aumentar las probabilidades de un efecto memorable, es importante incrementar la experiencia sensorial, aumentar las expectativas y romper con los libretos tradicionales, hacer algo novedoso.

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