MARIA ALEJANDRA GONZALEZ-PEREZ

El poder de la pasión y la perseverancia

Para alcanzar el éxito quizás haya aspectos que pesan tanto como los talentos, el coeficiente intelectual y la suerte. Tal vez sean la pasión y la perseverancia los elementos que hacen que el éxito sea verdadero y duradero.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
17 de junio de 2018

El secreto del éxito ha sido una búsqueda de psicólogos, pensadores, sociólogos, educadores, padres, atletas, militares, emprendedores y jóvenes en búsqueda de orientar su vida, y sus decisiones.

En el año 2016, la profesora de Psicología de la Universidad de Pensilvania y asesora de la Casa Blanca, el Banco Mundial, y equipos de la NBL y NFL, Angela Duckworth (PhD), publicó el libro “Grit: the power of passion and perseverance”.  En este libro la autora describe lo que para varios críticos puede ser “el secreto del éxito”. La profesora Duckworth encuentra que para conseguir un éxito sobresaliente (especialmente para las metas de largo de plazo) se necesita no el talento, sino una mezcla especial entre pasión y persistencia, lo que ella denomina “grit”.

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La traducción de “grit” al español puede asemejarse con conceptos combinados de determinación, valentía, coraje, firmeza, y perseverancia. Las runas del oráculo vikingo y del alfabético rúnico germánico cuentan con la runa del guerrero Tyr, o Tiwaz, que significa la lucha por la perseverancia, la resistencia, el autocontrol y la dedicación; que quizás también se asemeja con “grit”.

Luego de varias investigaciones estudiando a personas que han logrado hacer la diferencia y han conseguido desarrollar al máximo su potencial obteniendo resultados de excelencia, usando diferentes metodologías (incluyendo profundas reflexiones en su propia vida), la dra. Duckworth encuentra que contar con “grit” puede ser tan determinante como un alto coeficiente intelectual (IQ) o diferentes circunstancias afortunadas (o de suerte) que dan ventajas sobre otros individuos.  En el libro se desmitifica el mito y el culto del talento innato y se demuestra cómo quienes consagran su vida a proyectos que dan un sentido de propósito y alegría consiguen el verdadero y duradero éxito. Es decir, y en sus palabras, “nuestro potencial es una cosa. Lo que hacemos con este es totalmente otra”. 

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En este libro los capítulos 2 y 3 se dedican a analizar cómo nos hemos equivocadamente distraído por el talento. Tenemos en muchas organizaciones “departamento de talento humano”, y en el mercado laboral con frecuencia se usa el término “guerra por talentos”. 

Duckworth sugiere que concentrarnos en los talentos nos distrae en algo igual de importante: el esfuerzo. Explica cómo distintos estudiosos han diferenciado el talento de las habilidades. Mientras que el talento es innato, las habilidades requieren horas y horas de dedicación para lograr dominarlas y mejorarlas. Duckworth explica que, sin esfuerzo, “el talento es nada más que un potencial sin alcanzar. Sin esfuerzo, las habilidades son nada más que lo que pudiste haber hecho y no hiciste. Con esfuerzo, el talento se convierte en una habilidad, y al mismo tiempo, el esfuerzo hace la habilidad productiva”.  En otras palabras, “el esfuerzo cuenta doble”.

¿Cómo aumentar el “grit”?

Algunos de los aspectos que resalta Duckworth son:

  • Interés: Seguir lo que lo apasiona a uno, y en entender que fue lo que alimentó la pasión por primera vez. 
  • Práctica:  No es solo cantidad de tiempo de práctica, es calidad de tiempo de práctica. Más que dar más tiempo para una tarea, es dar mejor tiempo, y hacerlo de manera consciente e intencionada.
  • Propósito: Es la intención de contribuir al bienestar de los demás, y la manera en cómo lo que haces aumenta la conexión con tus valores.
  • Esperanza:  La expectativa de que nuestros esfuerzos mejorarán nuestro futuro.