El oro: el botón “Esc” de los mercados financieros

En la columna del 18 de enero, “Las materias primas: la burbuja del pánico”, hablamos del oro como un activo obligatorio en un mundo que está viviendo la guerra de monedas más grande y sofisticada de la historia. La razón fundamental de este racional de inversión es que el oro es la única moneda de reserva que no puede ser manipulada por los bancos centrales. Desde  el 18 de enero hasta el día de hoy el oro ha subido el 12%.

En el mundo financiero existen dos tipos de opiniones respecto al oro. Por un lado están las personas que piensan que el oro no tiene ninguna utilidad real. Según este grupo de personas, si bien el oro es la dote indispensable en cualquier boda en la India, es un muy buen conductor de electricidad y no se oxida, no posee un valor en sí. Pues, es un objeto que se saca de una mina y pasa a ser guardado en las bóvedas de un banco. Este grupo de personas también piensa que haber tenido el sistema monetario internacional atado al oro fue la causa de una prolongada recesión después de la crisis de 1929.

Fuente: St Louis Federal Reserve. Análisis Macrowise.

El segundo grupo, y con el cual me identifico, piensa que el gran valor del oro yace en que es la única moneda de reserva que no depende de ningún Estado, es decir, no está asociada a ninguna deuda soberana o privada.

Deuda total asociada a las monedas de reserva.  Análisis Macrowise

El oro es la alternativa de diversificación de reservas internacionales, que tienen los bancos centrales de países emergentes a la hegemonía del dólar americano. Especialmente, cuando hay divergencia de intereses geopolíticos y económicos (China, Russia).

Además, los ciudadanos compran oro cuando no confían en sus gobiernos, cuando hay miedo a las devaluaciones de las monedas, presiones inflacionarias en sus economías (China, Rusia, India, Latinoamérica) y  existe el temor de una guerra  (Medio Oriente).

Finalmente, el oro es el seguro de protección a una falla de liquidez en el sistema financiero. El oro físico tiene un valor intrínseco y no depende de ningún Estado, banco, o contraparte. Tener oro físico es como estar cerca a la puerta de salida cuando el edificio está por incendiarse.