CAMILO DÍAZ

El empleo llega con el crecimiento

El empleo formal con cotización a la seguridad social y la inversión empresarial llegan con crecimiento económico no solo con disminución de los costos.

Camilo Díaz, Camilo Díaz
25 de enero de 2020

La toma de decisiones empresariales de contratación de personal y de inversión de capital está fundamentada esencialmente en la demanda por bienes o productos, no por la disminución de los costos laborales o porque los costos de capital disminuyan. En la práctica ningún empresario contrata nuevo personal o invierte en expansión si no tiene como respaldo de esa decisión la generación de nuevos ingresos que sean capaces de pagar el costo de nuevo personal, o devolver el valor de las inversiones que se ejecuten, o pagar el costo de la deuda en que las empresas incurren para financiarse. 

La razón es sencilla, crecer con base en aumentos de la demanda o de la expansión del mercado (crecimiento económico) es saludable porque incrementa la base de clientes y el volumen de ingresos por cada uno de ellos, mientras que crecer en utilidades por reducción de costos está limitado hasta que se alcanza el punto óptimo de eficiencia de los activos, incluso, puede pasar que en el corto plazo existan ganancias, pero se comprometa el futuro. Una situación similar sucede en la economía, una cosa es que las empresas crezcan con base en la expansión del mercado interno por efectos de aumento de la demanda, o por crecimiento de sus exportaciones, y otra que sus utilidades mejoren porque se contraen los precios de los salarios en general. En el último caso aunque las ganancias aumenten en el corto plazo, la contrapartida será una disminución en el consumo de los hogares que a la larga va con cargo al crecimiento económico y al valor total de la economía.

En la mitad de la semana Anif lanzó la propuesta de eliminar el pago de intereses a las cesantías que los trabajadores reciben cada año, el argumento principal de la propuesta es que esto eliminaría un costo importante de los empleadores y que su disminución ayudaría a la generación de empleo. 

La propuesta desconoce un principio básico de las finanzas y es que el dinero tiene valor en el tiempo, en este caso el dinero de las cesantías de los trabajadores que se causa mensualmente pero que los empleadores las pagan o transfieren al fondo de cesantías cada año, durante el periodo de tiempo que transcurre entre el momento que se causan y el momento en que se pagan obviamente generan intereses que son precisamente los que el empleador reconoce y paga al trabajador. 

Por otra parte, en la toma de decisiones empresariales no hay una lógica de reemplazo de costos. Por ejemplo, si el costo de contratar un trabajador disminuye a la mitad, los empleadores no salen a contratar otro empleado para reemplazar el costo que se están ahorrando. La contratación de personal va a depender de que exista un incremento en el volumen de ventas que justifique aumentar la planta de personal para satisfacer la demanda, no porque se busque reemplazar una unidad de costo que se está ahorrando. 

La manera correcta para que los intereses de cesantías no queden a cargo del empleador sin dejar de reconocerlos a los trabajadores, es que las cesantías sean causadas y transferidas al fondo de cesantías cada mes, para que sea el fondo a través de las inversiones que hace quien reconozca los intereses. Pero dicha solución pondría una presión importante en el flujo de caja de las empresas, y quienes más lo resentirían son las pequeñas y medianas empresas que además tendrían que asumir mayor carga operativa para hacer esa liquidación mensual.

En contraste a buscar bajar el desempleo por la vía de disminuir los salarios netos, la política pública se debe encaminar a buscar mayores niveles de crecimiento económico para fortalecer la demanda interna, y hacer un verdadero aprovechamiento de los TLC que tiene firmados el país. Eso se hace con política de transformación productiva, acompañada de políticas comerciales que busquen incrementar las ventas al exterior de productos no tradicionales y fortalecimiento del aparato exportador. Siempre se debe recordar que el crecimiento, la inversión empresarial, y el empleo caminan al ritmo de la demanda, buscar el crecimiento en las monedas de los bolsillos de los trabajadores es un error.