GUILLERMO VALENCIA

El dólar enciende las llamas en América Latina

El aumento de precio de esta divisa desnuda los problemas del continente para afrontar la guerra comercial entre EE.UU. y China. ¿Qué tan preparados estamos para esta confrontación?

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
27 de agosto de 2019

El ser humano tiene una preferencia por el statu quo. Detestamos el cambio, nos incomoda la incertidumbre y preferimos la idea de que tenemos todo bajo control. En efecto, no hay sensación comparable a la de saber que todo ocurre de acuerdo al plan. Sin embargo, como en la historia, nuestra vida se compone de momentos definitivos, instantes de quiebre que pueden arrojar por la borda estos planes ‘perfectos’.  

Uno de esos eventos que cambia todo es la reconfiguración geopolítica del mundo. Esta se nos presenta en las guerras económicas actuales, y por supuesto, en la competencia entre EE.UU. y China por el dominio geopolítico mundial.

La devaluación ha sido el efecto más fuerte de esta transformación del sistema monetario internacional, y ubica a los grandes perdedores en los países que no tienen una moneda de reserva. Es decir, toda América Latina. 

En su libro, Outliers, Malcolm Gladwell hace un repaso de las categorías que convierten a los individuos en excepcionales y estudia aquellos que se alzaron por encima del resto. Uno de ellos es Bill Joy, el ingeniero que reescribió el lenguaje de programación Java y diseñó el software que le permite a usted leer esta columna en internet.

Joy, según Gladwell, tuvo la oportunidad de formarse en la computación y destacarse porque esta era “un campo abierto de par en par, en el que se juzgaba a todos los participantes únicamente por su talento y sus logros; un mundo donde se imponían los mejores”. 

Esta clase de personas que llegan a un mundo con posibilidades infinitas son las anomalías de la historia, que no es escrita por las mayorías, sino sus protagonistas: los Julio César, Gengis Khan o las Marie Curie. 

Los mercados financieros tampoco son ajenos a esta ley de la naturaleza. Por eso, el 10 % de las compañías de tecnología tienen una capitalización más grande que el 90 % de las acciones listadas en bolsa.

Volviendo a América Latina, las guerras comerciales, se alzan como los protagonistas de nuestra historia. Estas hacen que nos preguntemos, ¿qué decisión tomarán los gobiernos frente a esta devaluación? ¿Tendrán un Plan A y B para afrontar la guerra comercial de las potencias? ¿Los fondos de pensiones estarán preparados? ¿Los ministros de Hacienda ya trabajan en el plan ‘audaz’, que les permitirá hacer que la economía crezca aún en los malos tiempos?

Índice de monedas de América Latina ponderados por PIB. Fuente: Bloomberg. Cálculo: Macrowise.

Es más, la pregunta se puede extender a los bancos centrales, quienes deberán asumir las presiones inflacionarias de una gran devaluación. Por supuesto, en la ecuación entran los políticos, quienes ya deberían estar preparados para asumir una disminución de su popularidad, por cuenta de la reducción de poder adquisitivo de la población.

Por último, en nuestro continente no solo las monedas latinoamericanas están en llamas. El reciente incendio en el Amazonas nos recuerda que nuestras sociedades y Estados han sido incapaces de proteger uno de los ecosistemas necesarios para mantener el necesario statu quo, que garantiza la supervivencia de la humanidad.  

Posdata:

A los interesados en la aplicación  del concepto de las anomalías en los mercados financieros, les recomiendo el libro The (Mis)Behavior of Markets, escrito por uno de los matemáticos más prolíficos de la historia, Benoît Mandelbrot.